𝙰́𝙲𝙸𝙳𝙾 (+18) 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇

Capítulo 10.

Día seis: Jueves.

—Preparados... ¡Comiencen!

El sonido del arma a fogueo se escuchó por todo el bosque. Nuevamente llevábamos pañuelos de nuestros respectivos colores en el brazo para distinguirnos. La actividad se había divido: Rojos contra verdes y amarillos contra azules. Los ganadores de ambos se enfrentarían por la mayor cantidad de puntos y claro, queríamos arrebatarle esa sonrisa presumida al idiota de Tom.

Me até el cabello antes de cruzar hacia la zona enemiga, iba junto a Bill y Fiorella mientras Liz junto con Matt y Brad se movían por el otro extremo del bosque, sabiendo que sería más probable desviar a los del equipo verde desde ese lado. La pelirroja era ingeniosa y muy veloz, si todo salía como habíamos pensado, ella sería lo suficientemente inteligente como para desviar a los verdes de su base y así, habiendo pocos donde creíamos que tenían su bandera, Bill, Fio y yo podríamos capturarla para llevarla de vuelta a nuestro territorio, ganándole a ese idiota de Tom.

—Aquí es donde deberíamos separarnos ¿No? —murmuré cuando nos ocultamos tras unos arbustos. Bill me miró sonriente y Fiorella temerosa, pero ambos asintieron.

Yo me reí, era debido a los nervios.

—Sé que la bandera de los verdes la escondió Tom. Soy su gemelo, Dios. Sé lo que ese idiota de rastas piensa —susurró Bill—. Y conociéndolo... o la escondió en alguna parte alta de un árbol... o cerca del lago pequeño.

Lo miré con una expresión pensativa.

—Liz cree que puede estar en el lago —dije —, pero teniendo en cuenta lo que dices... Tom no se despegará de esa tonta bandera. Estará cerca.

—Querrá atraparte —me soltó Fiorella con una expresión difícil de descifrar, entre... ansiosa y quizás molesta.

—¿Por qué lo dices? —cuestioné mirándola  a los ojos. Bill se quedó callado de golpe.

—Porque lo dijo en la mesa ¿No? Parece algo personal.

Fruncí el ceño, Bill se levantó y comenzó a mirar a nuestros alrededores, asegurándose de que estábamos solos. Era eso, o no estaba interesado en oír aquella conversación que involucraba a su hermano. Me aclaré la garganta y miré a mi amiga.

—¿De qué hablas? Solo vamos al lago por esa tonta bandera...

—El problema es contigo, tú ve primero y seguramente Tom querrá capturarte, te llevará a la cárcel y podremos buscar la bandera mientras él esté... ocupado —dijo Fiorella encogiéndose de hombros, como si fuera algo obvio. Me quedé en silencio un momento... ¿Ella estaba celosa?

—Suena bien —dijo Bill con una expresión más animada que mi amiga, apretándome la nariz al estar de pie delante de mí.

Maldición, sonreí sin poder evitarlo. Qué buena vista desde allí abajo. Al darme cuenta de cómo lo estaba mirando, pestañeé un tanto nerviosa y me levanté.

—¿Quieren que sea la carnada? Bill, pienso que él querría ir por ti primero ¿no? —me quejé en voz baja, estábamos en territorio enemigo y no podíamos darnos el lujo de hacer ruido. Fiorella se encogió de hombros y se echó a caminar rápido, ocasionando que la siguiéramos sin tener otra alternativa.

—Cuando estemos llegando, nos separamos.

Dijo ella sin voltear a vernos y por alguna razón, me quedé en silencio sin cuestionarla. ¿Por qué me sentía extrañamente culpable? ¿Era malo que Tom me hablara más que a ella? Hasta me parecía estúpido, ni siquiera me interesaba interactuar con él.