En su regreso a Escocia, Áine espera encontrar un poco de calma. Contrario a ello, encuentra el amor de una manera tan peculiar que agita toda su vida.
Termina enamorada de una criatura que ni en sus más recónditas pesadillas hubiera imaginado.
Amb...
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Todos se quedan petrificados en su lugar al ver a Dmitri caminar hacia ellos.
Eddie siente escalofríos y repulsión cuando el lobo lo llama primor. Lo tiene cerca de su rostro que puede ver los dientes afilados dentro de su hocico.
Lejos de intimidarse, el chico suelta su arma y finge recordar algunas cosas.
—Finalmente vuelvo a verte, Dmitri —dice mirándolo a los ojos. Comienza a caminar hacia la puerta, con la intención de alejar al lobo de su familia y hacerlo caer en la trampa para osos.
Dmitri se gira y comienza a seguir a Eddie.
—Debo admitir que yo también te extrañé —le musita—. Te extrañé tanto que iba a visitarte a tu tumba —se pone en cuatro patas y le sonríe.
Brodie no deja de ladrarle y Brigitte se pone en cuclillas para tratar de callarlo.
—Visitaba esa mugrienta cripta, esperando el día en que regresaras —continúa con una voz sínica—. Incluso veía a tu amorcito, sentada en la nieve y llorando por ti —pone los ojos en blanco y se gira para ver a Áine.
Cedrick mira el bote de gasolina junto a ellos y saca discretamente, un encendedor de su bolsillo.
—No le hice nada, porque me entretenía verla llorar junto con ese ridículo perro que carga con ella —vuelve a mirar a Eddie y él le sostiene la mirada.
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—Pues volví y aquí estoy—espeta el chico.
—Eso lo sé, primor —le sonríe y se acerca a él—. Hace días noté tu esencia en el bosque y la seguí hasta la casa de los McAllister. No fue muy difícil dar contigo —frota una de sus garras en la mejilla del chico.
—¿Qué quieres? —se aleja de su contacto— ¿A qué has venido?
—A verte —se sienta sobre sus patas traseras y enrolla su cola alrededor de su propio cuerpo—. De verdad tengo curiosidad por saber qué se siente volver de la muerte.
—No creo que hayas venido solo a eso, tú no haces nada sin un fin específico —entrecierra los ojos con suspicacia.
Dmitri no ha notado que Eddie no puede recordar nada, el chico hace un buen trabajo en hablarle de manera familiar.
