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(6/?)

Agust tomó sus glúteos y los abrió para poder prepararlo mejor, su lengua dando pequeñas estocadas, soltó una de sus mejillas para introducir uno de sus dedos y lo saboreo un poco más. Se apartó para meter un segundo, seguido de un tercero, pues JiMin estaba lubricando demasiado, gracias a la necesidad sexual que tenía por su recién despertar como nuevo neonato.

—Está listo.— informó el rubio mirando a sus hermanos.

JiMin al escucharlo se levantó, se mantuvo en sus rodillas para llevar sus manitas hacia el pantalón de Suga y sacar su pene, el cual estaba completamente duro. Observó unos instantes asombrado, con uno de sus dedos delineó las venas marcadas y jugó con la uretra, el peli azul le permitió hacerle lo que quisiera.

—Quiero a los tres.— demandó JiMin, intercalando su mirada que estaba en un color rojo intenso, con los hermanos Min.

—No sé si pue-.

—Dije que quiero a los tres.— JiMin interrumpió a YoonGi colocándole un dedo sobre sus finos labios para callarlo.

Ninguno se negó, tampoco le insistieron en detenerse porque JiMin se veía determinado y era su Eternâ, no podían negarle absolutamente nada a quien amaban. A continuación, Agust se movió un poco para dejar un espacio, YoonGi quedó a su lado y Suga ya estaba debajo de JiMin.

—Esta vez ninguno quedará fuera.— aseguró, dirigiendo el pene del peli azul hacía su entrada.

Suga entró de golpe, las paredes anales estaban húmedas y estiradas, totalmente preparadas para recibirlo y esa cálida sensación lo hizo jadear, vio a JiMin sonreírle coquetamente al saber que le gusto. Estuvo esperando por tenerlo y sentirlo desde la última vez, así que ahora aprovechará totalmente de tenerlo a su merced, quería complacerlo y sentirlo reclamarlo.

—Entren también.— pidió JiMin, abriendo su propio culo con ambas manos.

Agust fue el segundo en entrar, la presión no era extrema y esta vez podía sentir como JiMin estaba recibiéndolo mucho mejor que antes, su miembro se encontró con el de Suga y no fue algo incómodo. YoonGi, en cambio, entró al final y por ello toda la presión se hizo presente, estaba siendo succionado con demasiada fuerza y fue mucho peor cuando el peli rosa comenzó a balancear sus caderas sin darle tiempo de acostumbrarse a ninguno de los tres.

—Yo lo haré, la próxima vez les tocará.— comentó JiMin, mordiendo su labio inferior para acallar el dolor y soltó suavemente el aire que había estado reteniendo.

Su interior estaba completamente lleno y el mínimo movimiento provocaba que pudiera sentir los tres miembros golpeando contra su estómago. Los hermanos Min hicieron caso, ninguno se movió porque se imaginaban que debía ser complicado recibirlos al mismo tiempo, solo dejaron que JiMin tomara el control y no interferirían hasta que fuera el momento indicado, cuando tuvieran que morderlo.

Suga tomó una de las regordetas manos de JiMin para brindarle apoyo, YoonGi sostuvo otra y Agust le sostuvo por la cintura, los tres siendo conscientes de los primeros movimientos que el peli rosa estaba dando. Las penetraciones eran fuertes y lentas, cada una de ellas golpeando justo en la próstata de JiMin, que sentía sus piernas temblar por el exceso.

—Hazlo lento o te lastimarás.— opinó YoonGi preocupado en un jadeo.

JiMin negó —N-no.— gimoteo aun brincando, propiciándose más y más.

Agust sabía que pronto terminarían, los cuatro estaban recibiendo demasiado y en cualquier momento explotarían, por lo que decidió tomar al peli rosa por el cuello y lo atrajo hacia él, la posición hizo que Suga entrará mucho más profundo. JiMin soltó un gritito, pero no desistió, miró su vientre y se percató de cómo un bulto sobresalía, con cada sentón este se movía y dedujo que eran los miembros, eso solamente lo excitó mucho más. Se giró para mirar a Agust, buscando en su rostro por qué lo había movido y el rubio solo ladeo su cuello para mostrarle que podía beber de él. El recién presentado neonato y eternâ no lo pensó dos veces para aceptar, acercó su rostro y olfateo encontrándose con el aroma a madera proveniente del contrario, lamió y mordió al instante.

YoonGi aprovechó para tomarle el pene a JiMin y comenzar a masturbarlo, apretándole ligeramente para que no se viniera tan rápido o primero que ellos, mientras que continuaba auto penetrándose con los tres.

Suga podía ver a JiMin con el cuerpo echado hacia atrás, sus pezones erectos, sudor deslizándose por su cuello hasta su ombligo, pasando por la inflación en su vientre y luego su pene erguido. La imagen era demasiado para él, fue tanto que no soporto las ganas de tomarlo con más fuerza, de poseerlo como se debía, llenarlo, marcarlo y no soltarlo nunca, por lo que se sentó sin salir de su interior.

JiMin fue consciente de sus movimientos, pero no se detuvo para alimentarse de Agust y mucho menos dejó de menearse. Suga le tomó por la cintura y le ayudó a penetrarse con más fuerza, lo que provocó que sollozara de placer. Agust lo sintió gemir contra su piel y YoonGi lo sintió endurecerse más, su eternâ estaba disfrutando en demasía que el menor de los hermanos tomara el mando y los tres miembros dentro de él lo resintieron cuando comenzó a asfixiarlos con sus paredes anales, estaba apretándolos por la sobre excitación.

Finalmente, JiMin dejó de morder a Agust, lamió las marcas y recargó su rostro contra su hombro, sus ojos cerrados por el dolor y el placer mezclados, se estaba volviendo loco. No supo en qué momento inició a llorar, pero no eran lágrimas de tristeza, eran de felicidad, se sentía pleno de estar con YoonGi, Suga y Agust, este era su lugar, su hogar.

Los hermanos estaban en la cima, su eternâ era lo más hermoso que pudieron haber encontrado, tan delicado, tan bello y espléndido, que era irresistible para ellos. JiMin no era ni siquiera consciente de lo apetecible que se veía en este momento, sonrojado, sudado, babeando, llorando y gimiendo, joder, ellos no podían seguir así.

YoonGi dejo de masturbarlo y se acercó a su nuca para besarlo en esa zona y hacerle un chupetón, Agust hizo lo mismo, pero con el lado derecho de su cuello y Suga se les unió en el lado izquierdo, JiMin sabía lo que venía y ese fue el detonante de su orgasmo.

Los tres enterraron sus colmillos en él, llenaron su interior con su caliente esencia y JiMin soltó un sonoro gemido, su esperma ensuciando su propio estómago y el de Suga. Los hermanos se alimentaron solo un poco porque su eternâ se acababa de recuperar y no querían debilitarlo, lamieron las marcas y lo abrazaron para recostarse lentamente, juntos en la gran cama.

Suga lo mantuvo contra su pecho, YoonGi y Agust lo abrazaron por los lados y de esa manera podrían descansar lo que les quedaba de la noche. JiMin cayó dormido al sentir el cúmulo de esperma salir de su interior de golpe en cuanto los tres miembros salieron de él, sintió la humedad bajando desde su culo hasta sus muslos y sonrió adormilado porque esto era lo que quería, lo que siempre quiso y ahora lo tendría para la eternidad.

Esa noche soñó con los tres días que estuvo inconsciente, supo que había tomado las elecciones correctas y no importaba que Dios también lo abandonara a su suerte porque tenía a los hermanos Min a su lado. Esta vez, la sonrisa en su rostro permaneció intacta y todas las inseguridades que tuvo antes, siendo humano, ahora se desvanecían con la seguridad de ser un neonato y eternâ. 

 

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𝕰𝖙𝖊𝖗𝖓𝖆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora