Por instinto, una de mis manos fue directamente hasta mi boca, pasando el dorso por mis labios como si quisiera limpiar lo que acaba de suceder. Nos topamos con Tom de frente, Bill traía una mirada asustada, mientras que yo solamente pude mirar al de rastas con cierta ironía, como si estuviera disfrutando la expresión de confusión que acababa de aparecer en su rostro.
—¿Estoy interrumpiendo algo o por qué esas caras de mierda? —soltó Tom, tragando saliva al bajar la mirada por el cuerpo de su hermano, concentrándose en el pantalón desarreglado. Fue evidente su mueca de desagrado.
—Sí, nos interrumpiste —solté yo.
—¿Qué está pasando, Bill? —preguntó Tom sin voltear a verme, solo mantenía su mirada fija en el rostro de su hermano, quien parecía estar incluso un tanto asustado ante tal alboroto. Sin decir nada más, me paré firme entre ambos hermanos cuando noté que el de rastas quería avanzar, impidiendo su paso.
—Tom, por favor. Con Julie solo... estábamos besándonos ¿Acaso quieres estar presente también? —murmuró Bill, logrando que su voz tomara fuerza poco a poco antes de poner una de sus suaves manos sobre mi hombro.
—De hecho, no me molestaría —en ese instante, el de gorra sí bajó la mirada, viéndome directo a los ojos antes de relamer su labio —. Incluso podría jurar que duro mucho más que mi hermano.
Supuse que el sonrojo en mi rostro fue evidente, ya que Tom soltó una risa tonta, Bill bufó un tanto avergonzado y, sin ganas de querer continuar con la conversación, Tom se dio la media vuelta para comenzar a caminar con dirección al campamento.
—Idiota... —susurré apenas, volteándome para prestarle atención al pelinegro quién parecía estar un tanto molesto por aquellos comentarios. No era novedad que Tom lo molestara así, hasta a mí se me hacía una actitud infantil e insoportable.
—Los chicos los estaban buscando, pero les diré que siguen ocupados —y se rio otra vez, caminando sin prisa hasta perderse entre los árboles.
—No le hagas caso a esos comentarios estúpidos, Bill...
—¿Fue demasiado obvio lo que hicimos? ¿Y si me escuchó? —su mirada se conectó con la mía, dejando ver el nerviosismo en sus ojos. Sin pensarlo mucho, acuné su delicado rostro entre mis manos y besé la punta de su nariz, despacio.
—Quédate tranquilo, Bill. No hicimos nada malo.
Bill me dedicó una sonrisa, una de esas que me hacían latir el corazón mucho más rápido de lo normal y se acercó a besar mis labios. Bastó eso para que los hombros de ambos se relajaran, convenciéndonos que lo que acababa de pasar, había sido perfecto.
(...)
La mirada de Tom no se despegaba de nosotros. ¿De verdad había notado lo que acabábamos de hacer solo con mirar el pantalón de su hermano? Bufé tratando de pensar en otra cosa y me incliné hacia un lado, apoyándome en el hombro de Bill mientras asábamos malvaviscos en la fogata. Estábamos la mayoría al rededor, aunque... esa noche, la chica del grupo de Tom, Anne, parecía estar concentrada en el de rastas, más de lo normal, puesto que desde el inicio de la caminata había parecido rendirse ante Rubí, quién estaba unos metros más allá de Tom, solo echándole miradas poco disimuladas. ¿Qué eran lo que ellas le veían? ¿Sería bueno besando? ¿Bueno... en la cama? No me interesaba, no era algo que llamara mi atención, pero me sorprendía lo que ese idiota causaba en las chicas de su alrededor.
Tal vez estaba muy hundida en mis pensamientos, o al menos lo suficiente como para no percatarme de que Tom se estaba riendo sin dejar de verme, riéndose en serio, soltando carcajadas. Solo ahí pude reaccionar y le presté atención a la voz de Bill.
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𝙰́𝙲𝙸𝙳𝙾 (+18) 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇
Hayran Kurgu→፧ 𝖳𝖺𝗇 𝖾𝗇𝗀𝗋𝖾𝗂́𝖽𝗈, 𝖾𝗀𝗈𝖼𝖾́𝗇𝗍𝗋𝗂𝖼𝗈, 𝗂𝖽𝗂𝗈𝗍𝖺... ¿𝖢𝗋𝖾𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗂𝖾𝗇 𝗉𝗈𝖽𝗋𝗂́𝖺 𝗌𝖾𝗇𝗍𝗂𝗋 𝖺𝗅𝗀𝗈 𝗉𝗈𝗋 𝖾́𝗅? 𝖤𝗌 𝖾𝗅 𝗌𝖾𝗋 𝗁𝗎𝗆𝖺𝗇𝗈 𝗆𝖺́𝗌 𝖽𝖾𝗌𝗉𝗋𝖾𝖼𝗂𝖺𝖻𝗅𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝖾𝗑𝗂𝗌𝗍𝖾, 𝗌𝗈𝗅𝗈 𝗎...