𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑

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Betty

En camino a casa, mamá se veía triste y un poco enojada.

-Betty -papá habló- lo que hiciste esta mal. No golpeamos a otros niños.

-Pero papi-

- No hay peros, Betty. Te vas a tener que disculpar.

- Ella quería ocupar el lugar de Juggie.

- Lo entiendo bebé, pero ella no sabía que ese lugar es de él. Jug no estaba ahí.

-No quiero después sentarme lejos de Juggie.

-No creo que eso pase, mi amor. Vas a disculparte con tu compañera ¿si?

-Sí.

-Y mañana, vas a jugar con más niños.

- Es difícil.

- Lo sé. Pero también se que eres una niña muy inteligente que puede hacer cosas difíciles. Y si tu maestra no te ve intentar, va a querer cambiarte de clase.

-Bueno -bufé- ¿Por qué mami no habla?

Papi la miró al estacionar en el garage.

-No puedo con esto, cariño, lo siento -murmuró-

Él se bajó del auto y lo rodeo para abrir la puerta del lado de mamá. Besó su mejilla y la abrazó.

- Tranquila. No estas sola.

Mami antes tenia que hacer todo sola, y ahora papi la ayuda.

-¿Por qué no llevas a Jughead al parque un rato? Hablaré con Betty.

-Gracias -susurró-

Papi le dio un besote a mami, y todos bajamos del auto. No me cargó hasta la casa como suele hacerlo, solo me llevó de la mano.

-¿Estás enojado?

-No.

-Suenas enojado.

Él suspiró. Nos sentamos en el sofá, papi me puso en sus piernas, mirandolo de frente.

-Esta es la última vez que haces algo así ¿Bien?

Asentí cabizbaja.

-¿Entiendes que estuvo mal?

-Solo quería-

-Se lo que querías, hija. Pero sabes lo dificil que es ir a un lugar nuevo en donde no conoces a nadie. Esa niña no tenía un Jughead que la acompañe a su primer día ¿O si?

-No -murmuré-

-¿Y crees que la hiciste sentir muy bienvenida?

-No.

-¿A tí te gustaría que te hagan eso, mi amor?

-No. Lo siento papi. No pensé.

-Lo sé. De ahora en más vamos a pensar antes de actuar ¿Bien?

-Si.

-Muy bien bebé. Oh, y una cosa más.

-¿Qué?

-Juggie no va a estar siempre al lado tuyo. Debes aprender a ser tu misma sin él.

-¿Sola?

-No necesariamente sola, princesa. Solo...sin Juggie.

-Bueno. Pero eso es triste.

-No significa que nunca mas va a estar contigo. Solo algunas veces.

-No me gusta.

-Lo sé. Por eso debes aprender de a poquito.

Papi me abrazó, me acomode en sus brazos, y una lagrima cayó de mi ojo.

-Nunca van a dejarme sola ¿No?

-Bebé, tranquila. Eso nunca va a pasar. ¿Te sentiste sola hoy?

Ella asintió.

-Un poquitín.

-Tranquila. Pensamos en tí todo el día. Y te extrañamos.

-Bien. Eso me hace sentir mejor.