Capitulo 10

996 48 12
                                    

C. 10: Una última vez

A medida que amanecía, Fran y yo nos vimos obligados a regresar a nuestro departamento. Habíamos pasado toda la noche recostados en el césped y nos vendría bien una ducha.

-Bueno, eso fue una noche nada normal.-rió, quitándose un poco de tierra del pelo-Tengo que darme una ducha lo antes posible.

-Sí. Desde ahora el día 22 quedará como el día en el que dormimos al aire libre.-dije, estirándome después de haber dormido en una posición nada habitual.

-Pará...¿hoy es 22?-reaccionó.

Asentí confundido.

-¡Hoy es el cumple de Vilu!-exclamó al recordarlo-¡No puedo creer que se me haya olvidado!

-Oh...

-¡Tenemos que ir a visitarla, Diego!-dijo sobresaltada.

-Pero creí que tú estabas molesta con ella por lo que ocurrió...-tragué saliva.

-Sí, pero sigue siendo mi amiga. Y jamás se deja sola a una amiga, así que tenemos que invitarla a almorzar.-suplicó.

-Vale.-repliqué, aún sorprendido y enternecido por el hecho de que a Francesca le seguía importando Violetta.

Nos duchamos, vestimos y en menos de una hora estábamos frente a la puerta de Violetta.

Toqué nerviosamente, ansioso por lo que podría pasar a continuación.

Violetta abrió lentamente, pues aún estaba en pijama y le extrañaba recibir visitas tan temprano.

-Diego, Francesca...-Violetta no daba crédito a sus ojos-¿Qué hacen aquí?

-Vilu,-Fran dio un paso hacia ella-sabemos que hoy es tu cumpleaños, y no pensamos dejarte sola en tu cumpleaños.

-Vaya, que gran detalle...-sonrió ligeramente, y se volvió hacia Francesca-Pero creí que estabas molesta conmigo.

-Yo también lo creía.-ironizó-Pero me di cuenta de que nuestra amistad es mucho más importante que cualquier problema, así que nos gustaría invitarte a almorzar ¿qué dices?

-Sí, me encantaría.-asintió con una inmensa sonrisa pintada en el rostro.

Francesca y Violetta se abrazaron con cariño, y justamente ahí me daba vergüenza ser la razón por la que ellas alguna vez se alejaron.

Dejamos que Violetta tuviera algo de tiempo para alistarse, y mientras tanto Francesca y yo nos quedamos en la sala de estar, cuidando a la pequeña Ariana.

Y por un momento, me quedé observando a la frágil y linda niña. Dormía con delicadeza en su cuna, mientras tiernamente algunos mechones de su corto cabello se le enredaban en la cara.
Abrió los ojos, esos ojos esmeraldas que iluminaban por completo mi día cuando los contemplaba. Y quizás debo estar loco, pero en un instante me pareció que me sonrió de vuelta.

Recordando el sueño que había tenido hace apenas dos noches, me di cuenta de que quizás no sería tan malo ser el padre de esta dulce criatura...claro, el problema era que no lo era.

-Diego...-sonrió Francesca al notar que me había quedado viendo a Ariana-¿estás bien?

-¿Qué? Ah, sí, estoy bien. ¿Por qué?-dije volviendo a la realidad.

-No sé, te vi muy concentrado viendo a Ari.-sonrió desconcertada.

-No lo sé.-me encogí de hombros-Me parece muy linda, sólo eso.

Fran aún se veía confundida, hasta que Violetta entró a la sala de estar ya lista para irnos.

Nos subimos al auto y nos dirigimos hacia el sitio en el que planeábamos almorzar, un incómodo silencio se apoderó del ambiente gran parte del trayecto, pero después Violetta comenzó a hablarnos sobre su vida en la industria de la música y la tensión se fue.

Novela Diego - Ser quien soy 2da TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora