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Estoy pensando en tomarme más en serio lo de escribir fanfics y hacer un cafecito para q me ayuden a llegar a fin de mes (o para pagar Netflix y les traigo fanfics más zarpado con contenido más heavy ah q).

TW: menciones de pensamientos de desvivición voluntaria (suicidio), NO DIGAN QUE NO AVISÉ Y YO DESPUÉS NO ME HAGO CARGO. ES UN FANFIC, UNA HISTORIA RANDOM. Los adoro bye.

Es un diálogo nomás pero AVISO POR LAS DUDAS👹👹👹 sépanlo

* * *

---Y eso fue lo que pasó--- comentó Mirai a la secretaria del consejo estudiantil, como si ésta no fuese la amiga más cercana de Teru y, por cierto, como si Teru no le hubiese enviado veintitrés mensajes con links a páginas de lugares posibles a visitar con una cita.

Diremos que, en defensa de Mirai, ella no lo sabía.

O quizás sí, pero también necesitaba una amiga.

A todo ésto, la muchacha frente a Mirai no podía dejar de asentir con la cabeza: se sentía como un libro donde puedes ver los puntos de vista de todos los implicados y, bueno, te está gustando.

---Y también me contó algo... --- dijo Mirai, con el tono de confesión que la misma Paula había utilizado de pequeña cuando iba a la iglesia. Y tomaba clases aburridas.

Ella, en realidad, no creía en Dios de esa forma, pero había de reconocer que, después de muchos años de practicar exactamente el mismo libreto entendía que ese tono de culpa era universal.

Y, para serse honesta, la extranjera se esperaba un guión similar al que ella tenía de pequeña: le contesté mal a mamá, desobedecí a papá, le mentí a un primo...

---Teru está haciendo cosas raras... quizás tenga una contusión cerebral o algo. Quizás no recuerda el día en que lo golpearon--- afirmó Mirai con pena en sus ojos, sentada en el borde de la barandilla de la azotea del colegio.

---¿Por qué no lo haría?--- "si es que este idiota, a qué no te sabes cuántas veces ha exterminado a los espíritus éste mes", pensaba la opuesta, suspirando con intensidad.

---Porque me ha dicho que se distrajo durante un trabajo y que quien lo golpeó fue un...--- Paula interrumpió, con sus ojos abriéndose de repente y con fuerza, sin dejarla terminar.

---Un espíritu--- afirmó ella con toda seguridad y el ceño fruncido. El brillo de un amor adolescente reciente se perdió por completo en sus ojos y éste no volvió al ver que el gesto seriamente preocupado de Mirai no cambiaba.

---¿Tiene alucinaciones?

"Ah, Teru, pero la put-*.

---No. No tiene alucinaciones, no son alucinaciones, Mirai. Es...--- ella suspiró.

Había pasado un tiempo desde que estaba ella en Japón, y la realidad es que, se quiera o no, las personas que se ven atrapadas dentro del enorme vacío de la espiritualidad, suelen atraerse unas a otras.

Siempre. No importa cómo, no importa qué.

Y, claramente, Mirai no se creía muchas cosas... O sí, quizás se las creía por momentos. Quizá creía en todo ello hasta que el espíritu podía golpearte y dejarte sangrando en la puerta de la casa de la chica que aparentemente te gusta. Es complejo.

---La espiritualidad es... complicada. Verás... Es... un negocio familiar.

Sonrió Paula, intentando explicar las cosas por aquél lado.

---Eso dijo... Pero no creo que puedas salir así de herido cuando...

---¿No lo ves?--- la muchacha sonrió, y estaba comenzando a ponerse nerviosa. Se le notaba en el acento con creces. Sentía que estaba cambiando la fonética de sus propias palabras--- Éste... Bueno, negocio familiar, incluye la sangre... Porque es familiar.

Flowers Of Grateful | Minamoto TeruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora