—¿Will? —digo bajando mi improvisada arma: un flotador de espuma largo que encontré a mi paso.
Estaba parado en el pasillo que conectaba la cocina con la sala de estar, al parecer lo encontré a medio camino hacia la cocina.
—¿Enserio pensabas atacarme con eso? ¿Qué pasa si en verdad fuera un ladrón? —dice entre risas.
Comienzo a sentir el rubor en mis mejillas, dejo el flotador a un lado y me siento en el sofá.
—No esperaba a nadie a esta hora, y mucho menos que alguien entrara así a mi casa —digo con tono acusador.
—Es la costumbre —dice tranquilamente sentándose a mi lado.
—¿Qué haces aquí, Will?
—Vino a asaltar tu refrigerador —se encoge de hombros.
—¿Así de la nada? ¿Por qué no me avisaste que habías regresado?
—Porque acabo de hacerlo. Vine aquí directamente.
Lo observo fijamente, parece cansado. Esos ojos que antes me resultaban tan conocidos, se ven realmente diferentes. Habían pasado 6 meses desde la última vez que lo había visto, era obvio que no lo recordara como antes, pero parecía otra persona, por alguna razón no me sentía cómoda con él, no sentía la familiaridad que me inspiraba antes. Me removí en el asiento.
—¿Dónde has estado todo este tiempo? —pregunto para romper el silencio que se había formado entre los dos.
—Viajando, visité muchos lugares. La compañía de mi padre no ha estado muy bien últimamente, así que tuve que regresar antes.
Ni siquiera su voz me parecía la misma, es como si estuviera con una persona completamente diferente.
—¿Por qué te fuiste tan apresurado? ¿Estás seguro que todo está bien? —entorno los ojos, sabía que me estaba ocultando algo.
Conocía a Will desde hace bastante tiempo como para reconocer cuando no quería decirme algo.
—No fue nada, necesitaba irme.
No iba a insistir, si no quería contarme, que no lo hiciera. Estaba demasiado cansada, primero James y ahora Will.
—Tengo que prepararme para el trabajo —me levanto del sofá, pero me mareo y vuelvo a sentarme.
—¿Estás bien? —pregunta Will preocupado, por primera vez desde que llegó se acerca a mí.
Me observó un momento, momento en el que realmente parecía que estaba con mi amigo y no con otra persona, entonces acercó su mano a mi rostro para intentar acariciarme una mejilla. Me tensé e intenté levantarme nuevamente.
—Tranquila, no te tocaré, no te levantes aún, te traeré agua —dice un poco molesto.
No entendía para nada su actitud, y su repentino regreso. Le había enviado mensajes para preguntarle cómo estaba, pero no había recibido ninguna respuesta de vuelta, así que dejé de hacerlo hace algunos meses, sabía que de vez en cuando Will hacía lo mismo, desaparecía y regresaba a mi vida. Lo había hecho antes, cuando salía con Steve, así que ya no me sorprendía. Otra de las razones por las que sabía que él y yo no seríamos algo más: era demasiado inestable para mí. No estoy diciendo que sea la persona más centrada del mundo, pero siempre supe que necesitaba una persona que me ayudara a tener los pies bien plantados en el suelo, que me impulsar a a seguir todos mis sueños y que ni me llevara en reversa siempre. Will era así.
Regresó de la cocina con un vaso de agua, me lo dio y se sentó en la mesa de centro frente a mí. No me había fijado en su ropa, estaba venido con ropa deportiva, pero todo de negro, usualmente se vestía con colores más vivos, si bien no usaba trajes todo el tiempo como James, sí se vestía formal y con colores azules o grises claros, no lo había visto usando solamente negro.
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Planeando Al Amor
RomanceChloe es una chica con muchos problemas: es torpe a más no poder, tiene una madre que la obliga a hacer cosas que no quiere, un padre sobreprotector y una vida social demasiado escasa para tener 26 años, y no se diga de las experiencias que ha tenid...