Epílogo: consume me

442 52 18
                                    

PART I

"El amor no empieza ni termina como queremos. El amor es una batalla, una guerra, es crecer."

Dos años después...

Koh Samui...

Lisa salía a la terraza de su habitación y se dejaba caer con sus codos en la barandilla. Mirando hacia el amplio jardín de la mansión Manobal, Hye Kyo apareció por su espalda y le paso la mano por el hombro.

- ¿Qué haces aquí arriba? -

- Quería un poco de tranquilidad. - comentó seria.

- Estos últimos días han sido muy duros. Pero por fin se ha acabado. Por fin ha descansado. - le daba ánimos.

- Si...- respiró hondo -

- Deberías de hablar con ella- miraba en la misma dirección que su hija.

- No creo que encuentre consuelo en mis palabras. ¿Además, como hablar bien de Minnie cuando nunca la quise? -

- No necesita tus palabras. Necesita a su madre. -

- Me duele verla sufrir. -

- Estará triste por un tiempo, pero es fuerte. Se parece mucho a ti. -

Lisa le esboza una leve sonrisa a su madre y se dispone a bajar para salir de la casa.

Chiquita se balanceaba en el columpio del parque que habían construido especialmente para ella. Cabizbaja y muy triste, se miraba sus pies y jugueteaba con el dobladillo de la falda de su vestidito negro. Lisa se presentó ante ella y en silencio se sentó en el columpio de al lado.

- ¿Te gusta el vestido que te ha comprado la abuela? - preguntó por decir algo.

- Es bonito...- dijo con su pequeña vocecilla y encogiéndose de hombros como si no importara. - ¿nonde se ha ido? -

- ¿Mamá? Pues...- la pelinegra no sabía si Minnie habría pasado al cielo o al infierno, pero no le trasmitiría la duda a su hija. - de seguro que está en un sitio donde puede descansar en paz. Estará bien. -

- ¿Y pode ir a vela a ese sitio? -

- Algún día, pero aún tiene que pasar mucho tiempo para eso. - le dio un cariñoso pellizco en la mejilla.

- ¿Puedo echala de menos? -

- Claro, cuanto quieras...-

- Gacias. - se bajó del columpio y fue a por el abrazo de su madre.

Esta la recibió con alegría y le acarició el cabello como tanto le gustaba.

- ¡Tito!- grito Chiquita cuando vio a BamBam y corrió hacia él.

El pelinegro la recibió en sus brazos y la alzó al cielo.

- ¡Madre mía, princesa! Si eres toda una mujercita. - la besaba por toda la cara. - Hermanita... tu sigues igual de fea.-

- BamBam...- se puso muy contento- ¿Cuándo has llegado? ¿Mamá lo sabe?.-

- Fue ella quien me avisó de lo de Minnie y tome el primer avión. Quería estar al lado de mi hermana. - le dijo con complicidad.

- Tito, tito- la niña buscaba su atención. - Tengo munecas nuevas. Quieles conocerlas? -

- Por supuesto! Yo tengo que hablar con tu madre, pero ve a por ellas, ¿ok?.- la mandó, y algo más contenta, la niña se fue para la casa a buscarlas.

Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora