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YoonGi se movió un poco para que Suga se uniera, no dejo de acariciarle, sus manos tocaban todo el cuerpo del peli rosa con deseo. Agust por otra parte jugueteaba con sus colmillos y lengua en el área del cuello y la nuca.

—Mgh~.— gimió JiMin sin pudor al ser sorprendido por los labios de Suga, el menor le había comenzado a besar, pero con una intensidad desbordante.

El pelinegro lentamente deslizó su mano izquierda hacia su entrepierna y la derecha hacia uno de sus pezones, acarició ambas cosas sobre la tela a la vez que le mordisqueaba las clavículas.

Agust no demoró en desabrocharse los pantalones y sacar su miembro al aire, con habilidad se encargó de también deslizar un poco los de JiMin y dejar expuesto su trasero. Colocó su erección entre ambos glúteos y comenzó a moverse simulando duras estocadas mientras le sostenía por las caderas.

—A-Agust.— balbuceo el peli rosa deshaciéndose por la sensación placentera.

Celosos los otros dos hermanos se vieron en la necesidad de también hacer sus movimientos, ambos cambiaron de puesto. Suga se arrodilló delante de él y le tomó el pene para comenzar a lamerlo a la vez que YoonGi le mordía los labios con los colmillos.

—Ahhh~.— jadeo JiMin sobre los labios del pelinegro al sentir la habilidosa lengua del menor recorrerle con lentitud, sentía el sabor metálico de su sangre en el paladar —S-Suga.— tartamudeo en cuanto YoonGi se separó un poco y le permitió respirar.

El peli azul para ese momento ya tenía su propia verga en mano, se estaba masturbando mientras iniciaba una felación tortuosa en la que sus dientes rozaban las resaltadas venas del miembro de JiMin. Saboreo el glande, recorrió la extensión hasta degustar los testículos y regresó hacia la cabeza para succionar con fuerza y adueñarse del delicioso semen.

—¡Ahhhh!~.— grito JiMin corriéndose por primera vez en la noche, espasmos le golpearon todo el vientre.

El peli rosa había comenzado a arquearse entre los brazos de Agust, derritiéndose por las sensaciones. Se encontraba cegado en el placer, tenía el pene del rubio rozándole el ano y a YoonGi usando su mano sobre la suya para masturbarse a la vez que le succionaba los pezones.

Los tres reaccionaron cuando la luna llegó a su máximo punto, detuvieron sus acciones y miraron a JiMin, los hermanos se perdieron ante la mortal imagen del pecado encarnado. Las ropas desacomodadas del peli rosa, sus labios hinchados y rojizos estaban adornados por varios hilos de saliva que le recorrían del mentón hasta las clavículas. Sus ojitos tenían lágrimas de pura satisfacción y su pecho se movía aceleradamente junto a su respiración errática, su tersa piel sonrosada y brillante debido al sudor por el caluroso momento.

—P-por favor.— rogó JiMin sin pena al sentirse observado con tanta intensidad, no soportaba el remolino en su interior, le estaban matando.

—Vamos al cuarto.— señaló YoonGi cargándole y usando su velocidad para llegar en segundos a dicho lugar seguido por sus hermanos menores.

El peli rosa no lo vio venir, su respiración le faltó durante ese breve momento y eso le causó una sensación extraña de placer ¿Había sido la ausencia de oxígeno en sus pulmones? No pudo cuestionarse más cuando fue acomodado con brusquedad sobre la inmensa cama de su habitación.

Agust fue el primero esta vez en acercársele, con rudeza le tomó las mejillas y comenzó a devorarle la boca para entretenerlo del posible dolor que sentiría cuando lo preparaban para follárselo.

YoonGi se dedicó a quitarle los pantalones de cuero y se coló entre sus piernas para comerle el culo. Le penetró con la lengua y le mordió algunas veces en el interior de los carnosos muslos a la vez que le apretaba las caderas.

Suga mientras tanto se complacía a sí mismo, estaba deleitándose con la escena frente a sus ojos. Cuando vio que su hermano mayor dejó de besar al peli rosa y solamente un hilo de baba los unía se le acercó y comenzó a besarlo sin más.

JiMin se sorprendió al verlos, pero pronto se encontró sonriendo al escuchar cómo Agust gruñía y acto seguido le correspondía. Inevitablemente se excitó cuando Suga fue tomado por los muslos, alzado y llevado contra la pared más cercana. Sin embargo, dejó de mirarlos cuando sintió que era tomado con violencia por la cintura y levantado, no había estado prestando atención a YoonGi y él parecía algo molesto por eso.

—Mírame a mí.— ordenó acomodándolo sobre sus piernas, tomando su erección y dirigiéndola hacia el palpitante esfínter de JiMin.

—L-lo siento.— tartamudeo algo perdido con sus repentinas acciones, demasiado sensible y susceptible a cualquier toque por muy mínimo que fuera —Ahhh~ ¡YoonGi!— grito al ser penetrado de una sola vez.

—Eres un niño malo ¿Debería castigarte?— pregunto con diversión el mayor iniciando un vaivén lento.

—N-no... no, p-por favor, no.— rogó JiMin entre jadeos y rodeándole el cuello para sostenerse.

—¿No? ¿Por qué no? ¿Acaso no estabas morboseando a mis pequeños hermanos

menores?— insistió YoonGi susurrándole al oído con su voz más ronca de lo normal.

JiMin no contestó, echó su cabeza hacia atrás y se entregó al placer tan arrasador de su segundo orgasmo, su próstata estaba siendo tan maltratada que no podía dejar de gemir. Los menores al escuchar la descompuesta voz del peli rosa se separaron y regresaron a la cama para unirse a ellos.

Suga se quedó de pie, tomo su pene con una mano y con la otra los cabellos de JiMin para que le hiciera un oral —Abre la boquita, Minnie.— pidió el peli azul golpeándole los belfos con su erección.

Entonces Agust aprovecho para acomodarse tras JiMin y con una mirada cómplice a YoonGi posiciono su pene junto al de él para iniciar una doble penetración. JiMin reaccionó al sentir ambas vergas adentrándose, un ardor se producía en sus estiradas y maltratadas paredes. Quiso detenerlos, pero Suga no se lo permitió follándole la boca sin darle oportunidad de siquiera respirar.

—Trágalos.— ordenó el menor saliendo de su cavidad y corriéndose sobre su lengua,

boca y rostro.

YoonGi y Agust continuaron penetrándole, ambos golpeándole en su punto, obligando a su cuerpo a perderse en un abismo. Por su parte JiMin solo pudo acatar las palabras de Suga y degustar su calientito semen mientras luchaba por recuperar el aliento.

Pronto se escuchó como Agust y YoonGi maldecían, JiMin sintió su interior más caliente, más húmedo pues se habían corrido dentro de él. Agotado y un poco mareado el peli rosa solo se dejó sostener por ellos, a través de los múltiples espejos en la habitación admiro como Suga le mordía el lado izquierdo de su cuello, YoonGi el derecho y Agust en la nuca.

—Mgh~— gimoteo al sentir como le drenaban lentamente la sangre, junto a eso llegó su tercer orgasmo y finalmente cayó placenteramente inconsciente.

—Mgh~— gimoteo al sentir como le drenaban lentamente la sangre, junto a eso llegó su tercer orgasmo y finalmente cayó placenteramente inconsciente

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𝕰𝖙𝖊𝖗𝖓𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora