Rosé mantenía su cara desencajada mientras abría la ventana. Lisa entró de inmediato y resopló al verse a salvo de la horrorosa caída que podía haber sufrido.- Estas loca...- le pegaba la chica en el hombro enfurecida.
- Vale, vale... - levantaba sus brazos en alto para que párese de golpearla. - Lo siento. -
- ¡Pero...casi me muero, por dios! - se llevó la mano al pecho aun con el susto. - ¿ Qué haces aquí y como has llegado hasta ventana?- preguntaba estupefacta.
- Pues porque soy como La Mujer Maravilla...- contestó graciosa mientras se la comía con la mirada.
Hasta en pijama y con esos ojos hinchados estaba extremadamente sexy. La fina camiseta blanca de tirantes con la que vestía dejaba ver sus pezones erguidos.
Rosé no se quedó contenta con la respuesta y le echó una mirada envenenada.
- Esta bien... - se puso seria- Estoy intentando dormir, pero tus llantos no me dejan.- dijo quejándose.
- ¿Me has escuchado? - se avergonzó la rubia.
- Claro! estas paredes son de papel. -
- Lo siento por dejarte tirada en la cena, pero es que...-
- ¿Te estás arrepintiendo de acostarte conmigo? - soltó la pregunta que tanto la atormentaba.
- ¿Qué?, no...- negó rápidamente.
- ¿Entonces? - se sentó a su lado.
- Cuando fui al despacho de mi padre aparecieron Suzy y Su-hee para presentar a su hija. - confiesa con gran decepción dejando escapar una lagrima.
Lisa suspiró tranquilo y posó una de sus manos en la rodilla de la rubia. Con la otra la cogió por la barbilla para que la mirara a los ojos.
- Escucha...- con el pulgar le limpio la pequeña gota que resbalaba por la mejilla. - Algún día encontraras a esa persona que te ame tanto que le dará igual que estés de buen o mal humor, seas guapa o fea, rica o pobre. Esa será la persona indicada con la que merezcas estar y valdrá la pena llorar. Porque si realmente te ama creerá que salen hasta flores de tu trasero. - quiso terminar con su clásica ironía para sacarle una sonrisa.
El propósito de Lisa se hizo realidad cuando Rosé soltó una carcajada y chocó su hombro con el de ella en un gesto cómplice.
- Tienes consejos para todo, Lisa. Aparte de ser una buena escaladora. -
- Gracias! Lo mío me ha costado. -
- ¿Y todo lo has hecho porque estaba llorando? - preguntó intrigada por qué se jugará la vida en venir a verla.
- Ya te lo he dicho. No me dejabas dormir. - le repite divertida. - ¿Estas mejor?-
- Si, muchas gracias, otra vez. -
- Últimamente estas muy agradecida, Park. Me estas mal acostumbrando. - se levanta de la cama- Supongo que ya he completado mi misión. Ahora la Mujer Maravilla se vuelve para su refugio- le guiña el ojo despidiéndose.
- Espera...- la sostuvo de la muñeca y se puso a su altura. - Quédate a dormir. -
- ¿A dormir? – Lisa no sabía si se refería a dormir solamente o era algún tipo de palabra encubierta para decirle que quería tener sexo.
- Si, solo dormir. Ahora no podría...-
- Esta bien...- aceptó de inmediato interrumpiéndola.
Una vez sabidas las intenciones, no quería desperdiciar la oportunidad de estar con la rubia y aunque fuese solo para descansar, podría dormir una noche completa sin tener pesadillas. Por qué tenía ya claro que Rosé era la que las alejaba.
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Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!P
FanfictionLalisa Manobal es una jugadora de fútbol tailandesa que huye de un pasado que la atormenta. Mason Park la ficha para su equipo, Jeonbuk Hyundai Motors Football Club e intenta llevar la vida fácil y desenfrenada que siempre tuvo. El único problema...