Capítulo 5: Consejos

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-¡Ya estoy en casa!-grité para que mi madre me oyese.

-¿Quién era ese chico?-preguntó mi hermano menor Daniel.

-Un amigo Dani, no seas chismoso.-le dije divertida. Últimamente quería imitar a mi madre y cada vez que llegaba colocaba sus bracitos en sus caderas y fruncía el ceño. Estaba súper adorable.

-Yo no busco el chisme, el chisme me busca a mi. Os estábais besando.

-No nos estabamos besando, solo era un abrazo.-con eso finalicé la conversación. Si seguía hablando de ese tema con él por mucho más tiempo, se iría de la lengua a la hora de la cena y la verdad, no me apetecía.

Dani tenía cinco años de edad y copiaba todo lo que veía. En parte lo agradecía ya que tener algo de compañía y que fuese como un loro pues esta bien. Per como nos llevamos tantos años, a veces es un poco pesado y aburrido.

Más tarde, cuando llegaron mi hermano mayor y mi padre del trabajo, cenamos y como cada noche me tocó fregar los platos. Seguidamente, me duché y me dirijí a mi cuarto para preparar las cosas para el día siguiente pues tenía clase.

Cuando me tumbé en la cama y me puse a revisar un rato las redes sociales, me llegó una llamada de Tom.

-Hola princesa.-dijo justo cuando descolgué la llamada.

-Hola pequeño rastafari, ¿que tal estás?

-Muy bien, pensando en ti a todas horas.-cuando me dijo eso me salió una sonrisilla tonta.-Te iba a preguntar una cosa ¿mañana por la mañana te va bien que nos veamos? Así te presento al resto de la banda y comemos todos juntos, tambien traéte a algunas amigas si quieres.

-Mañana por la mañana tengo clase.-expresé realmente apenada, me apetecía mucho verle.-Pero a partir de las cinco puedo, antes  tengo algunos extraescolares, ¿te viene bien?- pregunté deseando que si pudiera.

-Mmm.-lo pensó unos instantes.-A esa hora tengo ensayo con la banda pero si, puedes venir.

-¿Seguro que quieres que vaya a un ensayo? ¿No es algo muy personal?

-Realmente no es para tanto, te reirás mucho, ya lo verás.

-Bueno de acuerdo rastitas.

Seguimos hablando de como y donde quedariamos y cuando me dijo que su manager se estaba poniendo pesado para que se fuese a dormir, nos dimos las buenas noches y colgamos.

Mientras intentaba dormir, no paraba de pensar en que cuando se fuese. No sabía si esto se iba a quedar como estaba o iría a más asi que despues de pensarlo mucho me decidí a llamarle.

Lo cogió al primer tono.

-Eider, ¿puedes hablar un rato?-le dije sin siquiera darle tiempo a que dijese hola.

-Claro, estaba en el quinto sueño pero aprovechando que ya no, hablémos.-dijo con voz de sueño.

-Es que mira, hace unos dias como ya sabes fui a un concierto y me lié con el guitarrista, hoy hemos quedado y mañana quiere que vaya a verlo ensayar.-le hice un breve resumen de la historia.

-¿Qué tiene eso de malo?-preguntó extrañado.

-Que en una semana se va y creo que me estoy pillando, me da miedo que cuando se vaya se acabe todo porque realmente aunque nos hayamos visto dos veces literalmente, creo que jamás encontraré a alguien como él.-me desahogué.

-T/N, no es momento de que te preocupes por eso, disfruta el tiempo que tienes con él y exprime las experiencias al máximo.-pausó unos instantes.-Ve mañana e intenta pasar el máximo de tiempo posible con él y, cuando llegue el momento, ya veréis que hacéis. Sé que vas a seguir dándole vueltas después pero cielo, no vale la pena sufrir por algo que todavía no ha pasado.

Me quedé pensando en eso unos instantes hasta que decidió volver a hablar.

-Escucha, antes que se vaya este chico, habladlo enserio. Y ahora descansa que mañana tenemos clase. Un besito guapa.-se despidió.

-De acuerdo, muchas gracias Eidi, eres el mejor.-colgué tras eso.

Efectivamente, le seguí dando vueltas al mismo tema aunque no de la misma manera. Eider era mi mejor amigo y al ser dos años mayor y al haber vivido más experiencias de ese tipo que yo, era al que siempre acudía cuando me surjían quebraderos de cabeza como ése.

Más tarde decidí que era mejor irse a dormir y que más adelante ya volvería a pensar en ello. Ahora lo importante era ir a clase, reunirme con él y rezar para que mi madre estuviese contenta y  no hiciese muchas preguntas cuando le pidiese salir.

¿Seré capaz de seguir los consejos de Eider y aguantar hasta el lunes para volver a pensar en ello?

Mi pequeño Rastafari (1ra parte saga pequeños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora