C. 22: Cuerpos
Tenía frío, mucho frío.
Y es que el contacto helado del cuero me entumecía la espalda. Aunque esto también podría ser a causa de la sorprendente soledad a mi alrededor.
¿Dónde estaba Francesca?Me levanté con las pocas fuerzas que tenía. Pocas, poquísimas. Recogí la ropa que estaba regada en el suelo, y la estreché sobre mi cuerpo. Apenas y podía abrir los ojos, parecía como si acabara de despertar de un vago sueño lúcido.
Abrí la puerta, para encontrarme a Francesca, vestida y acomodándose las botas sobre los pies. ¿Se iba?
-Buenos días-bostecé, dirigiéndome al baño.
Su silencio fue el que respondió.
-¿Pasa algo?-pregunté, abrazándola por la espalda y besándola en la mejilla.
De alguna manera se alejó del abrazo, y caminó hasta el armario. Con el rostro serio.
-Sí, sí pasó algo. Besaste a Violetta.
-Lo sé, y lo siento-la seguí con la mirada, temiendo a que se fuera de nuevo-. Creí que me habías perdonado.
-¿Por qué creerías eso?-suspiró, apartándose de mis ojos.
-Porque anoche me lo dij...
-Anoche no pensaba racionalmente, ¿de acuerdo?
-¿Por qué no?
Por primera vez, aquella mañana, esa pregunta consiguió que me viera directamente.
-Porque no.
-¿Pero por qué no?
-¡Porque...no!-exhaló con frustración. ¿Estaba arrepentida?
-Dijiste que me amabas-espeté. Lo recordaba cada segundo del día.
La italiana se cruzó de brazos, estaba colorada y tenía los ojos húmedos.
-Por eso mismo. El amor no es lógico.
Antes de que pudiera salir corriendo, la detuve frente a la puerta. Y contemplé sus hermosos ojos verdes.
-¿Entonces es cierto?
-Que te ame no significa que te perdone...-masculló, agachando la cabeza.
Levanté su mentón hacia mis labios. Ambos sabíamos que ella no podía resistirse cuando la miraba de aquel modo.
-¿Me perdonas?
-No.
-Y si logro hacerte sonreír, ¿me perdonarás?
Francesca se encogió de hombros.
Sostuve su rostro y le planté un beso. Aún no conseguía robarle una sonrisa.
-Buen intento-musitó.
Esta vez el que había sonreído era yo.
Le desprendí el abrigo de los hombros, y la tomé de la cintura mientras nuestras bocas rozaban su punto más alto. Podía sentir la calidez de su piel en el cuello.Y justo ahí, noté la sonrisita que había estado esperando todo este tiempo.
-Misión cumplida-reí, murmurándole mi amor con otro beso.
-Bueno, lo lograste. Te perdono-sonrió ella una vez más-. Pero continuaremos esto cuando regrese.
-¿Cuando regreses?
-Diego, me voy.
***
Los labios de Francesca me ahogaban con intensidad. Ni una sola palabra pude articular en cuanto me arrancó la camiseta de un intento.
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Novela Diego - Ser quien soy 2da Temporada
FanfictionDiego y Francesca, juntos desde hace 3 años, su vida no podría ser más maravillosa. Pero cuando Violetta Castillo regresa a la vida de ambos, es capaz de destruir todo su futuro como pareja. Y Diego sabe que aún no ha dejado de pensar en ella. Diele...