IV - Recuerdos

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Áine y Eddie bajan a desayunar y se sientan en la mesa mientras Cedrick sirve los platos de comida

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Áine y Eddie bajan a desayunar y se sientan en la mesa mientras Cedrick sirve los platos de comida.

Eddie mira nervioso al hombre cuando le pone su plato al frente y le sujeta el brazo para mirarlo a los ojos.

—¡Gracias por todo! —le dice a Cedrick — Sé que mi memoria está muy mal, pero estoy consciente de que han sido muy amables conmigo, me han ayudado mucho y sin pedir nada a cambio.

—Sí queremos algo a cambio —comenta Brigitte.

Áine le golpea la pierna por debajo de la mesa y la rubia guarda silencio.

—No tienes nada que agradecer —responde el hombre —. Puedes quedarte aquí en casa y recuperarte por completo. Creo que eso será lo mejor para todos. Te necesitamos cerca —le da una palmada en el hombro.

Eddie no ha entendido muy bien a qué se refiere, pero le responde con una sonrisa.

Todos se sientan a comer y lo hacen en silencio.

Áine le presta especial atención a Eddie. Le resulta interesante ver cuál es su nivel de apetito después de pasar tres meses sin probar bocado, pero en lugar de eso, nota que el chico sostiene el tenedor con una mano y lo mira sin saber qué hacer.

—Lo harás mejor con eso —dice la chica, quitándole el tenedor y poniendo una cuchara en su mano.

Eddie le sonríe y asiente para empezar a comer de manera lenta.

Para Áine resulta demasiado dulce el hecho de que Eddie desconozca tantas cosas por el hecho de ser un lobo la mayor parte de su vida y ahora por haber perdido su memoria.

Al terminar de desayunar, Brigitte lleva los platos al fregadero y se encuentra con Áine empezando a lavar lo del desayuno. Aprovecha estar cerca de ella para hablar sin que los hombres las escuchen.

—Iré con Cedrick al pueblo por algunas cosas —dice la rubia—. Necesito que aproveches el tiempo con Eddie.

Áine la mira extrañada y frunce el ceño.

—¿A qué te refieres?

—Necesitamos que lo hagas recordar todo de una buena vez, mientras más pronto mejor.

—¡No puedo obligarlo a recordar algo que no puede! —susurra, mirando por encima de su hombro a Cedrick y a Eddie hablando en la mesa.

—Creo que no estás entendiendo la urgencia del asunto. Si el tal Dmitri se aparece por aquí y Eddie no recuerda nada ¡Nos va a matar a todos sin problemas! El chico no se puede transformar mientras no recuerde nada así que no me importa lo que hagas, usa cualquiera cosa o haz lo que tengas que hacer con tal de que pueda recordar su pasado.

Esto último lo dice con un tono bastante insinuante que le llega a molestar a Áine. Sabe que no obligaría a Eddie a nada. No está dispuesta a forzarlo o estresarlo más porque sería algo contraproducente. Después de su charla con Cedrick, sabe que el chico necesita apoyo y tiempo, así que está dispuesta a brindárselo con tal de que todo sea lo menos traumático posible.

El Lobo que soñó con ser Hombre - 1 y 2 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora