One Shots | Eddie Munson

-I do not need help-

Pov: Trabajo en casa. Tratabas de mantener tu concentración en el cuaderno, pero estabas demasiado nerviosa en cualquier movimiento que pueda hacer Frank, quien era tu padrastro.

—Cariño, por qué no vas por unas cervezas —Hablo Frank — mueve ese trasero.

—Estamos haciendo tareas.

—Solo pierden su tiempo, ve y trae unas cervezas para tu amigo y para mí, rápido

—Estoy bien, gracias señor —Respondio Eddie.

—Munson, ¿Cierto? —Eddie asintió — si a las mujeres no le dices que hacer, harán lo que quieran siempre. Esa es la ley de la vida, aprende eso hijo. T/n, las cervezas ahora.

—Bien —Respondiste dejando de lado el cuaderno. Eddie no estaba conciente de lo que estaba ocurriendo, hasta que vio como el mayor te había comido con la mirada cuando cruzaste frente a el y te había dado una nalgada.

—Mejor trae el Whisky, está arriba —Dijo el mayor, T/n dejo las cervezas para alcanzar el Whisky pero estaba demasiado alto — por eso hay que mantenerlas a raya, no saben hacer absolutamente nada.

El mayor se puso de pie para ir a la cocina, Eddie se puso de pie al instante —Oiga señor, yo la ayudare —Le dijo Eddie, Frank se acerco a ti posando sus manos en tu cintura. Trataste de apartarte pero te tomo con fuerza.

—Tranquilo, ella acepta mí ayuda. ¿No es asi, cielo?

Eddie te tomo del brazo para dar un fuerte jalón y ponerte a su lado, alejándote de aquel hombre —Le dije que yo la ayudare, tome asiento.

—¿Crees que puedes darme órdenes, niño estúpido? —Se molesto Frank, tomaste de la mano de Eddie por miedo.

—Espera afuera, T/n —Le dijo Eddie.

—Ella no se irá a ningún lado, T/n ven aquí.

—Puede irse al diablo —Eddie lo empujó al ver qué intento acercarse a ti, lo golpeo un par de veces en el rostro dejándolo tirando en el piso — corre, corre —Te tomo de la mano nuevamente para salir de la casa.

Cuando ambos estaba calmados, Eddie decidió dar el primer paso para hablar de lo que había pasado. Tan solo pensar en todo lo que pudiste haber vivido junto a ese hombre, solo le herivia la sangre del enojo.

—¿Por qué no pediste ayuda?

—Fue una mala idea estudiar en casa —Limpiaste tus lágrimas.

—Eso es lo de menos, ¿Por qué no me dijiste que ese hombre te hacía daño?

—No es tan fácil hablarlo, ni siquiera mí propia madre me creyó la primera vez que le conté que ese viejo asqueroso quiso hacerme algo. Solo tenía siete años —Eddie tomo de tu mano — Mamá apenas me tolera, no me cree ni siquiera una palabra.

—¿Lo hablaste de nuevo con ella?

—Trate y cuando le dije que el me tocó, me dijo que había sido mí culpa, que yo lo había provocado con mí ropa...

—Sabes que no es asi, y lo sabes —Eddie tomo tu rostro con cuidado para besar tu frente — nadie puede tocarte sin tu consentimiento, la ropa no es una justificación para ser un abusador.

—Lo siento... —Rompiste en llanto para abrazar a Eddie quien correspondió al instante al abrazo — no quería que vieras eso.

—Tranquila, estoy aquí —Acaricio tu cabello para darte calma — estoy aquí, nadie podrá hacerte daño.

—Tengo que volver a casa.

—No, no ni lo sueñes —Se negó por completo — vivirás conmigo y con mí tío.

—Eddie, tu tío jamás aceptara que me quedé contigo.

—Mentiremos algo, pero te quedarás aquí —Eddie ya había limpiado la habitación y acomodado lo más que pudo — no muevas la sábana, el colchón no... Bueno, tuvo mucho uso, ya sabes.

—Sabes que no es posible.

—Prefiero matar a ese infeliz, antes de que vuelva a ponerte una mano encima —Expreso — no dormiré tranquilo si se que vas de nuevo a ese infierno.

—Gracias Eddie, eres un buen amigo.

—Haría lo que fuera por ti, y lo sabes.