Capítulo 23: No confíes en él

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Los niños pequeños, hijos de mis primas Hannah y Maggie, se levantan para venir a abrazarme, se aferran a mis piernas, y tengo que sujetarme del hombro de James para no perder el equilibrio, pero les devuelvo el abrazo contenta. Después mi tía Julia seguido de su esposo, mi tío Bernie, ambos padres de Zach, me saludan con un cariñoso abrazo, y por último, mis dos primas, hermanas de Zach, Hannah y Maggie, seguidas de sus respectivos esposos, Anthony y Dave. Toda la familia de mi primo está aquí, de verdad que no me lo esperaba, no creí que mi madre pudiera ser capaz de esto.

—Querida, quisimos venir a visitarlos, y de paso conocer a tu novio, tu madre nos ha hablado mucho de él —dice mi tía Julia.

Le sonrío con amabilidad, aunque un poco forzado, antes de preguntar:

—¿De verdad?

—Sí, y al parecer no estaba exagerando —responde volteando a ver a James.

Hago lo mismo y vemos cómo él sonríe amablemente, pero yo sé que se encuentra igual de nervioso e incómodo que yo. Nos sentamos en la mesa junto a mis primas, quienes me guiñan un ojo cuando las volteo a ver, sé lo que quieren, es un gesto que hacíamos cuando teníamos que hablar en privado y con detalles en otra ocasión. Me removí incómoda en mi asiento, no me apetecía contarles a mis primas sobre James, porque sabía exactamente de lo que hablaríamos, ya que fue algo que hicimos cuando recién empezaron a salir con quienes son ahora sus esposos.

La cena transcurrió sin ningún incidente, afortunadamente no le hicieron preguntas personales a James, sino que empezaron a contar anécdotas divertidas y curiosas. Todos reíamos con las ocurrencias de mi madre y mi tía Julia, quienes constantemente peleaban por sus diferentes puntos de vista. Al parecer todos estaban contentos, yo también sinceramente, porque, a pesar de que mi madre justamente organizó una reunión familiar cuando sabía que James vendría conmigo, hace tiempo que nuestra familia no se reunía para convivir de esta manera.

La única persona que parecía tener un conflicto interno y quien no dejaba de lanzarme miradas furibundas que conseguían ponerme nerviosa, era mi primo Zach, que al parecer no estaba de acuerdo con mi supuesta relación con James. Los problemas comenzaron a hacerse presentes en el postre, cuando Zach por fin decidió hablar.

—Y bien James, cuéntanos sobre ti, ¿a qué te dedicas? —dijo cargando la voz en su nombre.

James se aclaró la garganta y se acomodó en el asiento antes de responder:

—Ahora mismo soy vicepresidente en la empresa familiar, tal vez dentro de poco mi padre decida hacerme el director general —dice con toda la tranquilidad posible.

—Pues... felicidades —dice Zach con alegría fingida. No sé porqué pero sospecho que estos dos se conocían desde antes.

—Gracias.

—Si no es indiscreción, ¿por qué razón tu padre no te ha nombrado director general? ¿Acaso no te esfuerzas lo suficiente para serlo? —pregunta Zach con gran cizaña.

—¡Zach! —lo reprende en voz baja mi tía Julia.

—No, no, no, está bien —se apresura a decir James—, bueno, mi padre es un poco anticuado, es de esos hombres que piensan que no se puede dirigir una empresa si no posees una buena imagen y una ejemplar familia, así que hasta que me case podré heredar la empresa... —hace una pausa, consiguiendo la atención de todo mundo— Aunque, me parece haber encontrado a la indicada.

Dicho eso me voltea a ver con ternura y toma mi mano que descansaba sobre la mesa, provocando que las personas a nuestro alrededor, sobre todo las mujeres, lanzaran un "ow" lleno de ternura por la escena.

Planeando Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora