Capítulo 22

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POV Rosé:

Lo hice, pude resistir, conseguí luchar contra mis impulsos y aquí estoy. Cuatro días después de que Lisa abandonara Corea para volver a su país. No esperó demasiado para irse y al día siguiente voló para Tailandia con BamBam. Aun no sé cómo la dejé ir, pero sus últimas palabras hicieron mucho impacto en mí. La distancia podría ayudarnos a saber lo que queremos, aunque ella parecía tenerlo bastante claro.

¡Da igual!, tengo que sacármela de la cabeza. Ahora debo empezar por quererme más a mí misma y no rendir cuentas a nadie. Tomarme esta distancia como un reto, un reto que superaré sola.

Mirándome al espejo del lavabo me digo que estoy magnifica, resplandeciente y que hoy será un buen día. Quitarme del medio para ir a Busan con Sana fue lo mejor que hice.

Este tiempo fuera me ha servido para asimilarlo todo y reflexionar sobre mi futuro. El problema viene cuando vuelvo a casa. El apartamento me llena de recuerdos y no ayuda para mantener alejada a Lisa de mis pensamientos.

A quien quiero engañar... No estoy bien, nada bien. La extraño mucho y desde que la vi partir con su maleta, no paro de lamentarme por no correr tras ella.

Ahora ya es demasiado tarde y tampoco es que no la vaya a ver más. Solo estará en Tailandia las vacaciones de navidad, como unas tres semanas más o menos. No es mucho tiempo...

Me preparo para salir. Había quedado con Dara para desayunar. Estaba dispuesta hablar con ella y arreglar las cosas.

Entro en la cafetería de Irene y diviso a mi tía al fondo sentada a la mesa.

- Hola Rosé.- me achucha un largo tiempo.

- Hola. - yo el recibo igual. Al fin y al cabo, ella no solo era mi familia, sino también una buena amiga y confidente.

- ¿Como estas? Solo se de ti por mis hijas. -

- Bien. - dije como buenamente pude ocultando mi incomodidad.

- ¿Estas segura? Yo no te noto nada bien. Tienes ojeras y pareces haber estado llorando. -

- Estoy bien, Dara. - le reitero seria.

La puerta de la cafetería se abre y Somi entra encaminándose hacia nosotras.

- Hola madre...- ni si quiera me mira. Aún sigue enfadada conmigo por como la traté el día del partido y sobre todo me culpa por la marcha tan repentina de BamBam.

- Hija...- Dara se tensa y se reclina en su silla cruzándose de brazos expectante a lo que va a pedirle.

- Vengo a te replantees tu respuesta. - entonó amenazante la niña.

- Pues mi respuesta sigue siendo un rotundo ¡NO! -

No sabía a lo que se referían, pero la tensión de poder a poder entre madre e hija se cortaba con cuchillo.

- Por favor, mamááá...- claudicó como era de esperar mi primita.

Dara le negó con la cabeza mostrando una sonrisa victoriosa mientras Somi sale de allí echando humo.

- ¿Que le ocurre? - pregunté intrigada.

- Esta en la edad de querer todo y no puedo cumplir con ciertos caprichos. Ya se le pasara. - le restó importancia- Cuéntame Rosé, ¿cómo estas realmente? Sabes que puedes confiar en mí. - insistió.

Nada comparable a tu amor || Chaelisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora