Te quiero... Tan pronto como escuché las palabras de Jeong Jihyeok, me eché a reír.—¿Me quieres...?
—¡Sí, te quiero! ¡No te he olvidado ni un momento en estos siete años!
—haa~, realmente quería escuchar eso...
—¡Lo haré cien o mil veces si quieres! ¡Te quiero! ¡Regresa! ¡Regresa, Min Seojun! ¡No tienes que decir que cometiste un error! ¡Solo regresa! Entonces perdonaré todo!
—...no me siento feliz en absoluto.
Realmente no estaba feliz. Más bien, mi corazón estaba frío. ¿Por qué no dijo algo que pudiera decirse tan fácilmente en ese entonces? Solo estaba lleno de resentimiento sin ningún lugar a donde ir.
—¿Qué...?
Miré directamente a Jeong Jihyeok. Cuando me di cuenta de que mi corazón se había enfriado, el miedo desapareció. Entonces no había razón para evitar a Jeong Jihyeok. No seré influenciado solo por verlo ahora. No voy a ser tontamente esperanzado.
—Ahora que ya está en el pasado, seré honesto contigo. Hace siete años me gustabas. Podría decir que llegue a quererte.
—Min Seojun...
—Pero ya no.
—¡No mientas! ¡Es la marca que crea un sentimiento que no tenías! ¡Yo te gustaba y obtuviste que te marcara! ¿¡Pero está en el pasado y dices que ya no!?
Miré secamente a Jeong Jihyeok, que gritaba como loco.
—Lo sé. Me marcase y di a luz a tu hijo, pero ya no tengo ese sentimientos. Tienes tanto talento para cansar a la gente. Señor Jeong Jihyeok, el Omega vulgar que le preocupaba que se apegara a tí, se ha ido por completo. Felicidades.
Empujé su cuerpo lejos. En términos de fuerza, no sería un oponente, pero fui capaz de salir de él con una facilidad sorprendente.
—Hemos terminado de hablar, ahora vete.
Le hablé con frialdad a Jeong Jihyeok, que estaba sentado sin comprender. En ese momento volvió a agarrar mi mano.
—¡No me importa lo que sientas ahora mismo! ¡Puedo hacer que me quieras de nuevo!
—Eso no sucederá.
Traté de sacudirme de la mano de Jeong Jihyeok, pero esta vez no pude zafarme.
—¡No, haré que suceda! Echo de menos lo mío.
—No soy de Jeong Jihyeok.
—Sí. Tú eres mi compañero.
Se puso en pie de un salto y se enrolló alrededor de mi cintura.
—¡No me toques! ¡El contrato ha terminado! No soy mas tu esclavo sexual, señor Jeong Jihyeok.
—Si quieres terminar con el contrato, paga la sanción. Probablemente sea más de cien mil millones de won.
Cien mil millones... Cuando mencionó una cantidad descomunal, era algo fuera de la realidad. Pero no era mentira. Incluso tres veces el precio de mercado del edificio Myeong-dong, que se supone que me pagarían con eso por dar a luz a su hijo, superará fácilmente los 100 mil millones de won.
—Págalo en tres meses. Enviaré un abogado mañana.
—... es imposible.
No eran por los tres meses de plazo, sino la cantidad que no podría devolver aunque trabajara toda mi vida. No hay forma de que Jeong Jihyeok no lo sepa.
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M. P. C. S
General FictionUn alfa dominante, frío, abusivo, obsesionado, despreciable, nieto de un conglomerado que después es abandonado por su cónyuge. Un omega dominante hermoso, amable, persuasible, talentoso en el piano quién fue vendido por su hermano mayor y siente u...