Capítulo 22: La noche

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(Pov T/N)

Respiré hondo varias veces hasta que me decidí.

-Miguel ni de coña bajo por ahí, saldré por la puerta y tu cierras de nuevo.-me rajé. Si lo pensaba bien, era un suicidio bajar por esa altura después de no haberlo hecho en tanto tiempo.

-Menos mal T/N, estaba acojonado de que bajaras por ahí y te cayeras.-suspiramos.-Vamos antes de que se nos haga tarde.

Salimos sigilosamente de mi habitación para no despertar a nadie. Bajamos las escaleras con cuidado y llegamos a la puerta. Quien abrió los cerrojos fué Miguel pues él es más sigiloso. Una vez la puerta abierta nos dimos un abrazo y salí camino al coche de Eider.

Una vez lo vi le llamé para que no se asustara cuando entrase.

-Hola chicos.-me senté en el asiento trasero porque Julia y él estaban en los dos delanteros.

-Hola T/N, ¿lista para ir con tu amado?-dijo riendo mi amiga.

-Mucho.-nos reimos los tres.

-Pues venga, vámos.-dicho esto arrancó el coche camino al hotel.

Le escribí a Tom para decirle que la escapada había salido bien y que ya estaba de camino. Me contestó de inmediato, supuse que estaría igual de nervioso que yo.

-Ya hemos llegado.-dijo mi mejor amigo después de un rato.-Pásatelo genial.-me despedí y bajé.

Tom ya estaba en la puerta así que entramos. No nos dió tiempo a llegar a la habitación andando pues ya habiamos empezado a besarnos. La mochila se la pusó el para poder poner mi espalda en la pared de una mejor manera. Sin parar lo que estabamos haciendo, me agarró una de las piernas para que las enrollara en su cintura. Entre besos, lamidas, mordiscos y suspiros, llegamos a la habitación.

Me bajé de su cintura y me quitó la camiseta para seguidamente quitarse la suya. Nos quitamos los zapatos y me volvió a agarrar para llevarme a su cama. Seguimos besandonos cada vez con más intensidad.

-¿Quieres que...-no acabó la frase, no le dejé.

-Si, sin duda.

Se apartó un poco y me agarró cuidadosamente las ligas de los pantalones. De alguna manera se dió cuenta que llevaba ropa interior sexy y esa no la quitó.

-Madre mía.-dijo mientras me miraba de arriba bajo sin parar. Yo estaba que me costaba respirar de la excitación.

-¿Te gusta?

-No, me encanta.-volvió a agacharme para besarme con ganas.-No aguanto más T/N, necesito hacerte mía. ¿Puedo?

-No es que puedas, es que debes hacerlo.

Entre la oscuridad que nos rodeaba ví como la lujuria le llegaba a los ojos. Se bajó su pantalón y antes de quitarse la ropa interior se acercó al mueble que había al lado de la cama para cojer un preservativo. Pensaba que me quitaría el tanga pero al parecer le gustó mucho y solo lo echó a un lado.

Se quitó la ropa interior y no me esperaba lo que vi. La de mi ex no se acercaba para nada a ese tamaño. Se colocó el preservativo y se acercó a mi para estar justo encima mío.

-Cualquier cosa me dices y paro, ¿vale?

-Vale.

Comenzó a introducirse despacio dentro de mi y pude comprobar porque él ligaba tanto. Las sensaciones que causó en mi en esos leves instantes de introducirse fueron las mejores que he sentido en mi vida.

-Dios Tom.-suspiré fuertmenete cuando sentí que ya estaba todo dentro.

-¿Todo bien?-preguntó jadeando.

-Si, sigue.-le rogué.

-¿Cómo se pide?-se acercó a mi boca.

-Porfa, rastafari.-me besó con ímpetu al mismo tiempo que comenzó con el va y ven de sus caderas.

Se sentía tan bien que perdí la noción de tiempo. Me parecieron horas de placer cuando fueron solamente unos minutos. Nunca había notado el piercing durante nuestros besos hasta ése momento. Una de las mejores sensaciones de esta noche.

-Creo que-suspiré.-Voy a llegar.

-Yo tambien.-jadeamos.-Lleguemos juntos amor.-amor.

Poco tardamos en llegar. El mejor orgasmo que había tenido jamás, con la mejor persona que he conocido jamás.

-Ha sido alucinante, ha valido la pena la escapada.-nos quedamos unidos unos instantes más, besándonos, disfrutando del momento.

Salió de mi y tiro el preservativo a la papelera. Fuimos al lavabo y nos tumbamos de nuevo en la cama, abrazados, con Tom acariciandome la espalda.

Estuvimos callados un buen rato hasta que habló.

-¿Al final has bajado por el árbol?

-No, me he acojonado y he salido por la puerta.-reimos.

-Oye T/N.-me incorporé para verle la cara.

-Dime.-se incorporó también.

-Gracias.

-¿Porqué?-no entendía nada.

-Por hacer que mi vida vuelva a tener sentido y querer seguir en ella para estar contigo. Te quiero.

Mi pequeño Rastafari (1ra parte saga pequeños)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora