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Jughead.

Cuando conocí a Betty, le dije que parecía una princesa. Ella se puso muy feliz.

Luego, Alice nos explicó que todas las chicas son princesas, y que ninguna es más linda que la otra, sino que cada una tiene algo especial.

Betty es muy especial, y eso es de lo que más estoy seguro en la vida.

Quizá Toni es especial, pero no me importa eso, ahora que hizo llorar a mi princesa.

-Betts ¿Quieres jugar conmigo a los superheroes? -Toni preguntó-

Ella negó.

-Quiero jugar a las princesas.

-Pero las princesas son tontas y aburridas.

-¡No es cierto!

-¡Si es!

Interrumpí, no podía seguir oyendo como peleaban.

-Las princesas son lindas -afirmé-

-Tu eres una princesa -bufó Toni- y ya no quiero ser su amiga.

-Yo no quiero ser tu amigo tampoco, porque eres mala con Betty.

Ella se alejó de nosotros, y comenzó a jugar sola. Entonces, Betty se sentó en el césped y suspiró.

-Yo no quiero estar sola sienpre.

-Y no será así. Siempre estoy contigo.

-Pero yo quiero más amigos.

Tomé su mano mientras pensaba en como solucionar eso.

-No se cómo hacer eso. Tú eres la que siempre tiene amigos. Yo solo tengo una -dije levantando mi dedo índice-

Ella se acercó a mí, me abrazó, y besó mi mejilla.

-Nunca me dejarías sola.

-No.

-Ni yo a tí.

Sonreí y ella se paró para ayudarme a hacer lo mismo.

-¿Vamos a jugar un rato más?

Los dos fuimos al tobogán, y mientras nos subíamos, una de las manos de Betty se resbaló,y cayó de espaldas al piso.

Bajé lo más rápido que pude, y cuando ella comenzó a llorar, la ayudé a sentarse y miré en dónde se había lastimado.

-Es mi codo -sollozó- duele.

Nuestra maestra se acercó.

-¿Qué pasó?

-Me caí -dijo desesperada- arde.

-Tranquila. Te llevaré a la enfermería. Tú, Jughead, vuelve al salón, ya es hora de entrar.

-No. Juggie ven conmigo.

-Cariño, Jughead no puede estar contigo siempre. Él tiene que ir a clase para aprender muchas cosas nuevas. Luego tú te unirás.

-Pero Juggie -sollozó-

Ruth suspiró y tomó la mano de Betty, ayudándola a pararse.

-Porfis, quiero ir -supliqué-

-Bien, pero es la última vez.

Los tres fuimos a la enfermería, en donde a Betty le desinfectaron la lastimadura, y le pusieron una bandita marrón.

-No es de frozen.

-Lo siento, cariño -dijo la enfermera- ya no tenemos de princesas. Solo marrones.

Betty asintió y miró al otro chico que estaba en la enfermería. Su cabello era rojo.

-Hola -le dijo mientras movia sus pies adelante y atrás- ¿Que te pasó?

Él nos mostró sus dientes. Le faltaba uno.

-Ya se me tenía que salir, pero se salio porque estaba jugando bruto. ¿A tí que te pasó?

-Me caí.

El pelirrojo me miró.

-¿Tú la empujaste?

Negué con la cabeza.

-Juggie es mi amigo -dijo Betty, con un poco de enojo en su tono-

-Soy Archie.

-Yo soy Betty.

La maestra volvió a entrar y nos vio a los tres.

-Muy bien, chicos, a clase. Vamos.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora