Planeando Al Amor

Capítulo 35: Un pequeño descubrimiento

Las siguientes semanas se me fueron volando, mi relación con James estaba mejor que nunca y me encantaba. Las peleas matutinas, las llamadas en las noches durante horas cuando no estábamos juntos, las salidas a dar paseos, todo, absolutamente todo. Habían pasado ya 6 meses desde que hice el trato con James, así que estábamos llegando a los 5 meses de noviazgo, y la verdad es que había sido como un sueño del cual no quería despertar.

Me encuentro arreglándome, hoy tenemos una cena en casa de mis padres, resulta que mi primo consiguió una casa y vamos a celebrar eso, o como yo le diría: "busco cualquier excusa para hacer una fiesta ridículamente cara y fastidiar a Chloe con su novio", pues sí, mi madre es bastante buena en eso. Pero es algo a lo que comienzo a acostumbrarme, después de todo mi madre siempre ha sido igual.

Coloco unos jeans y un suéter sobre la cama, hace frío hoy, por lo que no llevaré vestido. Observo fijamente mi atuendo y ruedo los ojos haciéndolo a un lado, Leslie también estará ahí, mi madre y ella son insoportables juntas, me harán cambiarme en cuanto ponga un pie en la entrada, así que mejor, opto por un vestido azul oscuro. Termino de arreglarme justo a tiempo para ver a James entrar en mi habitación.

—¿No te he dicho que debes preguntar antes de entrar? —lo fulminó con la mirada a través de mi espejo.

—¿Entonces para qué tengo un juego de llaves? —se recarga en el umbral de la puerta con una sonrisa de lado.

—Sí, las cuáles me robaste, por cierto.

—Las habrías perdido de todas formas, eres demasiado distraída, mejor que las tenga yo, a un desconocido, ¿no crees?

Me giro para verlo y pongo un gesto pensativo.

—Tal vez un ladrón entre y... Esa sería buena idea, que entre mientras estoy dormida y todo eso, ¿sabes qué? Mejor devuélvelas.

Me observa con fingido enojo antes de caminar hasta mí y acorralarme contra la pared.

—Por ti me volvería ladrón.

—Ya lo eres —digo divertida.

—¿Ah sí? ¿Y qué robé exactamente? —pregunta en tono divertido.

—Mi corazón —contesto sin dudar.

Estampa sus labios contra los míos y le regreso el beso gustosa, me gusta ese lado tierno de James, puede ser muy irritante a veces, pero no deja de ser tierno y me encanta. Me separo para recuperar el aliento y para detener el beso antes de que avance más, los labios de James ahora son de color rojo debido a mi labial.

—Ese color te sienta bien —me burlo—. Hace juego con tus ojos, deberías usarlo más seguido.

—Me queda mejor que a ti.

Abro mi boca ofendida, ¿qué le pasa? Primero me dice cosas bonitas y después arruina el momento, así no se puede. Lo golpeo en el hombro y él estalla en carcajadas, sus manos se enredan en mi cintura y me atraen más a su cuerpo mientras que yo lucho por liberarme de su agarre. Me besa nuevamente, pero no respondo a su beso, me hago la dura hasta que se da por vencido y se aleja.

—Vamos, llegaremos tarde —le digo caminando hacia la puerta de la habitación, pero no reacciona.

Me acerco de nuevo y esta vez me atrapa desprevenida, me besa y le respondo inmediatamente. Me dejo envolver en sus brazos y caigo en cuenta de su trampa, así que lo empujo y este se ríe.

—Es tiempo de irnos —dice burlón.

Camino hacia la puerta, después de todo no es que pueda durar mucho tiempo enojada con él.

...

Por la casa ya rondaban varios familiares, a los cuales me acerqué a saludar, y unos cuantos amigos de mi primo, con quienes sólo me limité a sonreír y darles un ligero asentimiento con la cabeza. James se había perdido con mi padre hacía rato, ¿les conté que eso pasaba muy seguido últimamente? Cada vez que James y yo llegábamos a casa de mis padres, él se iba a sabrá Dios dónde con mi padre, tanto así, que parecía que mi padre fuera su novio, ¿quién lo diría? Si yo hasta creí que se odiarían, pero lo que son las cosas, nunca hay que dar por sentado nada.