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Narra Jughead adulto.

Superar la muerte de mamá fue una de las cosas mas difíciles de mi infancia. No creo haberlo hecho por completo, pero al menos para el cuarto grado, ya casi ni lloraba al recordarla. Podía pensar en ella y recordarla de una manera feliz.

Eso es mucho para un niño de nueve años.

Betty estaba trepando el pasamanos con su amigo, Kevin, mientras Archie y yo haciamos una ciudad de barro sentados cerca de ellos.

El cuarto grado era extraño. Sentía cosas que no sabía identificar ni describir en ese momento, ya no era un bebé, y creia que ya no era un niño pequeño. Ahora que lo veo con perspectiva...eso es estúpido. Estaba haciendo una ciudad de barro, claro que era un niño pequeño.

-¿Quieres destruirla con tractores? -preguntó mi amigo, mirando nuestra creación-

Asentí con la cabeza y miré a Betty. Ella y Kevin reían incontrolablemente, acostados en el césped. Ella siempre fue perfecta a mis ojos, pero creo que en ese momento fue cuando me di cuenta de que no podría vivir sin tener su sonrisa cerca.

Quizá piensan que es estúpido, tenía tan solo nueve años y ni siquiera sabía que podía gustarme alguien en serio. Creía que era algo de la televisión. Pero con ella...simplemente era distinto. Especial.

Las clases en cuarto eran más interesantes. Aprender cosas siempre era muy divertido para mi. Amaba las clases de literatura y de matemática, y Betty estaba demasiado interesada en Ciencias sociales y cualquier tipo de investigación que nos mandaran a hacer en casa. Ella pudo adaptarse muy bien al primario. No solo academicamente; pudo hacer amigos, separarse un poco de papá y su mamá, y todas las cosas que un niño debe hacer.

Al terminar el día, papá nos iba a recoger del colegio, con un pretzel para mi y una dia para Betty.

-¿Cómo les fue?

-Bien. Tenemos que leer un libro sobre un perro -respondí-

- Genial, campeón.

Los tres subimos al auto, y papá condujo a casa mientras Betty le contaba todo sobre su día.

-Y a Cheryl no le gusta nadie, y a Ethel le gusta Kevin, y a Archie le gusta Cheryl, y-

-¿Y cómo sabes todo esto?

- Me cuentan -se encogió de hombros-

Yo no les creía cuando decían que alguien les gustaba. Ni siquiera hablaban con la chica antes de decir que les gustaba. No tenía sentido.

-¿Y a Kevin quien le gusta? -pregunté-

-No lo sé. No quiso decirme.

-Oh...

-¿Por?

-Creí que tu le gustabas. Están siempre juntos.

Papá rió bajito. Él identificó que mi pregunta venia desde mis celos antes de que yo supiera que es lo que eso significaba.

- No le gusto yo. Me diría.

-Bien.

Al llegar a casa, papá y Betty se sentaron en el sofá a ver Phineas y Ferb, como siempre, y yo me senté en el sillón individual a leer mi libro de Sherlok Holmes.

-Papi -Betty llamo su atención mientras tomaba una galleta del paquete- ¿Por qué es tan importante que las personas no se enteren de que te gustan?

Él suspiró.

-Pues...no es tan así, princesita. A muchas personas les da vergüenza hablar de sus sentimientos, o quizá tienen miedo de ser rechazados.

-Oh...¿Tú tuviste miedo con mi mamá?

Papá rió avergonzado.

-Sí, un poco.

-Pero le dijiste.

Él negó con la cabeza.

-Ella me lo dijo primero.

-Cobarde -agregó Alice, en su camino a la cocina-

Betty rió, iluminando la habitación como solo ella lo hace.

-¿Por qué preguntas, mi amor? -preguntó mi padre, volteando a ver a Betty- ¿Acaso te gusta alguien?

Ella bajó la mirada.

-Em...no.

-Muy bien. Mas te vale.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora