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Alice

Para mí ellos dos juntos eran adorables. Amaba que caminen a todos lados tomados de la mano, y amaba como Jughead protegía a Betty de formas que podían pasar desapercibidas, como no dejando que camine del lado que los autos pasan, o dandole su abrigo cuando empezaba a refrescar.

Jughead es claramente hijo de su padre.

Y su padre...el no estaba muy feliz.

-No entiendo por qué tenemos que darles tanta libertad.

-Porque son nuestros hijos, y queremos que sepan que confiamos en ellos.

-Oh, confío en Jughead. Pero yo también tuve su edad.

-Lo sé. Pero debes darle espacio.

-Pero es mi pequeña -suspiró-

-¿Jughead no?

-Jughead no es mi pequeña. Esa sería una conversación muy distinta.

-FP. -dije seria-

-Ok. Y no me llames por mi nombre, es extraño.

Él salió de la cocina, y me asomé a ver como se dirigía a Betty y Jughead en la sala.

-Pueden ir al cine.

-¡Sí! -Betty exclamó-

-Espero que no hagan que me arrepienta de esto.

-No lo haremos -Jughead afirmó-

El mayor suspiró y volteó a verme. Le dí una sonrisa, y él volvió hacia la cocina.

Esa noche, Jughead y Betty volvieron del cine muy felices, era adorable. Todos nos acostamos apenas llegaron.

-Te dije que no era mala idea.

-Tenías razón -dijo algo molesto- pero que no se te vaya a la cabeza.

Reí y rodee su torso con mi brazo izquierdo para cerrar los ojos.

-Buenas noches, cariño.

-Buenas noches.

Oh, no debí hablar tan rápido. Pues a la mañana siguiente, me desperté para notar que mi marido no estaba a mi lado. Me levanté de la cama y al salir, lo vi parado junto a la puerta de Betty, de brazos cruzados.

-¿Qué sucede?

FP señaló dentro de la habitación.

Al asomarme, vi a Jughead y Betty completamente dormidos. Aunque me vi un poco perturbada pensando en las posibilidades, la ternura de aquella imagen me puso los pies en la tierra de nuevo.

-Amor, míralos -dije acariciando su espalda gentilmente- no hay porqué enojarse.

-Tu hija está en la cama con un chico y tú-

-Okay. Necesitas dejar de actuar como si no hubieras criado a Jughead. Yo se que Betty está con él y está a salvo. Debes creer lo mismo.

Él suspiró.

-FP, tan solo-

-FP.

Este hombre es un niño.

-Cariño. Solo míralos. Su amor es tan puro como lo era cuando tenían cinco y querían casarse.

FP soltó una carcajada.

-Esa fue la primera vez que sentí que Betty confiaba en mi.

Eso es más que adorable. No puede evitar abrazarlo.

-Voy a despertarlos para la escuela. Tú ve a cambiarte -dije tras dejar un beso en su mejilla-

-No quiero ir -bufó-

Reí rodando los ojos y entre a la habitación de mi hija. Los empujé a ambos haciendo que casi caigan de la cama, y despierten de golpe.

-Los quiero listos en cinco minutos.

-Buenos días a tí también -Betty bufó-

-Deberías agradecerme por no castigarlos por esto.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora