Capítulo 13: Ayudando a Les - parte 2

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—Me siento rara.

Me observo en el espejo y hago una mueca de desagrado, estoy con Leslie en el lugar donde se llevará a cabo el evento. Llevaba más de una hora tratando de que ella me arreglara, pero cada vez que me miraba al espejo, parecía que menos me reconocía. No estaba acostumbrada a usar tanto maquillaje, pero al menos le encontramos un uso al vestido rojo que había comprado.

—¡Oh, vamos! Pero si te ves muy bien, ese vestido es perfecto, y se ajusta muy bien a tu cuerpo, a tu "comprador" le encantará —dibuja unas comillas en el aire y hace una mueca divertida.

Ruedo los ojos y me volteo, porque como mi amiga siga haciendo ese tipo de comentarios, seguro que le vendré soltando un golpe.

—Recuérdame porqué estoy haciendo esto.

—Porque eres una gran amiga que no desea que fracase en esto y que me apoya siempre —dice con voz aguda y sonríe—, listo, ya está.

Me observo en el espejo que estaba frente a mí por milésima vez, había algo en mí que todavía no me convencía del todo, tal vez es que no estoy hecha para esto, sin embargo ahora ya no hay tiempo para echarme atrás, y aunque pudiera, no lo haría porque no podría dejar a mi amiga de lado.

Suspiro y giro sobre mis talones, muy en el fondo sé que esta noche será un desastre, porque como aquel hombre decida sobrepasarse conmigo, no me detendré a hacer lo que sea necesario.

—Tienes que sonreír, si no, nada de esto funcionará —me reprende la pelirroja.

—Sabes que no tendré tanto éxito si tú también participas —me encojo de hombros—, además, no me gusta llamar la atención, sólo hago esto porque me lo pediste.

—Y eres una gran amiga por eso, en serio te debo mucho —me sonríe sinceramente—, basta, no nos pongamos sentimentales, tengo que ir a recibir a las chicas, debes estar tras el escenario dentro de 30 minutos.

Asiento con la cabeza y aprieto los labios, agacho la mirada hasta que escucho la puerta cerrarse, entonces mi celular suena por una llamada. Lo tomo y observo el nombre que está en la pantalla, la verdad es que no tengo ánimos para contestar, así que lo ignoro, pero las llamadas son tan insistentes que tengo que contestar.

—¿Qué quieres? —Respondo más seria de lo que debería.

—Siento molestarte, querida, pero aún tengo tus cosas.

—De hecho siempre molestas, y creo haberte dicho que hicieras lo que te plazca con ellas, no me importa —digo fastidiada.

—Pues entonces iré a tu casa —anuncia en tono de advertencia.

—Puedes ir, de todas formas, no estaré ahí.

—¿Enserio? —pregunta sorprendido.

—Sí, estaré ocupada.

—¿Puedo saber en qué? —dice con un tono que no puedo descifrar si es de asombro o alguna otra cosa.

—Existe algo que se llama privacidad, y en estos momentos no estoy contigo así que puedo hacer lo que quiera al igual que tú.

Dicho esto corto la llamada, no me apetece seguir con esa conversación, me levanto de la silla y me estiro. Aún no me he puesto los zapatos de tacón, no quiero empezar a torturar mis pies desde ahora, camino hacia el sofá que hay en la habitación, mi celular comienza a sonar de nuevo, así que decido apagarlo.

Tengo la sensación de que voy demasiado elegante, el vestido, a pesar de ser rojo, la verdad es que es muy adecuado para el tipo de evento en el que estamos. Mi cabello está recogido en un moño elegante, Leslie hizo unos rizos en él para que se viera mejor, y el maquillaje, es excesivo, la mataré cuando esto acabe porque ya sabe que no me gusta, pero por ahora no haré nada.

Planeando Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora