Epílogo II: Passion

429 52 6
                                    


"Todo lo que no sea un amor loco y apasionado es una pérdida de tiempo"

- No tienes que hacerlo tu sola, yo te puedo ayudar...- le susurra próximo a sus labios.

- Imbécil! - la empujó para que saliera de encima.

Rosé rápidamente se puso en pie y acomodo su arrugada falda. Apartándose el cabello de la cara, miró a Lisa endemoniada.

- ¿Qué te crees que estás haciendo? ¿Quién te ha dado permiso para entrar? - le chilló.

- Tenía que ir al baño y abajo había fila. -

- ¿Y te tienes que meterte en el mío? -

- Llegué antes. Además, tú eres la que has entrado como una loca y te has puesto a fantasear conmigo. -

- Eso no es verdad! -

- ¿A no? he escuchado mi nombre. - presume orgullosa- Me ha sorprendido, la verdad, porque pensaba que mi sustituto de plástico hacia muy bien sus funciones, pero a la vista está que no...-

- ¿Has abierto mi maleta? - su enfado iba en aumento.

- ¿Sinceramente? No. Era una broma, pero me encanta saber que utilizas esos juguetitos. Podíamos probarlo algún día...- le dijo con descaro.

- Eres una...- cansada de sus indirectas, armó el brazo para plantar la palma de su mano en el rostro de Lisa.

Esta vez, la pelinegra fue más hábil y pudo interceptarlo agarrándola por la muñeca.

- Ah, ah... Se acabaron las bofetadas. Ahora me toca responder a mí. - con pasmosa tranquilidad se llevó a la boca la mano de la chica y chupó sus finos dedos- Mmmmmm, me gusta como sabes. -

En un rápido movimiento la giró de espaldas y la abrazó por detrás cruzando sus delgados brazos.

- ¿Qué haces? Suéltame...- forcejeaba.

- No hasta que me escuches. - le exigió.

- ¡Como no me sueltes ya, voy a gritar! - decía alzando la voz amenazante.

- Claro que vas a gritar, pero de otra manera. - le murmuraba en el oído.

A Rosé se le erizó la piel y un escalofrío recorrió todo su cuerpo al sentir como el bulto de Lisa presionaba contra su trasero. Agradecía que por lo menos no la pudiese ver. Seguramente no podría resistirse a su seductora mirada.

- No te pediré más perdón, Rosé. No lo merezco, lo se. Pero quiero sepas que voy a luchar con uñas y dientes para ganármelo. Te lo juro. -

- Tus promesas no valen una mierda. -

- Déjame por lo menos intentarlo. - baja su mano hasta el muslo de la rubia y la introduce bajo su vestido.

- Ni te atrevas...- aguantó la respiración al sentir como la yema de sus dedos rozaban con delicadeza la zona de su vientre, por encima de la ropa interior. Lo que provocó que hiciera un último esfuerzo para liberarse, sin mucho ímpetu por conseguirlo.

Fue en balde, ya que ella hizo más fuerza para apresarla.

- Solo tienes que decirme que pare. Solo esa palabra y te dejaré...-

Una Lisa traviesa jugueteaba con la costura de sus braguitas y con sus labios besó la suave piel de su hombro.

- Dila...- le daba tiernos besos por toda su clavícula- Dila...- repetía casi en un suspiro disfrutando de tenerla para él.

Ofreciéndole una ultima oportunidad para que parara, Rosé no pronunció palabra y se decantó por recostar la cabeza en el pecho de Lisa. Ya no le quedaban fuerzas, estaba sufriendo lo mas grande al querer resistirse a lo evidente y ya no podía mas. Claramente con el permiso dado, se dejó hacer por Lisa y esta se lo tomó como el pistoletazo de salida. Introdujo su mano completamente en la intimidad de la rubia y con movimientos en principio lentos, fue aumentando la intensidad conforme el cuerpo de ella lo exigía.

Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora