Capitulo 6

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C. 6: Esa persona especial
Violetta acercó sus labios a los míos, dispuesta a besarme, pero yo me aparté rápidamente.

-Violetta, yo...-tartamudeé nerviosamente.

Parecía sorprendida ante mi reacción.

-Eh, ah, sí, yo...sólo quería...eh...-dijo, avergonzada por lo que había intentado hacer-Yo sólo eh...

La miré cabizbajo.

-Lo siento. Pero no puedo hacer esto.-me miró con asombro-No puedo hacerle esto a Francesca, la amo....

-Sí, y-yo entiendo.-disimuló su tristeza-Yo lo sé, sé que la amas, la verdad no sé porque vine a decirte esto...

-No quería confundirte de alguna manera, digo...estoy contento de que nosotros seamos amigos...

-Sí, sí yo también.-noté el nudo en la garganta con el que hablaba-No sé que se me pasó por la cabeza al venir acá, quizá sólo entré en pánico...

Violetta no paraba de asentir a lo que yo decía, mientras contenía algunas lágrimas. Me mataba verla así.

-Bueno...¿te gustaría pasar?-la invité, señalándole la puerta del edificio-Quizá Francesca pueda servirte la cena, así vosotras podéis hablar...

-No.-negó con la cabeza-Debo regresar con Ariana, pero gracias por invitarme.

-Vale.

Violetta se despidió, aún muy apenada, y se subió al taxi que la había llevado hasta allá.

Y mientras la veía encaminándose al auto, me di cuenta de quizá estaba haciendo lo correcto.
Si bien pude mandarlo al diablo todo y enrollarme por una noche con Violetta, no lo hice. No podía lastimar a Francesca de esa manera, y después de todo yo sabía que aferrarme a Violetta era un gravísimo error. Debía seguir adelante, con Francesca. Solamente con Francesca.

Subí al departamento, con cansancio y angustia, pues cada vez que veía a Violetta a los ojos sentía un cosquilleo incómodo.
Entré a casa, y vi a Francesca aún dormida. Con cautela, me acurruqué junto a ella y me dispuse a dormir. La tomé de la mano, le di un suave beso en la mejilla y cerré los ojos.

A la mañana siguiente, desperté algo confundido. Mi cuello se había torcido terriblemente al quedarme dormido en el sillón.

-Buenos días, amor.-me anunció Francesca, con un plato de pan tostado y un vaso con jugo de naranja, y los extendió hacia mí.

-No tenías que tomarte la molestia.-sonreí, aceptando el desayuno.

-Y bueno, como así serán todos los días, decidí empezar desde ahora.-se sentó junto a mí-Eh, Diego...¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro.-asentí, mientras masticaba un pedazo de pan.

-Bueno, sabés que nos reencontramos con Violetta recién y que no podríamos estar más felices de verla después de tanto tiempo...-comenzó, tenía una expresión no muy cómoda-Pero está el asunto de que...bueno, es tu ex-novia.

Fruncí el ceño. ¿Hacia dónde iba Francesca con todo esto?

-Supongo que, lo que quiero decir es...¿estás seguro de que es una buena idea invitarla a la boda?-me miró, esperando mi respuesta-Me refiero a que...es tu ex y no creo que sea de su agrado verte casándote, no sé...

-Venga, si es tu mejor amiga.-dije mientras le daba un sorbo al jugo de naranja.

-Sí, por eso. No quiero verla incómoda en la boda...-desvió la mirada de la mía.

Novela Diego - Ser quien soy 2da TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora