Capítulo 28: Lo siento

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El inicio de la semana fue bastante normal, al menos al principio. Podría decirse que volví a mi rutina habitual, pero ahora no estaba tan sola. Ches, quien me mostraba cariño en cada momento, me había dejado varios regalos en casa, y ahora tendría que encargarme de limpiar todo.

Increíblemente, el trayecto hasta la oficina fue muy corto. No estaba de mal humor, pero tampoco estaba feliz. En estos momentos no sentía nada, me parecía estar en un sueño. Tal vez no descansé bien en la noche, pero claro, ¿cómo podía hacerlo si estuve dando vueltas intentando dormir? Quizás ya me acostumbré a dormir poco y hacer las cosas en modo automático.

Creí que las cosas con James mejorarían después de la fiesta de Sophie, pero no fue así. Todo se volvió muy incómodo, pero, ¿qué esperaba que pasara si le propuse que siguiera con su vida como normalmente hacía? Nuestra relación no estaba muy definida, y yo había decidido investigar más sobre lo que había pasado, pero la verdad no estaba llegando a ningún lado. Si a eso le sumamos que nuestro trato termina esta semana, mis nervios están de punta. Avanzamos un paso y retrocedemos veinte, así somos nosotros.

Presioné el botón del elevador para ir directo a mi oficina. Hoy no podría pasar con Leslie, al menos no todavía. Al parecer, hoy todo estaba a mi favor, ya que las puertas del elevador se abrieron al instante. Aunque lo que vi detrás de él no me agradó demasiado. Era James, muy cerca de alguna de las empleadas de aquí, con la sonrisa que tanto odiaba, pero que jamás había odiado tanto. Esta vez no estaba dirigida a mí, sino a la castaña dentro del elevador. Por unos segundos, pensé en usar las escaleras, pero luego recordé que el edificio era realmente alto, y mi oficina se encontraba en el penúltimo piso. Así que tuve que tragarme todo mi orgullo y entrar en el elevador.

—Así que Marie, ¿tienes algún plan para hoy en la noche? —preguntó James a la castaña en tono seductor.

—No, ninguno —respondió la chica con tono chillón.

Bien, James, ¿quieres volver a ser el mismo de antes? Pues no me podría importar menos. Sí, mi orgullo es el que habla ahora, pero mi pobre corazón está destrozado. Cada una de las palabras de James creó una nueva grieta en él, aunque estoy segura de que lo hace solo para molestarme.

Perdí el hilo de la conversación, aunque en realidad no era que me interesara. La chica salió del elevador a mitad del camino, tuve que ver cómo James le dejaba un beso en la mejilla y susurraba "pasaré por ti a las 8", que logré escuchar, en el oído de la chica. Y así fue como James y yo quedamos solos en el elevador. Acomodé mi bolso sobre mi hombro y apoyé mi cabeza en la pared del elevador. Los segundos transcurrían muy lentos, la gente entraba y salía del elevador, lo cual solo hacía el trayecto más duradero. Sabía que James y yo permaneceríamos juntos ya que íbamos al mismo piso.

Suelo perderme mucho en mis pensamientos, pero más cuando el causante de todos ellos está a tan solo un metro de mí, con su misma actitud altanera y arrogante de siempre. Enterarme de que ha regresado a ser el mujeriego de antes, tal como se lo pedí, no ayuda mucho. No pensé que hiciera caso de mis palabras tan rápido.

—Me gusta que seas tan orgullosa —siento su aliento chocar contra mi nuca.

No pude reaccionar y decirle lo que me habría gustado, ya que las puertas del elevador se abrieron y él no esperó ni un solo segundo para salir de ahí. No quise volver más grande el problema, después de todo, no quería enojarme tan pronto, ya que era lo único que hacía cuando James estaba cerca. Una vez en mi oficina, decidí distraerme por completo sumergiéndome en el trabajo, tenía muchos pendientes, ya que no pude hacer mucho ayer durante el tiempo que estuve aquí, más bien, no hice nada, y ahora habían llegado más documentos por arreglar, así que más me vale empezar ahora.

Planeando Al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora