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—¡Los demonios entrarán al lugar santo!— grito un sacerdote, irrumpiendo a los obispos y arzobispos que estaban reunidos en el ala central.

—Den la orden para que los cazadores los eliminen.

—Hay que llevar a los ancianos al búnker.

—Aseguren todas las entradas.

—Lleven a todos los rangos menores a un sitio seguro, quienes tengan fuerza y quieran acabar con ellos, síganme.— señaló el cardenal ante las opiniones distintas, él era quien estaba realizando la comunión del día para bendecir sus labores y su nivel era el mayor entre los presentes.

Rápidamente, el sacerdote obedeció, corrió a los cazadores para darles la orden, pero estos ya se encontraban armados, yendo rumbo a la entrada del Vaticano para enfrentarlos. Se fue de allí a recorrer los pasillos, avisaba a todos que debían reunirse en el búnker de seguridad, todo mundo al escucharlo entraba en desesperación y terminaban hechos un lío.

Nadie quería quedarse cuando los demonios chupa sangre llegaran, por lo que se volvieron locos, salían corriendo sin ningún orden, golpeando a otros y dejándolos atrás. La entrada del búnker que tenían preparado para situaciones como estas estaba atiborrado de personas y no había ningún orden para entrar, todo se había torcido con el ataque sorpresa de los Min.

El avión privado de los Min había llegado a Italia más rápido de lo esperado, pero el trayecto había servido para que YoonGi y Suga estuvieran al pendiente de JiMin y de cada uno de los neonatos

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El avión privado de los Min había llegado a Italia más rápido de lo esperado, pero el trayecto había servido para que YoonGi y Suga estuvieran al pendiente de JiMin y de cada uno de los neonatos. Mientras que Agust y HoSeok hablaban con JungKook sobre los métodos de seguridad que conocía del Vaticano, la información que proporcionó se distribuyó por si acaso, pero el plan continuaba siendo el mismo.

Cuando el clan Min llegó a las calles de Italia la gente nos veía claramente interesados por nuestros rasgos extranjeros, Suga había dado la idea de separarnos en grupos como se había acordado antes y reunirnos frente al Vaticano para no llamar demasiado la atención. Los dos grupos de neonatos obedecieron y se separaron, pero la ciudad era enorme y JiMin estaba realmente preocupado de que algo saliera mal. Agust se había dado cuenta y le había aclarado que ellos como líderes podían hablar mentalmente con ellos y así sabrían que estaban bien.

Luego de casi dos horas todos se reunieron a una considerable distancia del Vaticano, entre unas calles, que por el momento se encontraban vacías, pero eso cambió abruptamente cuando las campanas dieron la alarma; habían sido descubiertos.

—Es el momento, recuerden cúal es el plan.— dijo YoonGi mirando a cada uno de los presentes, su voz decidida hizo estremecer a JiMin —Iremos primero para centrar el ataque de los cazadores en nosotros, ustedes vayan por los lados.

—No se preocupe líder, nos encargaremos del laboratorio.— aseguró JinRi por todo su grupo, tal como hablo se hicieron al lado izquierdo y se fueron utilizando su velocidad.

—Nosotros del sótano.— agregó SiWon y su grupo tomó el flanco derecho, siguiendo el movimiento del otro grupo.

Suga entrelazo la mano con JiMin y JungKook también, como respuesta a ellos solamente pudo darles un asentimiento porque estaba realmente nervioso de que alguien saliera lastimado. Ciertamente, nunca antes había peleado y la prueba que había tenido con los Min no iba a ser nada comparada con los años de entrenamiento que recibían los cazadores de vampiros.

𝕰𝖙𝖊𝖗𝖓𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora