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Betty.

Ya soy grande.

O eso dice papi.

Así que Juggie y yo dormimos cada uno en nuestra cama esa noche. A la mañana, papi me despertó a mi, y mami a Juggie.

Juggie ahora quiere que mami esté con él todo el día. Y a mi me gusta eso, porque yo quiero a papi todo el día.

Seguro Juggie extraña a su mamá. Eso es feo.

-Muy bien, princesita -dijo papá poniendome mis zapatos blancos- ¿Que desayunamos?

-¡Jugo!

-¿Jugo? -sonrió- bien. ¿Qué más?

-¿Qué desayunan los grandes?

-Frutas.

-Iugh.

-Café.

-Iugh.

-Cereales.

-¡Si!

Papi me tomó en sus brazos para ir a la cocina, y al entrar, vimos a Juggie de la misma manera en los brazos de mi mamá. Papi rió.

-¿No que los niños estan grandes y deben caminar solos?

-Tiene sueño -dijo acariciando el cabello de Juggie-

-Quiero comer -dijo cansado, aplastando su mejilla en el hombro de mami-

Papá rió y besó su frente.

-Lindo -dije señalando su rostro-

Mami miró a papi por un segundo con una pequeña sonrisa en su rostro.

-Betty, upa.

-No, Juggie. No puedo hacerte upa. Eres muy grande.

Mi papá me bajó de sus brazos. Dí un pisotón, crucé los brazos, y los tres me miraron incrédulos.

-¿Qué haces? -dijo mamá-

-Nada...

-Eso pensé. Ve a sentarte.

Ser grande es dificil. Nada de upa.

Juggie se sentó junto a mi. Papá me puso cereales de colores a mi, y de chocolate a Juggie.

-¿Quieres? -me dijo ofreciendo sus cereales- Si quieres los mezclamos asi son un millón.

-¿Qué es un millón?

-Muchos.

-Bien -sonreí-

Mezclamos los cereales y entre los dos nos terminamos un tazón entero.

Cuando llegamos a la escuela, Jughead ya no tenía ganas de entrar.

-Quiero a mami -dijo parando en seco- no quiero. Voy a casa.

Se volteó y corrió al auto. Papá y mamá lo vieron abrir la puerta trasera, y papá corrió hacia el antes de que esta lo aplaste.

Cerró la puerta y pude ver como le decía algo. Juggie comenzó a llorar y lo abrazó.

Papi lo subió al auto, y volvió a caminar havia nosotros.

-Juggie se quedará en casa hoy.

-Pero-Pero papi. Juggie.

Mi respiracion comenzaba a acelerarse, y lagrimas taparon mi visión.

Nunca estuve sin Juggie en la escuela.

-Cariño -mami se agachó y secó mis lagrimas- tranquila. Estoy aquí. Agarrate de mi brazo. Te tengo, mi amor.

Me sostuve del brazo de mi mamá mientras ella me abrazaba, aunque no podí respirar bien.

-Vamos a respirar juntas ¿Quieres?

Asentí con la cabeza. Mami y yo comenzamos a respirar profundo juntas. Poco a poco pude volver a respirar normal.

Ella me levantó y me dió un fuerte abrazo.

-Eres fuerte, eres valiente, y puedes hacer esto.

-Necesito a Juggie. Es mi amigo.

-Lo se, mi amor. Pero quizá hoy descubrirás un montón de cosas que no habías visto antes con él. Y luego le puedes mostrar.

-¿En serio?

Ella asintió.

-Y si pasa algo. Recuerda que mami y papi te aman, y te van a venir a buscar a la salida con Juggie.

-¿Si?

-Si, mi amor.

Mi mami es la mejor.

-Está bien.

Papi besó mi frente y mami me dejó en el suelo de nuevo. Caminé hasta la entrada, respiré profundo, y entré a la escuela.

Esto es raro.

Archie corrio hacia mí, eso me hizo feliz.

-¡Betty!

-Hola -sonreí-

-¿Y Jughead?

-No puede venir porque extraña a su mami.

-Oh. ¿Qué le pasó a ella?

-Se murió.

-Okey.

Caminamos juntos al salón, y me senté en mi lugar, pero puse mi mochila en la silla de Juggie.

NADIE iba a ocupar ese lugar.

𝑾𝒉𝒆𝒏 𝑰 𝑮𝒓𝒐𝒘 𝑼𝒑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora