Flowers Of Grateful | Minamoto Teru

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no me gusta mucho el capítulo como tal, pero sirve para explayar un poco a nuestra mocosa trabajadora Mirai

Bueno, disJruten 😎✌

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"La hiedra ya ha dado mi mensaje, lo siento mucho por haberte ofrendado una vida corta".

Teru miró con curiosidad el papel, que parecía arrancado de forma improvisada de una libreta.

-¿Por qué abrazas la maceta?

-No quiero que se caiga. Y no la abrazo, la sostengo- explicó simplemente, antes de salir del salón, seguido de Arata.

-La estás abrazando.

-Feliz San Valentín- esquivó rápidamente.

-Lo siento, Teru, no siento lo mismo por ti- espetó riéndose el otro.

-También es el día de la amistad.

La carcajada amarga del muchacho lo hizo mirarlo extrañado.

-Esa es una excusa para la gente que está sola, Teru- afirmó.

-No tienes novia.

-Todavía, amigo mío, todavía...- miró su celular- De hecho, quiero llegar al trabajo para conservar mi sueldo y mi vida. A esos los quiero antes de tener una novia.

-¿En serio?- indagó Teru. Arata asintió enérgicamente.

-Primero el dinero, y luego invitarla a una librería, ¿no te parece?

-¿Por qué una librería?- nuevamente, inquirió el muchacho con curiosidad.

-Lo entenderás cuando funcione- espetó el muchacho con muchísima confianza, haciendo que Teru acabara pensando en ello.

-Hasta mañana, entonces. Ya me contarás cuando funcione.

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Mirai acomodaba una liga en su cabello, casi atándolo, cuando una mano delgada le revolvió los cabellos.

-Lo hiciste genial, Mirai. Lo hiciste genial- halagó Arata, y Mirai se dio la vuelta para regañarlo o golpearlo.

No lo hizo. Arata le sonreía con mucho ahínco.

-Abrazaba la maceta, así- dijo, posicionando su mano derecha en la base de un recipiente invisible, mientras que con la izquierda la cubría por los costados para mantenerla cerca de su pecho.

-Lo vi.

-¿Lo viste?- Arata se limpió una lágrima inexistente- ¡Él te apacigua! Tienes totalmente mi aprobación, cásense, denme sobrinos, lo que sea. Estén mucho tiempo saliendo juntos- pidió, determinado.

-No quiero salir con él- espetó Mirai, dándose la vuelta para volver a hacer su coleta.

Arata se colocó delante de ella.

-¿Cómo que no quieres?

-No quiero. Sería una molestia, ¿no tiene a toda la escuela detrás? Quemarían mi pupitre... o algo así.

-¡Pero se entristeció cuando le dijimos que la flor no iba a durar más de cinco días!- Arata exclamó, incomprendido.

Mirai se dio la vuelta.

-¡No quiero, Arata! Sólo no quiero- Arata infló las mejillas, cruzando sus brazos en un berrinche silencioso, al que Mirai intentó calmar- Tener una relación implica tiempo, un tiempo que no tengo- señaló la puerta que daba al mostrador de la tienda, desde de la pequeña salita que usaban como vestidor o sala de descanso- Eso es para lo único que tengo que tener tiempo, y eso tú lo entiendes, ¿verdad?

-Lo sé, pero necesitas tiempo para ti. No vas a pasar toda tu vida aquí dentro porque...- Mirai lo miró con una sonrisa sin ninguna gota de gracia.

-¿Porque somos muy jóvenes para que alguien deba depender de nosotros?- se adelantó- Porque lo hacen.

-Cierto- admitió Arata, entendiendo que por más que lo intentara, Mirai era terca y no cedería- También dependo bastante de ustedes- Mirai asintió.

-Exactamente. Ahora, ¿puedes encargarte del mostrador?- inquirió.

-Creí que estábamos discutiendo- admitió Arata con una sonrisa.

-No me gusta discutir- aclaró- Y eso ya lo sabes.

-¿Quieres encargarte de registrar las compras?- Mirai sonrió.

-Sin problemas.

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Al estar solos, el lugar era silencioso, porque solía ser difícil mantener una conversación con una persona como Mirai.

Mirai, de alguna forma, y por más que se le preguntara algo sobre un tema tan abierto como para expandirse y pasar veinte minutos hablando, podía resumir su respuesta en un "si", un "no" o, en caso de estar de buen humor, una oración del estilo "puede, no lo había pensado".

A no ser que tocara un tema en que Mirai necesitara explicar.

-Las plantas son costosas, Mirai- argumentó, y la chica no supo a qué se refería en un primer momento. Lo miró con una ceja arqueada- Le estás dando plantas a Teru, pero las plantas son costosas. No planeas darle una por día, ¿o si?

Mirai negó.

-Ahora que sé que se siente responsable por ellas, prefiero darle recomendaciones e instrucciones para cuidarlas- afirmó- Ahora sé que no le gusta mucho la idea de...

-¿Un sacrificio verde?- completó al ver que Mirai se quedaba pensando en qué decir- ¿Entiendes? Como es un "ser verde", no es "sacrificio humano", es "sacrificio verde".

Mirai sonrió.

-¿Eso es todo lo que se te pudo ocurrir?- Arata la señaló con el bolígrafo con el que jugaba, como si la acusara de algo.

-En mi defensa, existir junto a ti es casi aburrido. No hablas mucho, no tienes sentido del humor, no te interesa nada y le hablas más a tus fresas que a mí- espetó- ¡A tus fresas!

-No es asunto tuyo lo que yo discuta con mis fresas- reprochó. Había cuidado y hecho pequeños plantines de fresas, pero tenía uno en su jardín, y solía darle mucha atención sin notarlo, como acariciar sus hojas de vez en cuando, tocar la tierra todo el tiempo para comprobar la humedad, revisar que no tuviera nada que no fuera normal.

-Mirai, necesitas una vida.

-¿Por qué insistes con eso?

-Porque necesitas amigos, necesitas relajarte, necesitas pasar tiempo con tu familia, aprovechar que la tienes. Necesitas vivir tu juventud. Lo único interesante que haces es dejarle notitas y plantitas al presidente del consejo, ¿y qué con eso? Envejeces antes de tiempo.

-Cállate. Sólo lo hice por dos días, ¿qué les pasa? Hablan como si lo hubiera hecho por meses, y no es así.

Arata sonrió, confundiendo totalmente a Mirai.

-Me gustas más así.

-¿Qué?

-Hablas más, eso me gusta- se aclaró la garganta y acomodó sus codos sobre el mostrador con interés, dejando de lado el que Mirai estuviera en el otro lado del salón- Entonces, como ésto hace que hables: ¿qué será la nota de mañana?

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Ola buen día mañana se acaba enero👉👈