Capítulo 21

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Lisa no sabía cómo reaccionar. Realmente estaba feliz por verlo, pero sentía que su presencia allí no solo era una simple visita.

- ¿Qué haces aquí? -

- Tenía ganas de ver a mi hermana. ¿Qué pasa? ¿No te alegras de verme? -

- Pues claro que sí. - se volvieron abrazar.

Rosé presenciaba la escena maravillada porque nunca había visto a Lisa así de cariñosa con nadie, excepto con ella.

- BamBam, escucha, toma mis llaves y espérame en mi departamento. Es el de ahí en frente. Acomódate, yo ahora voy para allá. - le explica para que la dejara solo con la rubia.

- Entiendo. - el hermano le guiño el ojo y fue hacia la puerta. - Gracias Roseanne por tu hospitalidad. Espero verte pronto. - la miró de arriba abajo envidiando la suerte de su hermana.

Al fin solas, Rosé se apoyaba sobre una de las columnas que había en el salón y miró a Lisa negando con la cabeza.

- Son igual de pervertidos. Parece una versión de ti, pero con diecisiete años, que no sé qué es peor...- recogió de la mesa el vaso de agua que le ofreció a BamBam mientras esperaba.

Lisa alcanzó su brazo y tiro fuerte ella para tenerla delante.

- Me has engañado. - le dijo entre dientes.

- Te lo merecías por imbécil. -

- ¿Por qué me has hecho pasar por este infierno cuando no estabas embaraza.?-

- Eso te lo has hecho tu sólita. Creíste por sí sola que esa prueba era mía. - braceó para que la soltara, pero la pelinegra la agarró con más fuerza.

- ¿Y por qué dejaste que pensara que sí? -

- Porque te faltó tiempo para largarte cuando vistes la prueba, pensar que era de Suzy y no contenta con eso irte a los brazos de Minzy.-

- Mierda, Roseanne!- la soltó al fin desquiciado.- Que solo hablamos, ¿ cómo te lo tengo que decir?.-

- Me da igual!.- respondió ofuscada.- Puedes hacer lo que te de la regalada gana Lalisa. A mí no me importa. -

- Esto no va quedar así Park.- le advertía con su dedo encarándose.

- Es mejor que te vayas. - pasaba de sus amenazas- No deberías hacer esperar a tu hermano. Seguro que tienen millones de batallitas que contarse. -

Lisa respiró hondo y emitió un gruñido de frustración antes de dirigirse hacia la puerta y salir del piso.

Cuando la pelinegra llegó a su casa, BamBam estaba tirado en el sofá dormido como un tronco. No lo quiso despertar y lo tapó con la manta, dejando que descansara y poder hablar más tranquilos para el día siguiente.

La noche pasó rápidamente y el amanecer de un nuevo día asomaba por el horizonte.

Como BamBam seguía dormido, Lisa salió a la calle para correr un rato. Cuando volvió, su hermano al fin se había levantado y preparaba el desayuno con mucho ánimo.

- ¡Aquí estas! Sabía que habías salido a correr. No cambias tu rutina hermanita. -

- Al parecer mamá te ha enseñado por fin a cocinar. - se burlaba.

- Si, siempre dice que a las mujeres se le conquista por el estómago. Así que...- dijo divertido.

- ¿Cómo esta?

- ¿Mamá? Pues lleva unos meses algo rara. Supongo que serán sus achaques. Pero te echa muchísimo de menos. Quiere que vayas a verla. -

- Bueno...- Lisa quería ir al tema principal- ¿Quién te ha dado el permiso para que volaras hasta aquí? Porque dudo mucho que papá te firmara la autorización para venir a verme. -

Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora