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Betty

Cuando desperté, papi estaba mirando televisión a mi lado. Lo abracé y comencé a quejarme.

-¿Qué pasa mi amor?

-Doctora Juguetes.

-No, bebé. Ahora fútbol.

Bufé.

-No hagas berrinches, mi amor. Te dejé beber en tu vasito y ahora estamos en problemas con tu mamá.

-Oh-oh.

-Si. Es la última vez que bebes del vasito, mi amor.

-¡No! -dije horrorizada-

-Si princesa.

Grite lo más agudo, fuerte, y largo que pude.

Él se cruzó de brazos.

-Vamos a tener que tirar ese vaso a la basura, Betty. Y tú vas a estar en serios problemas si sigues siendo asi de caprichosa.

-¡No quiero!

-Dame el vaso.

-¡No!

-Dámelo.

-¡Es mío!

-Si no me lo das te lo voy a quitar.

-¡No quiero!

Él me arrebató el vaso de las manos y lo puso en su mesa de noche mientras yo lloraba desconsoladamente.

Me miró, me levantó en sus brazos y me acercó a su pecho.

-Tranquila.

-Papi -sollocé- no quiero.

-Princesita...

Él intentaba encontrar las palabras correctas.

-Tienes que crecer, de a poco.

Una lágrima cayó de su ojo y mojó mi cabeza. Él estaba triste.

-Vamos a hacerlo juntos, bebé. Tranquila.

-Pero papi, no quiero.

-¿Por qué?

-Porque si ya no soy bebé, tú ya no me vas a hacer upa, y a atar mis cordones, y esas cosas.

-Princesa...lo haré el tiempo que pueda hacerlo. No te preocupes. Siempre seras mi bebé.

-¿Seguro?

-Si, pequeñita.

Eso me calmó un poco.

-Vamos a tener que despedirnos de ese vasito ¿bien?

Asentí abrazándolo.

Bajamos las escaleras, y al entrar a la cocina, vimos a Juggie riendo de los chistes de mi mamá, mientras comían espagueti.

-Hola Juggie.

-Hola -dijo volteando a verme- Comí.

-Si -sonreí- genial, Juggie. Choca -dije ofreciendole mi mano-

El me dio el high five más feliz del mundo. Papi me bajó de sus brazos.

-Voy a tirar mi vasito.

Jughead se levantó de su lugar, y abrió un cajón. Revisó, y de este sacó su vaso entrenador azul.

-Yo también, así lo hacemos juntos.

Sonreí al oirlo, me alegra que lo hagamos juntos. Amo a Juggie.

-Muy bien -dijo mamá- cuando estén listos.

-Contaré hasta tres -dijo el pelinegro, parándose conmigo junto al basurero- Uno...

-Espera. ¿Puedes tomar mi mano?

Él me agarró la mano y dejó un beso en mi mejilla.

-Uno...Dos...Tres.

Tiramos los vasos a la basura.

-Adios -dije sacudiendo mi mano en forma de despedida-

-Eres muy valiente, Betty.

-Tú también lo eres.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora