James
No sabía qué era lo que había hecho mal. Vi alejarse a Chloe a paso apresurado por las escaleras, claramente molesta. Hace tan sólo unos momentos nos estábamos riendo y jugando, con esta chica todo es tan impredecible. ¿Por qué se molestaría tanto por una persona que apenas conoce? ¿Será que acaso me excedí por la forma en que traté a ese muchacho?
Me levanto del sofá y dejo el pedazo de pizza qué había tomado de nuevo en la caja, ni siquiera estoy acostumbrado a comer este tipo de cosas, pero suponía que Chloe debía comer eso muy seguido.
Comienzo a limpiar todo el desastre que habíamos dejado por todos lados, pongo el bote de helado que quedaba en el refrigerador y la pizza la dejo en la mesita, tenía la esperanza de que Chloe regresara, pero ya había pasado mucho tiempo, así que me decido a escribirle una nota antes de irme:
"Lo siento Chloe, esto es para ti, disfruta y que te mejores pronto, ya no te molestaré más"
Y eso último lo decía en serio, estaba comportándome muy extraño últimamente cuando se trataba de Williams. Hoy precisamente mientras estaba trabajando, no podía dejar de pensar en lo ridícula que vería saltando en un pie de un lado a otro, y cuando menos lo pensé me encontraba en un supermercado comprando helado. Esto tenía que parar, es lo que mi padre quiere, que me acerque a ella, y no le voy a dar ese gusto.
Salgo de la casa, decidido a ya no mirar atrás y con una sensación muy extraña, tan sólo había convivido con ella unos días, ¿Cómo es posible que ya me afecte tanto el no verla?
...
El trabajo me ayudó a no pensar, poco a poco regresé a mi rutina. Me obligué a no frecuentar los lugares en donde ella podría estar en la empresa, aunque realmente casi no tenía tiempo de salir de mi oficina. Estábamos a punto de cerrar un trato muy importante, y la revisión exhaustiva de nuestros próximos socios, y todos los documentos que se tienen que revisar, es lo que más me pesa hacer. Sé que debería haber personas que se encarguen de esto, pero mi padre siempre ha sido una persona bastante desconfiada a la hora de hacer negocios, antes lo hacía él, ahora tengo que hacerlo yo.
Ya ni siquiera estaba pensando con claridad, los papeles frente a mí cada vez tenían menos sentido, necesitaba descansar, no veía la hora de llegar a casa y beber algo, claro que no es que yo sea de tomar alcohol muy seguido, pero es que la ocasión lo amerita, necesito relajarme un poco. Es jueves, tal vez incluso podría escaparme a un bar con Mark y contarle de mis penas.
Escucho que la puerta de mi oficina se abre, ni siquiera me esfuerzo por voltear a ver, seguramente es Mary de nuevo para preguntarme si necesito alguna cosa, o para decirme que ya es tarde y que debería irme a descansar, ella se preocupa demasiado.
—Necesito un favor —escucho es vocecilla que no había podido sacar de mi cabeza desde aquel día en su casa, repitiéndome una y otra vez esa pregunta tan ridícula que me hizo de si consideraba que todos estaban a mi disposición. Eso es una tontería, ella ni siquiera me conoce lo suficiente como para juzgarme de esa manera, ¿cómo es que tiene tan mal concepto de mí?
Aunque me agradaba que estuviera aquí, mentiría si dijera que no quería voltear a verla, pero algo en mí se fascinaba de hacerla enfadar, así que continúe con los documentos frente a mí, conteniendo una sonrisa.
—¿Qué tipo de favor? —digo, tratando de usar un tono sugerente, para que se moleste más.
—Que te hagas pasar por mi novio.
—¿Tu novio? —Eso sí me toma por sorpresa, hago a un lado los papeles para observarla.
Parece cansada, está más desaliñada que de costumbre y su uniforme está tan arrugado, aún así se le ve cierta determinación en la mirada. Ahora sí se pondrá interesante.
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Planeando Al Amor
RomanceChloe es una chica con muchos problemas: es torpe a más no poder, tiene una madre que la obliga a hacer cosas que no quiere, un padre sobreprotector y una vida social demasiado escasa para tener 26 años, y no se diga de las experiencias que ha tenid...