Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!P

Capítulo 20

POV LALISA:

Salgo de la iglesia para ponerme a caminar y que me dé un poco el aire. Aclarar mis ideas y decidir que hacer a partir de ahora era lo primordial.

¿Por qué se me complican las cosas? Todo estaba saliendo bien hasta que tuve que ver esa prueba. ¿Desde cuándo sabe que está embarazada? ¿Tendría pensado decírmelo? Por qué lo más raro de todo ha sido verla tan tranquila estos días y dudo mucho que lo lleve con tanta calma. Debería estar mucho más aterrada que yo.

Todavía retumba en mi cabeza las palabras del cura. "Habla con ella, dile lo que sientes y apóyala en todo".

Eso lo tenía claro, no la iba dejar sola. ¿Pero ser madres? Somos jóvenes, con una carrera profesional y un futuro prometedor. Por lo menos el de ella.

Ando y ando sin ningún rumbo fijo. Quiero perderme y no pensar en lo idiota que soy. Desde que desaparecí ayer, Rosé me ha llamado unas cuantas veces y yo directamente la he ignorado. Como siempre y ya no es sorprendente, cuando me siento acorralada huyo como un cobarde.

Sumida en mis pensamientos, escucho mi nombre a mi espalda. Al girarme veo como una mujer se acerca obligada por su hijo. El pequeño se presenta ante mí y me abraza por la cintura.

- Lisa por favor, un autógrafo. - me pide eufórico.

- Claro...- me agacho y cambia todo mi humor cuando veo la ilusión en sus resplandecientes ojos. - ¿Tienes un plumón? -

- Si, toma. - me ofrece la madre. - Lo siento Manobal, pero te ha visto y se ha vuelto loco. - lo excusaba la mujer.

- No pasa nada...- le estampo mi firma en el jersey que me da de sus pequeñas manos.

- ¿Vas a ganar contra Ulsan Hyundai? Tienes que ganarles, por favoorrr...- me rogaba hasta provocarme una risa.

- Por supuesto. Y si meto un gol te lo dedicare. - le prometo sacudiéndole el pelo.

- Gracias. - se agarró a mi cuello - Eres mi ídola. -

- Gracias. - me repitió la madre llevándose al niño.

Yo me quedé con una sonrisa bobalicona observando cómo se iban y una enorme nostalgia se metió en mi corazón. Me voy a derrumbar de un momento a otro y creo que el mundo que dejé atrás no esta tan olvidado como pensaba.

Sin darme cuenta, había caminado hasta el estadio y por pura inercia me meto en la tienda de regalos.

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Rosé bajó al apartamento de Jennie y se la encontró peor de lo que estaba ella. Ambas ni se saludaron y directamente se abrazaron.

- Que mierda...- dijo afligida la castaña.

- No puedo estar más de acuerdo con eso...-

- Pasa...-

Ambas se prepararon unos cafés y se sentaron en la mesa de la cocina. Sin querer iniciar ninguna la fatídica conversación, como era de esperar, Jennie tomó primero la palabra.

- ¿Se lo has dicho ya? -

La rubia suspiró ante la pregunta y negó con la cabeza.

- Desde que se fue ayer no la he vuelto a ver. La llamo, pero no me responde. No sé..., tal vez se haya dado cuenta o se ha enterado. - miró a su amiga por si se le había ido la lengua con su novio.