Lisa y Rosé salían del aeropuerto de Bangkok agarrando un taxi y dirigiéndose hasta el apartamento que compró Sorn. Una vez allí, la buena zona, una de las mejores de la cuidad, y la fantástica fachada arquitectónica que le hacía parecer más un museo que un simple edificio, impresionó gratamente a la pelinegra. En la entrada se detuvieron a preguntarle al conserje.- Perdona, soy Lalisa Manobal. Vengo a ver un departamento. Su propietaria es mi hermana, Sorn.-
- Ah sí!, llevamos esperando más de dos años a que alguien viniese ..., pero nadie apareció. -
- Entiendo...- Lisa no quería alargar más la conversación y ni mucho menos iba darle explicaciones a un desconocido- ¿Podía decirme en que planta es? -
- Si, es el departamento de arriba, aunque tenemos un problema. El ascensor no funciona. Mañana vendrán a arreglarlo, hasta entonces no le queda otro remedio que subir por las escaleras. - les comunicó el hombre con lastima.
- Espera...- Rosé intervino- El edificio debe de tener al menos diez plantas. ¿Quiere que subamos por las escaleras toda esa distancia?- se quejó incrédula.
- Tiene nueve...- contradijo como si eso fuera un alivio para ella- Lo siento señorita. Es lo que hay...- se encogió de hombros sin poder hacer mucho más y volvió a su tarea.
Subiendo religiosamente hasta el último escalón de la escalera y un pulmón menos después, la rubia respiró aliviada por que por fin llegaron a su destino.
- Esto es como escalar el Everest. - recuperaba el aliento Rosé apoyada en la pared.
Lisa esbozó una sonrisa negando con la cabeza y sacó la llave para abrir la puerta.
- Tienes que hacer más deporte Park, pero tranquila, te enseñare unos cuantos ejercicios para mantenerte en forma- dijo en un tono insinuante y guiñando un ojo.
La rubia se lo tomó como otra de sus proposiciones picantes. Cada vez que escuchaba sus sátiros comentarios, algo en ella se encendía. Algo o todo, porque revolucionaba cada centímetro de su piel.
Dando el primer paso para entrar en la casa, Lisa encendió una de las lamparitas de la entrada al estar todo a oscuras. Al subir las persianas, el sol entró por las ventanas y dejó ver todo su interior.
El amplio salón estaba decorado con cuadros de camisetas de fútbol firmadas y enmarcadas, algunos trofeos de Lisa se mostraban en una de las vitrinas y todo parecía estar muy limpio e impecable.
- Para estar dos años cerrado, no hay mucho polvo.-
- La comunidad tiene asistenta propia. Supongo que vendrá a darle una vuelta de vez en cuando. - Lisa no paraba de pasear su vista por todos los lados.
Salvo unos cuantos muebles vacíos y quitando la televisión, la foto encima de la repisa de ella con sus hermanos celebrando un gol llamó su atención.
La sostuvo para verla más cerca y su expresión se oscureció.
Rosé a su espalda, asomo la cabeza por encima de su hombro y cuando la vio, la abrazó con fuerza.
- Que locos...- comentó calmada para evadirla un poco.
- Nos la hicieron cuando fui a celebrar mi primer gol profesional con ellos. Estaban en las gradas, y los muy tontos no se les ocurrió otra cosa que saltar al terreno para abrazarme. - nostálgica, torció una sonrisa. - La echo de menos...-
- Se lo duro que puede llegar a ser...- se puso delante- Pero hay que superarlo. - pasó sus brazos rodeando el cuello de ella.
- Creo que ha sido una mala idea venir...nunca debí aceptar. Tengo un mal presentimiento. -
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Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!P
FanficLalisa Manobal es una jugadora de fútbol tailandesa que huye de un pasado que la atormenta. Mason Park la ficha para su equipo, Jeonbuk Hyundai Motors Football Club e intenta llevar la vida fácil y desenfrenada que siempre tuvo. El único problema...