Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!P

Epílogo IV: A little danger

"El pasado es una lección para reflexionar, no para repetir."

..........................................

POV Rosé

Me aferro al recuerdo de las últimas palabras que me dijo Lisa antes de irme con la niña. Eso de que quiere mi felicidad. Siempre pretendió dármela, aunque a veces ella misma fuera mi máxima desdicha. También me pongo a pensar en la conversación de antes con Jennie, en la que me aconsejó sobre mi relación con Talia y lo equivocada que estaba al elegir seguir con ella. Normal que tenga esa opinión cuando le cuento que llevo más de dos semanas sin ver a mi novia y ni así quiero que me toque en la cama. Pero es que no podía...

Sentir la presencia de Lisa al otro lado me quitaba todas las ganas de un plumazo. Sin contar que cada vez que Talia me besaba pensaba en Lisa. Menos mal que mi mente privilegiada se iluminó y lo convencí para que me hiciera un pase de modelitos para la boda de Jennie hasta que calló rendida en la cama. Llevábamos poco tiempo, pero la conocía muy bien. El póker, el sexo, el buen vino y la moda era lo que más le gustaba en este mundo. Como no tenía idea de jugar al póker y no quería acostarme con ella, pues abrí una botella de vino blanco, la emborraché y la mareé con tantos cambios de ropa.

Ya da igual, todo eso carece de importancia en este preciso momento. Ahora lo que más me preocupaba era el bienestar de esta pequeñita que tenía entre mis brazos.

- Vamos a parar a comer aquí. Si se te ocurre alguna tontería...- abre la solapa de su chaqueta de cuero dejando ver una pistola.

- Tito, tito..., una hamuguesa!-

- Si amor, te compraré el más grande del bar.-

-¡Biiiennn!-

Bajamos del coche y entramos a una cafetería de carretera. La conocía, por aquí hemos pasado miles de veces cuando vamos a Busan. No estábamos lejos de Seúl y lo más importante que muy cerca se encontraba el club de Pearl. Si tan solo pudiéramos salir corriendo ahora mismo o simplemente gritar que estamos secuestradas, pero no podía arriesgar nuestras vidas cometiendo alguna estupidez. El miedo porque le pasara algo a Chiquita me hacía frenar mucho mis impulsos.

- Almorcemos algo. Nos queda mucho camino. - informaba Ten sentándose en frente nuestra.

- ¿Donde vamo?-

- Al zoológico. Para ver a los leones. - ilusionaba a la niña para evitar desvelar sus planes.

- Deja que se vaya, por favor. Yo me quedaré contigo, mi padre puede pagarte mucho dinero por mi rescate. -

- Ya tengo dinero. -

- ¿Y qué es lo que quieres? -

- A mi sobrina.

- No puedes separarla de Lisa. Es su madre. -

- Me da exactamente igual- dio un golpe encima la mesa sobresaltando a Chiquita. - Yo la vi nacer y la crie sus dos primeros años de vida. De repente mi pobre hermana se encapricha otra vez y se la da a tu novia, que me la arrebata de las manos de un día para otro. -

- ¿Y que tienes pensado hacer? Porque ya sabrán que hemos desaparecido y la policía nos estará buscando. - le meto miedo para ver si así nos deja irnos.

- No sé yo, bombón. Lisa está tan absorta en si misma que seguro no se ha enterado aún. Primero va ella, segundo ella y tercero ella. -

- ¿Eso crees? - hice una pregunta retórica ya que no tenía ni puñetera idea de cómo era Lisa con las personas que apreciaba.