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GENTE en éste capítulo se termina de introducir al personaje latino del crew ahre, hablando de eso, viendo nombres antes,, me di cuenta de que los más comunes en series extranjeras o cosas así son Ana, María, Paula, Clara y nombres tipo Carolina👍👍

Also, el capítulo diez TODAVÍA no lo puedo poner en su lugar lpm me tiene re caliente eso

***

Se sentía extraña, pero todavía pensaba en él.

Todavía pensaba en el Teru tan amable y tan orgulloso de su amigo, visiblemente enamorado, siendo un poco idiota, con la chica que le gustaba.

Esa noche, en la cena, Arata había comentado que estaba ultra dispuesto a trabajar duro para conseguir el amor de esa muchacha.

Mirai, entre sus pensamientos mientras el bullicio de la multitud le golpeaba las orejas, pensaba y por poco que no hacía ese extraño gesto de "es que tú evidentemente disfrutas de complicarte la vida" que le había hecho ella al oír su declaración de guerra.

En el inglés le iba bien sólo si se dedicaba a estudiar horas y horas la noche anterior, porque realmente no había forma de que lo entendiese... ¿Qué demonios podría hacer éste chico, en su ignorancia, para conseguir el afecto de una persona que venía de intercambio?

En realidad, y de hecho, ahora que la tenía al lado suyo, sentada en un banco mientras Miyabi había desaparecido por ahí, le daba una enorme vergüenza.

Sólo había descubierto su nombre, y le costaba mucho más de lo que pensaba el pronunciarlo. Y más le costaba, si su mente divagaba con estupidez hacia recuerdos porque, se le hacía realmente incomodo conocer a una persona de esa forma.

---No sé, no me sale--- jugó con sus dedos por un momento. Se rió incómodamente--- No te sientas mal si te llamo Secretaria en vez de...

La del cabello castaño y rasgos evidentemente exóticos, se inclinó hacia atrás, mirando el cielo.

---Paula--- admitió, con simpleza.

Mirai se cruzó de piernas, y el sonido de los jeans rozándose entre ellos llamó la atención de la extranjera, haciendo dirigir su mirada hacia ella.

---No es justo, suena fácil si lo dices tú.

---Pues, me costó entender que... las personas de hecho tienen diferentes acentuaciones en el japonés--- explicó ella--- Así que si te sirve de algo, es más confuso eso, que el hecho de que nací bajo uno de los nombres más comunes de mi país.

---¿Qué significa?--- inquirió, como era un nombre que no se escribía similar a ninguno que hubiese visto, la verdad es que en los mensajes de sus hermanos y Arata, le llamaba la atención.

La muchacha frunció el ceño. No recordaba haber visto un gesto tan marcado como ése en muchas personas de Japón.

Y, mientras pensaba en ello, una voz alzó vuelo por aquel lugar. La voz del tesorero del consejo estudiantil.

---Eso es contenido para otra clase--- afirmó con seguridad, la chica.

---¿Por qué?

---No es un significado especial.

Mirai se permitió codearla mientras se ponían de pie al ver llegar a Miyabi y a Arata.

---Es especial porque es tuyo, ahora vamos con los demás.

La idea de salir temprano a una maratón no era el plan de sábado que Mirai tendría, puesto que en realidad los utilizaban para dormir un poco más. Y mucho menos, para una especie de cita con las demás personas de lo que parecía ser un recién formado grupo.

Mirai se sintió extremadamente tensa cuando, por fin, lo que Arata le había dicho estaba cobrando un sentido importante.

---No sabes inglés, ¿Cómo demonios vas a casarte con ella?

---¿Por qué me casaría, Mirai? No tengo dinero. Vivir es caro--- le había dicho él.

---Porque, literalmente, eres como los perros de la calle. Como los Corgi, tienes la misma sonrisa y si la chica que te gusta te da la mano, vas a molestarla el resto de su vida.

---No haría eso nunca.

---Lo harías, Arata, porque eres así de molesto.

El muchacho había fruncido el ceño y había mirado su comida con un puchero casi invisible.

---Que te conste que iba a decirte algo, pero ya no quiero. Arréglate tú.

Ahora que veía a Teru, con ropa casual... bastante bonita, aunque fuese simple. La verdad es que el hecho de que fuese simple, resaltaba mucho su belleza, y tenía una hermosa sonrisa de una diversión genuina mientras hablaba con los otros dos, que siempre tenían la misma personalidad extrovertida y sociable.

Qué bonita sonrisa.

Le gustaba mucho.

Y, aunque no lo había pensado antes de aquel día en la escuela, estaba más que interesada en la experiencia de hacerle notar que ella era quien le daba... pequeños regalos.

---Buenos días--- se animó a decirle al rubio, con una pequeña sonrisa. Él simplemente devolvió la sonrisa y le saludó de vuelta.

---Buenos días, Mirai--- sonrió con amplitud mientras colocaba sus manos en sus bolsillos.

---No me confundiste con mi hermana, eso es un progreso, Presidente--- él se rascó la nuca con cierta incomodidad. Por un segundo pensó en escapar de la declaración, pero es que... Arata, Miyabi y Paula, cuyo nombre de a poco se acostumbraba a pronunciar porque su apellido era aún más confuso para él, estaban hablando de otra cosa.

Y no quería decir que estaba pendiente de los pequeños detalles de los tres para poder realizar un reconocimiento más sencillo. Y que la más fácil de reconocer era Mirai, porque ella tenía olor a limón, porque si no olía a tabaco usaba el mismo perfume, y hasta porque en sus pruebas de gimnasia anuales le había ido genial.

Porque sus brazos estaban marcados por cargar cajones gigantes.

---Bueno, es que... tu estilo es distinto... y tus...--- se lo pensó mejor, y no tenía nada que decir. En realidad no tenía más que huecos en su mente, pero Teru no quería dejar de responder, le daba... ¿Miedo? Que Mirai le mirase mal--- tus, ojos, tus pestañas. Son diferentes.

Y en realidad no estaba seguro de si eso era realmente verdad, así que intentó chequearlo en los ojos de Miyabi. Inesperadamente, sí las veía diferentes. Pero, la verdad la distinguía porque, en realidad, era la que más escuchaba de los tres. Lo había descubierto después de que hubiesen intercambiado un par de palabras mientras Arata parecía estar en una burbuja de estupidez con la secretaria... puesto que habían comenzado hablando del consejo estudiantil, y habían acabado en una saga de libros a las que no le había prestado atención.

Mirai sintió que el corazón le dio un vuelco. No quería dejarse llevar porque alguien fuese tan cursi con ella, pero al mismo tiempo... Minamoto Teru, el maldito Presidente del consejo estudiantil y el príncipe de Kamone le estaba haciendo un cumplido.

---¿Quién hubiese pensado que eras así de detallista, Teru? Mis pestañas se sienten felices--- parpadeó repetidas veces para poder rematar su comentario, haciendo reír al joven muchacho. Y ella se contagió.

Hablaron un poco más, hasta que pudieron ver que los demás les hablaban para ya irse y finalmente acomodarse en sus respectivos lugares para ver la carrera.

Mientras se acomodaban, Paula le dió un pequeño codazo a Teru con una sonrisa. Mientras que éste negó con la cabeza con cierta vergüenza.

---Ah, es verdad. Había olvidado que eres fiel al miedoso de las cartitas.

---¿Por qué miedoso?--- le discutió el rubio a la castaña. Ella se encogió de hombros.

---No te escondes tras unas notas para conquistar a alguien--- afirmó la secretaria del consejo estudiantil con toda la seguridad del mundo.

Y Mirai sólo pudo fingir que no había oído nada, pensando mentalmente: ¿Cómo que no?

Flowers Of Grateful | Minamoto TeruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora