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Mirai se concentró en secar sus lágrimas mientras no estaba segura de si seguía o no escuchando la conversación, si es que había una.

Y, si bien ella había logrado secar las lágrimas que le daban unas dolorosas caricias de debilidad, ver el rostro de Teru le generó un vacío en el pecho.

Parpadeó varias veces, y le hubiera gustado no haberse cortado el recto flequillo hace un par de semanas, así... quizás podría haber cubierto sus ojos.

No para que él no la viese llorar... Sino para ella no verlo a él, porque se sentía culpable.

Por eso salía con ella a todos lados.

Por eso estaba tanto tiempo con sus hermanos y con Arata.

---Oye... Mirai...--- le dijo.

Era, por eso: ella estaba arruinando su vida social. Antes de ella, le llovían las rosas rojas, los dulces, y las cartas de amor.

Ahora, sólo era blanco de ese amor cuando estaba... sólo. Sin ella.

---No te encuentras bien pero... ¿Te duele algo? ¿Físicamente?

---¿Qué vas a hacer?--- espetó Mirai, con una carcajada estúpidamente fingida, mientras se centraba en no llorar tanto--- ¿Llevarme a la enfermería?

---¿Eh?

---Claro, la enfermera tendrá razón de todas formas. Seguramente dirá que somos parte de un complot contra el gobierno, o algo así... Patear perritos. Eso es lo único que me falta.

Silencio.

Mirai esperaba una ofensa pero... Sólo obtuvo silencio.

Un silencio abrumador... Doloroso, y abrumador.

---Perdón--- se arrepintió Mirai--- Lo siento. No quería sonar demandante. No me importa lo que diga de mí... sólo importa que tú no...--- Mirai, cuando levantó la vista, pudo observar a Teru sosteniéndose el estómago.

Estallando en carcajadas.

Histéricamente.

Y no tenía sentido.

Teru se presionó el estómago con más fuerza mientras se reía.

---¡Teru! Ay, no. Carajo... No te rías así, te vas a abrir esa puñalada otra vez... Ay...--- se quejó Mirai mientras le sostenía ella misma los vendajes del abdomen.

Y él sólo se reía.

---¡Ya!

---¡Lo siento! Lo siento... Es que...--- se cubrió los labios con una mano para no reír--- Es que... Patear perritos es tan horrible... ¿Por qué se te ocurren esas cosas, Mirai? ¿Qué no ves que se me va a salir el hígado si se me abre ésto?

Mirai lo miró en silencio.

Y recordó algo.

Algo que le gustó.

---¿Ah? ¡Ah, pero claro que cambiamos, Tonta! Si es que, ¿No ves que cuando pasas mucho tiempo con alguien, al final acabas hablando como esa persona? ¡Claro que nos parecemos!

La voz de Teru sonaba tan hermosa siendo informal.

Le gustaba tanto...

---¿Cómo se te va a salir el hígado, hombre? Te lo voy a sacar yo a las patadas si te sigues siendo así... Te vas a lastimar.

Teru se carcajeó nuevamente, haciendo que Mirai le tomase los hombros.

---¡Perdón! Lo siento muchísimo, de verdad... Es que... Es que tiene... No tiene correlación, lo que dices.

---¿Y? Tú me entendiste.

---No dije que hablaras mal... No dije que me moleste tampoco--- Mirai se alejó de él al oírle decir aquello. Y él sólo le sonrió.

Le sonrió porque, si le contaba que tenía que cumplir con la sociedad... No como cajero, ni como estudiante, con un trabajo de medio tiempo normal... Sino como un exorcista... Ay, pobre de él si le decía eso.

Seguro que se reiría.

O le diría algo así como "no, bueno... No te creo. Pero supongamos que lo hago, y que es así... ¿De verdad lo harás de nuevo? Llegar a mi casa magullado y sangrando...".

---Me gusta tu voz--- dijo Teru. Quería decir muchas cosas... Pero, antes de decirle nada. Quizá debería esperar la paz y el cariño de un silencio de Mirai--- Y me gusta que me regañes.

Mirai se sonrojó completamente. Y cuando no dijo nada, Teru dio un respingo al entenderlo.

---¡No! Es decir... No lo digo como algo raro. Formulé mal... Perdóname, quise decir que...--- se aclaró la garganta. De repente, la herida en su abdomen, que aún cerraba, comenzaba a picarle--- ... Que... No sé. Es que, te preocupas por mí. Por todo lo que hago. Y te preocupaste lo suficiente para recogerme en la calle ensangrentado.

---Lo hice porque eres tú. No porque sea particularmente una buena persona--- dijo ella, intentando ser firme con sus propias emociones y no llorar.

---Lo sé. Haces mucho por mí y no me pides nada.

---Bueno... Te tengo para mí los fines de semana, ¿No? Eres divertido.

Teru se sonrojó.

---No... O sea, yo también quiero ser eso para tí--- admitió. Le tomó las manos, puesto que ella amenazaba con continuar raspando sus pobres mejillas con sus manos--- Yo también quiero que me veas preocuparme por tí. Y por eso no quería decirte lo que sucedió... Seguro que te reirás de mí o... O te enojarás...

---¿Tan débil me crees?

---Oh, no. Es al revés, ¿No? Cuando más entendemos las cosas, a veces más las odiamos... Porque contemplamos más probabilidades... Y eso nos duele. Por eso no quiero que te preocupes por mí nunca más.

Mirai frunció el ceño.

Y le colocó un dedo sobre el pecho.

---Escucha, tarado. Tú no me estarás queriendo decir que te largas y que no vamos a salir a ver bazares estúpidos sin comprar una mierda. Tú no me estás avisando que no quieres hablar más conmigo. Y, ciertamente, no me estas avisando que crees que esta idiota que tenemos por enfermera, que ojalá me oiga, tiene toda la razón del mundo y te ha abierto los ojos.

Teru se quedó en silencio.

Sólo pudo tomarle la mano que tenía sobre su pecho y colocarla sobre su propio corazón, con nervios.

---¿Bromeas? ¡Eres genial! No me iría ni aunque me pagaran. Ya trabajo. No necesito...--- y ahí lo notó. Que no le estaba diciendo nada al final--- No me iré si no quieres que me vaya. Pero...

---Ah, no. No quiero, gracias por preguntar.

---¿Eh?

---Pues, que no. ¿Qué pasa? ¿Era retórico y tenía que decir que sí?

---Eh... Bueno... No--- Mirai frunció el ceño al verlo balbucear.

---Bueno, perdona. No lo volveré a preguntar. No me iré aunque te enojes conmigo.

Se formó un silencio que para Teru era incómodo... Pero sólo lo fue por tres segundos, hasta que Mirai colocó su otra mano sobre la mano de Teru. Sintió sus latidos. Y esperó no tener que quitarse nunca.

---Bien. Ahora, dicho eso, ya puedes contarmelo todo. Y si has matado a alguien... Enhorabuena, esconderemos el cuerpo juntos--- dijo Mirai, guiñando un ojo en broma.

Teru suspiró, aliviado.

* * *

Feliz comienzo de semana!!!!!! Hoy ya es el cumpleañitos d mi mejor Amichi así q nada, como ella lee esto toca hacer más actualizaciones ésta semana como parte de su regalo👉👈

Flowers Of Grateful | Minamoto TeruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora