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Betty.

-Mami, quiero que ustedes se queden conmigo en clase.

-No, Betty.

-Pero extraño a Juggie.

-Elizabeth, basta.

FP volteó a mirarnos.

-¿Qué pasa?

-Betty no para de insistir en que quiere que nos quedemos con ella todo el día.

-Es que-

-No.

-Amor, no seas mala -dijo dejando mi bowl de cereales frente mí- Solo extraña a Jughead.

-Pero está volviéndose muy malcriada.

-¡No! -negué-

-Sí.

Él rió y acarició mi cabello.

-¿Me haces dos trencitas, por favor y gracias?

-Claro, princesa-dijo y se paró detrás mío-

Mamá suspiró.

-Eres tú. Haces todo lo que te dice.

-Es tan preciosa. Y tan educada, y siempre dice por favor.

-Tienes un hijo, malcria al tuyo.

-Pero Jughead no me deja -dijo bufando- Tú si me dejas ¿Verdad, Betty?

-Sipi. Y mami no te deja.

-No importa, luego hablo con tu mami y hago que me deje ¿Quieres?

-Si porfi.

-Muy bien.

Cuando nos fuimos en el auto, casi me duermo. Me di cuenta de que llegamos y corrí hasta la puerta, a esperar a Juggie.

Lo vi llegar a lo lejos y di saltitos en mi lugar.

-¡Betty!

Soltó la mano de su mamá y corrió hacia mi para darme un abrazote.

-Juggie anoche dormí con mami.

-Yo tambien -sonrió-

-Igual te extrañé. ¿Quieres jugar conmigo?

-Sipi.

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La hora de irnos llegó, tomé la mano de Juggie y comenzamos a caminar a la puerta, donde sus papás estaban juntos.

Los oimos hablar.

-No puedes pretender quedarte con mi hijo para siempre.

-Disculpa ¿Desde cuando tu lo tuviste dentro tuyo por nueve meses?

-Jughead está mejor conmigo. Y si quieres cambiar el acuerdo, habla con tu abogado.

-Sabes que no me van a dejar tenerlo por más de 24 horas al mes, Forsythe.

-Pues quizá si dejaras de tomar y te tomaras esto un poco más en serio, no sería así.

-Quizá si no fueras un idiota, y no me hubieras engañado con esa rubia no tendría una adicción.

-Mami -dijo Jughead en voz baja- ¿Por qué pelean?

Los dos nos miraron. No habían notado que esperabamos ahí.

-Tu papá y yo no peleamos, amor. Solo no estamos de acuerdo.

Me aferré a la pierna de FP, él me levantó y lo abracé.

-No peleen -dije asustada- no quiero que Juggie también se quede con un solo papá.

Él suspiró.

-Tranquila, pequeña. Nadie aquí va a quedarse sin papás. Ahora Juggie se va a ir con su mamá un rato, y ella lo va a traer antes de que anochezca.

Gladys asintió.

-Adios -dijo Juggie sacudiendo su mano-

Sacudí mi mano saludandolo y se fueron.

FP me dejo en mi silla en el auto y mientras me abrochaba el cinturón, lo miré.

-¿Por qué mami no vino?

-Porque tenía que trabajar un ratito más. Pero cuando lleguemos, de seguro ya terminó.

-Ok.

Él condujo a casa, y todo el camino le conte lo que hice hoy.

-¿Y qué más?

-Y Juggie hizo un señor de plastilina. ¿Tú amas a mi mamá?

Él rió

-¿Eso que tiene que ver, Betts?

-No sé.

FP sonrió mirandome por el espejo.

-Sí, la amo con todo mi corazón.

-¿Y a Juggie?

-Tambien lo amo con todo mi corazón.

-No se si puedes hacer eso.

-Si, porque tengo mucho espacio en mi corazón.

-¡Genial!

-¡Sí! -rió-

-¿Crees que puedas tener espacio para amarme a mí tambien?

Pude ver como sonrió con ternura.

-Claro que sí, Betty.

Llegamos a casa, corrí a la cocina,y al entrar, ví a mamá con unos policías de verdad.

Ella estaba llorando. FP entró y tomó mi mano para llevarme al comedor.

-¿Por qué mami llora?

-Tranquila. Quédate aquí, voy a preparar tu merienda ¿Quieres?

Asentí preocupada. Mami jamás llora.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora