C. 17: Dejarlo ir
Recogía los cubiertos de la mesa, colocaba la vajilla en el fregadero. Acomodaba todo en su sitio habitual. Pero al mismo tiempo, mi cabeza estaba en las nubes.
Hacía unas horas que la pequeña reunión en nuestro departamento había concluido, y todos los chicos se habían despedido alegremente de nosotros.
Bueno, claro, todos a excepción de Violetta. Ella había salido corriendo de la habitación unos minutos después de haber, bueno...besado a León.-Diego...
Una voz me irrumpió de mis pensamientos torturadores, por suerte. Alcé la vista, ¿acaso ella no se había ido ya?
-Camila, ¿qué haces aquí?-repliqué, confundido-Creí que Broduey y tú se habían id...
-Sí, pero regresé. ¿Puedo por favor hablar con vos?
Asentí ligeramente. De alguna manera me causaba pavor ver a una chica tan extrovertida y amistosa como lo era ella, hablar en un tono tan serio.
Ambos nos sentamos en el sillón. Interiormente estaba temblando, ¿iba a sermonearme por algún motivo?
-¿Q-qué pasa Cami?-insistí, deseoso por saber todo lo que le pasaba por la cabeza.
-Mirá, Diego, te seré honesta...-bajó la mirada, evitando la mía-Sé que lo que te voy a decir está completamente fuera de lugar, y sé que yo no debería entrometerme en tus relaciones, e incluso respeto si crees que estoy loca, pero...
-¿Pero?
-No te cases con Francesca.
***
Un llanto de bebé. ¿Pero qué hace aquí un llanto de bebé?
Un pasillo interminable. Nuevamente, aquel jodido pasillo interminable. Como era costumbre.
Pero esta vez hay algo diferente. Lo siento. Algo que me oprime fuertemente el pecho. ¿Qué carajo...Frente a mí, dos siluetas, una más alta que la otra. Ambas figuras parecen pertenecer a niños, dos niños.
Y en efecto, en cuanto ubico exactamente a esa niña que aparece en mi mente cada noche, me doy cuenta perfectamente de dónde estoy.Está todo oscuro, pero puedo identificar con claridad en donde está cada nene. Parecen ambos ver lo que tienen en frente, y con mucha fijación lo observan. A mis ojos, esto que fijamente miran es una caja de madera. De la madera más pulida y marrón que había visto jamás. ¿Acaso es un mueble?
Entonces lo escucho, puedo oírlo. Los dos niños, parecen llorar. ¿Pero por qué están llorando con tanta intensidad? ¡Si tan sólo están viendo un cajón gigante de madera!
-¡Chicos!-los llamo. Pero algo raro sucede. Como si hubiera algo en el viento que lo provocara a arrastrar mis palabras. No conseguía articular ni una sola letra.
Intento otra vez. Nada. El viento me había robado la voz.
Me acerco a ellos, a los niños. Quizás pueda encontrar una pista de todo lo que está transcurriendo.
-Chicos...-doy un pequeño golpecito en el hombro de la silueta más pequeña, lo cual causa que ésta se eche a llorar con locura.
-M-Max...-murmura la niña de los ojos vendados, tomando al niño más pequeño de la mano-No tengas miedo. Estoy yo aquí. Tu hermana te cuida...
El nene de unos tres años, solloza, abrazando con fuerzas a su hermana mayor. Pareciera como si yo lo hubiera asustado.
-Sí, lo sé, yo también extraño a mamá...-susurra ella, con lágrimas brotándole de los ojos-Pero debemos ser fuertes, ella lo habría querido para nosotros también.
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Novela Diego - Ser quien soy 2da Temporada
FanfictionDiego y Francesca, juntos desde hace 3 años, su vida no podría ser más maravillosa. Pero cuando Violetta Castillo regresa a la vida de ambos, es capaz de destruir todo su futuro como pareja. Y Diego sabe que aún no ha dejado de pensar en ella. Diele...