Los 5 adolescentes llegaron a la casa bastante cansados, en el trayecto de camino al hogar se habían molestado mucho entre ellos. Eran como niños pequeños aún.
– ¡Gustav es como un tierno osito!
– Concuerdo con Astrid.
Dijo el pelinegro y todos se echaron a reír menos el que recibió la burla.– Oye yo no le digo nada a tu novio y parece un erizo.
– ¡Hey!
– Molesta, ya ves.
Rió y recibió un zape por parte de la chica. Vaya que le gustaba dar zapes.– ¿Que parezco yo?
Preguntó el de rastas dándose vuelta para entablar una conversación con Astrid. Pero Bill notando esto rápidamente contestó por la chica.– Tienes cara de promiscuo.
– Ush... Cállate, los rumores no son ciertos.
Revoleó los ojos molestos pero la chica le restó importancia. Estaba mas entretenida en juguetear con Gustav. Le gustaba hacerlo. Hace tiempo no ocurría y lo estaba disfrutando.– Cuando vamos a llegar?
Preguntó el de cabellera larga. Georg.
– Falta poco, no seas impaciente.
Dijo el pelinegro y de pronto Astrid saltó de su asiento asustandolo.
– ¡Se me olvidó algo importante!
– ¿Pero qué dices? Tonta, casi me da un infarto del susto.
– Lo siento Billy. Solo era para preguntarles qué querían comer para comprar los ingredientes.
– Podría ser pizza ¿No? que opinan ustedes.
Dijo el de rastas y todos asintieron ante su petición. Amaban la pizza y más aún si la preparaba Astrid. Era su especialidad.Llegaron a la gran casa y se adentraron en ella. Al final no compraron muchos ingredientes más que queso y jamón. Astrid se movilizó rápidamente a la cocina y se colocó su delantal. Lavó sus manos y comenzó a ordenar todo.
– ¿Necesitas ayuda preciosa?
Astrid levantó su mirada sonriente pensando que aquella voz era su novio pero se llevó una gran sorpresa al ver al de rastas frente a ella. ¿Preciosa? Que apodo más extraño.
– Uuh, no Tom, gracias.
Dijo y soltó una pequeña risilla nerviosa. El de rastas la intimidaba con aquella mirada tan rara que tenía. Pareciera que la miraba con deseo. Le daba un poco de miedo.– Cómo quieras.
Habló y abandonó la cocina dejándola sola. Astrid sintió alivio. No sabía el porqué, pero no se sentía muy segura cuando estaban ellos solos. Bueno. Solía hacerlo hasta que la besó el otro día. Pero eso es un tema irrelevante en estos momentos.Una hora y media después. La pizza estaba fuera del horno. Desprendía un aroma increíble. Los 4 chicos la esperaban ansiosos y hambrientos. La edad hacía que tuvieran un apetito enorme.
La morena puso su creación en una bandeja y caminó hasta el comedor donde se encontraban todos sentados. Dejó la pizza en el medio y se sentó junto a Bill.
– Te amamos Astrid, esto es maravilloso.
Exclamó Gustav haciendo que Astrid sonriera. Amaba cuando le hacían cumplidos en la parte gastronómica. Le fascinaba.– Opino lo mismo que Gustav! se ve y sabe maravillosa.
Habló con la boca llena de pizza a lo cuál todos hicieron una mueca de asco aunque Astrid tomó el cumplido de todas maneras muy contenta.– Tus pizzas son las mejores, preciosa.
Habló nuevamente Tom. ¿Qué tenia con el "preciosa"? Dios. Me va a volver loca.Bill le dedicó una de sus miradas asesinas a su hermano al oir aquél apodo tan confianzudo que tuvo. Rápidamente desvió su mirada hacía la chica para abrazarla. Quizás lo hizo para demostrar su autoridad frente a ella. Eran celos.
– Muchas gracias por hacer esto para nosotros, hermosa.
Dijo y dejó un corto beso en los labios de la chica haciendo que esta se sonrojara y todos los presentes hicieran un audible "Uuh" menos Tom. El solo observaba sonriente. Miraba atentamente los movimientos de su hermano. Buscaba su debilidad, y claramente era su ego. Disfrutaba el hecho de provocarle celos a su gemelo. Le encantaba ese toque de adrenalina en su cuerpo.Todos comenzaron a comer luego de ese raro momento. Disfrutaron cada porción de pizza. Sin dudas Astrid era la mejor haciendolas.
Pronto llegó la hora de dormir. Era la medianoche y se encontraban muy cansados así que limpiaron sus platos, se despidieron y fueron a sus habitaciones. Solo quedaban Astrid y Bill.
Estaba limpiando mi plato hasta que siento unas frías manos rodeando mi cintura. Era Bill.
No pude evitar soltar un quejido a causa del frío que estás me transmitían.– Mgh...Bill, estás helado..
– ¿Si? Pues alguien tendrá que calentarme...
– Vaya que estas loco, estan todos aquí, nos escucharan.
– ¿Que importa? será rápido, vamos.
– No Bi-..No logré terminar de pronunciar el nombre debido a que Bill comenzó a dejar besos en mi cuello.
Dios Mio...Se sentía tan bien. Me estremecía por cada caricia que este me daba. Esos besos humedos me estaban volviendo loca.
No tardó mucho para que sintiera la erección de Bill restregandose en mi trasero.
Estaba necesitado. Claramente.
Pero no podían hacerlo ahí, los escucharían y eso a la chica le daba mucha vergüenza.– Bill, ya para..
– ¿No te gusta, hermosa?
– No es eso... Están los chicos, ya te dije.
– Vamos a mi cuarto entonces..No nos escucharán.
– Dejémoslo para cuando estemos solos..¿Sí?Me di vuelta y dejé un beso en sus labios. Veía su rostro. Parecía que enserio quería aquello. Lastima que no lo haría. Estaba tan excitada como él, pero conservaba mi descencia y no haría eso con los chicos en casa.
– Está bien, pero, prometelo.
– Te lo prometo.
– Mas te vale.Le dedicó una mirada perversa y dejó un últimos beso en sus labios para luego ir al baño, tenía que arreglar lo que Astrid había provocado.
Fin del cappp. Que debería hacer en el próximo? +16 o algo diferente?
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TRUE LOVE ? [ Bill Kaulitz ]
RandomUna chica la cual crece con sus dos mejores amigos que cumplen su sueño al pasar los años. ¿Será lo mismo su amistad al pasar por la crisis de la adolescencia? (2003-2010)