Día catorce: Viernes.
— ¡En orden chicos! Recuerden que hay disfraces para todos. No se desesperen. Entren con cuidado —el supervisor Parker estaba parado junto a la entrada, manteniendo la puerta abierta de par en par para permitirnos ingresar.
No éramos los primero en llegar; la enorme sala principal de la base del campamento ya contaba con varios campistas en su interior. Habían varias mesas y pecheros con ruedas, dejando ver una infinidad de disfraces de todos tipos y diseños, probablemente más de los que necesitaríamos.
Solté delicadamente la mano de Bill solamente cuando cruzamos el umbral de la puerta. Él me dedicó una mirada rápida y cálida, sonriéndome como cada vez que nuestros ojos se encontraban.
Y ahí estaban de nuevo las mariposas.
—Cambia esa cara de tonta y busca algo sexy —la voz de Liz me sacó de golpe del transe en que Bill me había dejado, haciéndome pestañear con rapidez en un intento por despabilar. Ya había imaginando mil vidas junto a él en mi loca cabeza.
—Es un campamento de verano, Liz. ¿Crees que nos traerán disfraces para parecer prostitutas? —cuestioné de inmediato, revisando un par de los que estaban colgados en el pechero frente a mí. Tomé uno al azar y lo saqué, echándome a reír junto con la pelirroja. Era un disfraz completo de vaca, con ubres y todo.
—¿De verdad nos trajeron esa mierda? —preguntó Liz sin poder creérsela, dándole un golpecito a Fiorella para llamar su atención y que también viera aquella aberración.
La castaña se cubrió la boca para reír bajito, haciéndonos sonreír.
—De todos modos estoy segura que algunas se las ingeniarán para verse como prostitutas —prosiguió Liz, revisando la fila de disfraces junto a la mía.
Bill, Tom y los demás chicos estaban en el otro extremo de la sala junto con otros campistas, aparentemente viendo disfraces ''aterradores''. Me aguanté la risita cuando me percaté de que Bill me estaba haciendo señas, enseñándome (aparentemente) un disfraz de zombie.
Daba igual el que escogiera, Bill se vería bien con cualquier cosa.
Intenté concentrarme en lo que tenía en frente, pensando en qué disfraz de mierda podría quedarme bien. Un sombrero marrón me llamó la atención, extendiendo mi mano de inmediato para poder alcanzarlo, pero rápidamente me lo arrebataron sin siquiera darme oportunidad: el idiota de Tom.
— No sabía que te gustaban los piratas, Juliette —dijo este en un tono neutral, hablando lo suficientemente despacio como para que nuestra conversación no la oyera nadie más. Lo fulminé con la mirada cuando me percaté que se había puesto el maldito sombrero.
Tomé el resto del disfraz de mala gana, sacándolo del pechero con brusquedad, llamando la atención de mis amigas. Era un conjunto completo de pirata.
— No te queda. Dámelo —dije sin tanto rodeo, tomándome mi tiempo para mirar su rostro. Al parecer ya se le había hecho costumbre esa expresión presumida que casi siempre hacía. Claro, siempre que tenía ganas de joder mi existencia.
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𝙰́𝙲𝙸𝙳𝙾 (+18) 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇
Fanfiction→፧ 𝖳𝖺𝗇 𝖾𝗇𝗀𝗋𝖾𝗂́𝖽𝗈, 𝖾𝗀𝗈𝖼𝖾́𝗇𝗍𝗋𝗂𝖼𝗈, 𝗂𝖽𝗂𝗈𝗍𝖺... ¿𝖢𝗋𝖾𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗉𝗈𝖽𝗋𝗂́𝖺 𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋 𝖺𝗅𝗀𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝖾́𝗅? 𝖤𝗌 𝖾𝗅 𝗌𝖾𝗋 𝗁𝗎𝗆𝖺𝗇𝗈 𝗆𝖺́𝗌 𝖽𝖾𝗌𝗉𝗋𝖾𝖼𝗂𝖺𝖻𝗅𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗑𝗂𝗌𝗍𝖾, 𝗌𝗈𝗅𝗈 𝗎...