M. P. C. S

Capítulo 6.7

El ciclo de calor había llegado. Entonces, no estoy marcado y no estoy embarazado. Esta era una oportunidad. La última oportunidad para escapar de Jeong Jihyeok y revertir a mi vida de mierda.

Pero al mismo tiempo, era la entrada al infierno. Cuando llega un ciclo de calor, tanto quedar marcado como el embarazo aumentan las probabilidades. No quería hacerlo. Gritaba con desesperación.

—¡Esclavo!

Cuando me rebelé, Jeong Jihyeok gruñó violentamente y me apretó ambas manos.

—¡Suéltame! ¡Déjame ir!

—Cumple con tu deber. Esclavo.

—¡No me gusta! ¡Lo odio! ¡No quiero! ¡No quiero hacerlo! ¡Déjame! ¡Mierda! ¡Suéltame! ¡Déjame ir! ¡Vete!

Pero fue aún más aterrador cuando el cuerpo de Jeong Jihyeok aplastó mi cuerpo. No quiero hacerlo. Incluso el último tallo de esperanza que queda desaparecía.

Grité frenéticamente como si estuviera envuelto en calor.

—No me gusta.

Jeong Jihyeok chasqueó la lengua y retiró la mano de mi cuerpo. Pero luego agarró mi pierna.

—¡Déjame ir!

—¡Min Seojun! ¡Estoy tratando de curarte!

—¡No quiero! No me gusta...

El calor por el ciclo de celo penetró en mis ojos y fluían lágrimas calientes. No quería y odiaba que Jeong Jihyeok tocara mi cuerpo.

Cuando luché, Jeong Jihyeok se levantó de un salto. Luego sacó una corbata del armario, puso mis manos por encima de mi cabeza, las ató y las fijó a la cabecera de la cama.

—¡Trata de calmarte!

Torcía mis muñecas, jurando en aflojarla de inmediato. Luego, con otra corbata enrollada en un círculo lo metió en mi boca.

Pensé que era mejor tener la boca tapada. Mi mente se estaba volviendo borrosa. En cada rechazo salían gradualmente de mi boca gemidos.

Jeong Jihyeok salió, cerrando la puerta ruidosamente y regresó con un botiquín de primeros auxilios. Me agarró las piernas con una mirada de verdadera preocupación y aplicó desinfectante en las plantas de mis pies.

Estaba agradecido con Jeong Jihyeok. Por decir la verdad sin excusas.

Si hubiera dicho una mentira obvia de que se vio obligado a hacerlo debido a la amenaza, si me hubiera dicho que yo soy él único, habría olvidado que Jeong Jihyeok me traicionó y me habría conmovido. Me habría abierto las piernas anhelando cariño de nuevo.

Pero mi mente y mi cuerpo reaccionan por separado. El olor corporal de Jeong Jihyeok se sentía cada vez más clara. Sabiendo que mi compañero destinado estaba a mi lado, la sangre en mi cuerpo comenzó a agitarse, diciendo que lo aceptara de inmediato.

—¡Mmp...!

Un gemido estalló cuando me apretó su corbata. Mi espalda se balanceaba de arriba hacia abajo por si mismo.

Jeong Jihyeok aplicó medicamentos, colocó un vendaje y colocó un botiquín de primeros auxilios en el escritorio. Luego caminó despacio y sacó la corbata metida en mi boca.

Su expresión era abrumadora.

'Eres un omega vulgar, en un ciclo de calor, me quieres, te estás volviendo loco porque quieres que te lo inserte, ¿verdad? Vamos, dímelo.'

Siempre tuve curiosidad por la mente de Jeong Jihyeok, y ahora, incluso en medio de una distracción, puedo leer claramente sus pensamientos internos.

Quería insultarlo. Pero lo sé. Me maldigo a mí mismo por no tener la ventaja en dinero, honor, estatus social o poder, y solo puedo descargar mi ira en este momento.