Capitulo 9

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C. 9: Iluminación
Después de haberme encontrado a Violetta, llevé a Francesca a almorzar. A pesar de que ya me había disculpado con ella, aún se veía algo molesta, todo el tema del casi beso no se le había olvidado como yo pensaba.

-¿Qué te gustaría ordenar?-le pregunté cuando el camarero nos entregó los menús.

-No lo sé...-miro el menú de arriba a abajo-Por ahora sólo se me apetece un jugo de naranja, por favor.

Fruncí el ceño.

-¿En serio? ¿Sólo pedirás eso?-enarqué una ceja.

-Sí. ¿Por qué?

-Bueno, empecemos por el hecho de que todo el tiempo tienes hambre.-reí cariñosamente.

-Supongo que esta vez no.-se encogió de hombros.

El mesero tomó mi orden y después se retiró, seguido de treinta minutos de silencio.

-Fran...-dije una vez por todas-¿Te pasa algo?

-No, estoy bien, ¿por qué preguntás?-dijo dándole un sorbo a su jugo.

-Te noto diferente. Simplemente eso.-la observé, esperando su respuesta.

Se quedó callada, como si reflexionara algo, pero me dio la misma monótona respuesta: no.

Después de almorzar decidimos dar un paseo por la plaza. Ella parecía avanzar rápidamente, como si evitara estar junto a mí. También estaba hundida en sus pensamientos, mientras miraba a prácticamente cualquier dirección excepto a la mía.

-Fran, mi amor, ¿qué te pasa?-dije cuando alcancé caminar a su paso.

-Ya te dije que nada. No sé por qué insistís.-bajó la mirada.

-¿Acaso es por el asunto de Violetta?-murmuré, y tomé su mano-Porque ya te dije que no ocurrió nada, y que yo solo te quiero a ti.

-No es por eso. No me pasa nada, enserio.-forzó una sonrisa.

Seguimos caminando, pero no hablamos por el resto del paseo. Parecíamos más bien dos extraños que caminaban uno al lado del otro a que una pareja. Y no podía dejar que esto ocurriera.

Pasaron las horas, hasta que anocheció. Mientras Francesca se duchaba, me tumbé agotadamente en el sillón de la sala. Entre tanto pensaba en que podía hacer para levantarle el ánimo a mi novia, hasta que escuché una notificación en el teléfono.

Era un mensaje de Violetta.

Aunque intentaba de alejarme de ella, de alguna manera siempre regresaba a mí.

"Hola 😊 Esta mañana parecías algo triste, ¿todo está mejor con Francesca ahora?" ponía el mensaje.

"No lo creo, aún está molesta conmigo." le respondí.

"Lo siento mucho 😔 Todo esto es mi culpa, los distancié."

"No es así, yo soy el responsable. Ya no sé qué hacer para reconciliarme con ella..."

Después de esto ya no me respondió. Dejé el móvil encima de la mesita de café y me levanté del sillón, dispuesto a ir a hablar con Francesca, hasta que recibí otro mensaje.

"Planea un picnic nocturno sorpresa en el parque para ella !!!" sugirió.

No me pareció nada mal la idea, así que reuní todo lo que necesitaba.

Cuando terminé, me dirigí al parque que estaba enfrente del edificio y preparé todo. Algunos minutos después recibí un mensaje de Francesca preguntándome donde estaba.

Novela Diego - Ser quien soy 2da TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora