Capítulo 29: Yo también te quiero

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Doy unos golpecitos en la puerta y espero unos segundos, la puerta se abre dejándome ver a mi pelirroja amiga, con su pijama puesta, seguro a punto de ir a dormir, me observa durante unos segundos sorprendida. Seguro que estoy hecha un desastre, pero no importa, ahora mismo necesito a mi mejor amiga y un abrazo con urgencia.

—Chloe, no te esperaba, creí que estarías trabajando con James.

Muerdo mi labio para reprimir mis ganas de echarme a llorar cual niña después de un regaño, me sentía derrotada.

—Ven, pasa —continúa hablando Les, al ver que yo no tenía intenciones de hacerlo.

Me adentro en la casa y escucho la puerta cerrarse, me dirijo al sofá y me siento ahí, no tengo idea de cómo conseguí llegar aquí sana y salva, definitivamente llorar y conducir al mismo tiempo no es nada sencillo; pero ahora lo que menos quería era ir a casa, por lo que decidí venir a casa de Leslie.

—¿Qué ocurre? —pregunta preocupada con el ceño fruncido.

Pero no consigo hablar, un nudo en la garganta me lo impide, y las intensas ganas de llorar hasta deshidratarme por completo regresaron, lo único que puedo hacer es lanzarme a los brazos de mi amiga. Ella me envuelve con ellos y no pregunta nada, sólo acaricia mi espalda consolándome. Así permanecemos hasta que consigo controlar mi respiración y dejo de llorar.

—Ven, tú necesitas un poco de alcohol para calmarte —me hace una seña para que la siga hasta la cocina.

Hago lo que me pide y una vez en la cocina, me siento en uno de los bancos cerca de la encimera. Leslie saca dos vasos de la alacena y una botella con una bebida que parece ser algún tipo de whiskey, sirve los vasos hasta la mitad y me entrega uno. Lo observo con desagrado durante unos segundos, ya que no era mi intención beber esta noche, pero al final termino bebiendo todo el contenido del vaso de un sólo trago.

—¿Mejor? —pregunta todavía asombrada por mi forma de beber, asiento con la cabeza— Bien, ahora dime, ¿qué es lo que pasa?

Le conté todo, desde mi encuentro con James en el elevador esta mañana, hasta lo último que dije y la forma en la que terminé huyendo del lugar. Leslie me escuchó con atención, en más de una ocasión la vi hacer una mueca de desagrado, pero prefirió no interrumpir mi historia. Cuando estaba hablando, parecía que la pelirroja tenía demasiadas cosas por decir, pero cuando terminé de hablar sólo se limitó a decir:

—Maldito imbécil, si no fuera tan lindo seguro que lo golpearía.

Yo ni siquiera tenía ganas de golpearlo, solamente me sentía demasiado decepcionada, sé que le había dado la opción de seguir con su vida, pero después de todo lo que habíamos pasado, no creí que regresaría tan rápido a su rutina de conquista.

...

—Necesito contarte algo —anuncia mi amiga en cuanto ve que abro los ojos.

—¿Qué pasa? —pregunto frotando mis ojos con mis manos y después me estiro, dormir en el sofá es más incómodo de lo que imaginé.

Anoche, después de una larga charla y de arreglar todos los problemas, decidimos hacer una noche de chicas, como hace ya mucho que no hacíamos, por lo que fuimos a comprar todo lo necesario. Leslie me prestó un pijama para que pudiera dormir cómoda ya que sólo tenía el uniforme del trabajo.

—Bueno, es... Complicado —dice haciendo una mueca—, ¿recuerdas el día de la fiesta de Sophie?

—Claro.

—Pues, esa noche, Cal estaba en la fiesta, no tengo idea de cómo consiguió saber en dónde estaría. Lo que pasó fue que él se dedicó a seguirme todo el tiempo, diciendo que teníamos que hablar, claro que yo no quería, así que... —respira profundo y cierra los ojos— Me fui de ahí con el amigo de James.

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