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Betty.

-¿Crees que las cosas cambien ahora que estamos creciendo?

Los ojos de Jughead me miraron con algo de ternura y dejó un beso en mi frente.

-Pues si, claro. Pero eso no significa que algo malo vaya a pasar.

-Pero...Pero te sigo gustando ¿No?

-Más que nunca -afirmó con seguridad-

-Genial -suspiré aliviada-

-¿Eso es lo que te preocupa?

-Es que las chicas en nuestra clase son muy lindas y delgadas y perfectas y yo soy...

-Eres exactamente lo que yo quiero -interrumpió- Yo soy el que debería estar preocupado. Primer día y ya tienes chicos detrás.

Reí negando con la cabeza y lo abracé de nuevo.

-Abrazame. Quiero dormir.

-Claro, princesa.

Los dos nos dormimos un rato después, y solo despertamos porque sentimos repetidos golpes en la puerta.

-¡¿Qué?! -dije cansada, recien despertando-

-Abran la puerta.

-Esta abierto -bufé-

Papá intentó abrir. Miré, y note el seguro de la puerta. Suspiré y me paré a abrirla, para darle una mala mirada.

-Solo dormíamos.

-Entonces no hay razón para cerrar con seguro. La puerta abierta ¿O quieren que volvamos a la regla de cada uno en su habitación?

-No -suspiré- ¿Por qué me odias?

-Te estoy cuidando.

Rodé los ojos y volví a acostarme.

-La cena estará lista pronto. Despierta a tu novio.

Papá le dice asi a Jughead cuando está enojado con él. Es algo gracioso hasta que ya no lo es.

-Bebé -murmuré acariciando su cabello- despierta.

-Mhm -se quejó-

-Mhm, lo sé -dije al dejar un beso en su frente- pero ya vamos a cenar.

Él me abrazó cerrando los ojos de nuevo.

-¿Por qué despertaste?

-¿No oiste todo el ruido?

-No.

-Papá estaba golpeando la puerta.

Nos levantamos luego de un largo rato, y bajamos a la cocina, en donde papá y mamá hacían la cena.

-¿Necesitan ayuda? -pregunté-

-No, mi amor, solo pongan la mesa -papá respondió-

Jughead y yo hicimos lo que él pidió y nos sentamos en el sofá.

-No hicimos la tarea -suspiró-

-Tranquila hermosa. Yo la hago.

-No -mamá interrumpió, dejando los platos en la mesa- a comer, chicos. Y luego van a hacer la tarea.

Todos nos sentamos a la mesa, y papá miró a Jughead con seriedad. Me dio algo de miedo.

-¿Qué? -suspiró el Jones menor-

Papá se encogió de hombros fingiendo desinterés.

-No lo sé.

-Vamos, dime.

Él negó con la cabeza.

-Tú sabes lo que haces, ya estás grande, como a ti te gusta decir.

Jughead rodó los ojos. Mamá y yo nos miramos con algo de confusión.

-¿No me vas a decir que pasa?

-Si vuelven a encerrarse así, voy a quitarles las puertas.

-Papá -Jughead dijo cansado- ¿Es por eso?

-Si papá, no exageres -le pedí- solo estábamos durmiendo.

-No me importa. Si quieren que siga confiando en ustedes, no rompan las pocas reglas que les ponemos.

-Yo no puse nada -mamá se defendió-

Papá suspiró cansado.

-Solo...dejen la puerta abierta ¿Si?

Asentí con la cabeza. Jughead hizo lo mismo poniendo los ojos en blanco.

-Y vuelve a rodarme los ojos si quieres no salir de la casa por un mes.

-Papá -interrumpí- estas siendo muy duro. Fue un día muy largo y extraño. Solo...dale un respiro.

-Yo no-

-Cariño -mamá tomó su mano- tiene razón. Estan cansados. Luego hablamos.

Papá asintió.

-Bien. Está bien. Lo siento.

-No pasa nada -Jughead respiró profundo- tienes razón. Yo cerre la puerta.

-Gracias por decirmelo.

Cenamos en paz, y al terminar, los ojos se me cerraban solos.

-Ve a dormir y mañana te presto mi tarea ¿Quieres? -dijo Jughead mientras nos lavabamos los dientes-

Negué con la cabeza. No quiero aprovecharme de él.

-Mi amor, tus ojitos están rojos del cansancio.

-Pero no está bien que haga eso.

Salimos del baño, y Jughead me acompañó a mi cuarto.

-Ve a la cama, descansa. Otro día me ayudas con mi tarea de inglés ¿Quieres?

Asentí con la cabeza.

- Gracias.

-Te amo. Buenas noches.

Beso mi frente y salió de mi cuarto. Mientras me metia a la cama, papá entró.

-¿Te vas a dormir?

-Sí -dije acomodandome bajo las mantas- estoy cansada.

Él se acercó para sentarse en mi cama y acariciar mi mejilla.

-Buenas noches, pequeña.

-Papá -tomé su mano- ¿Crees que voy a poder adaptarme a la secundaria?

Papá me miro con ternura y asintió con la cabeza.

-Creo que harás muchos amigos.

Sonreí y cerré los ojos sin soltar su mano.

-¿Recuerdas cuando era pequeña y hacia que te quedes conmigo hasta que me duerma abrazando tu mano?

-Amaba que hagas eso.

-Yo tambien -murmuré- ¿Te quedas conmigo?

Él asintió con la cabeza.

-Claro que sí, princesa.

-Gracias.

-Buenas noches, mi amor.

-Buenas noches -murmuré, sin soltar su mano- Te amo.

-Yo a tí.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora