M. P. C. S

Capítulo 8.8

No sé si lo que dice es cierto o falso. Pero considerando lo confiado que está, parecía ser cierto.

—Jeong Jihyeok me lo dijo. Tú me domesticarás y me educarás. Incluso después de que termine el contrato, que te iba a rogar para que me folles al menos una vez y me hagas llorar. Que incluso si echara de menos el sabor de tu polla, no podré dormir con otros bastardos y vivir una vida tranquila.

—...y así es.

—Es exactamente lo contrario. Tu polla jódiendome es tan terrible que el sabor del sexo me hace sentir dolor.

—... irá mejorando en el futuro.

Jeong Jihyeok trató de acariciar mi mejilla. Le di una palmada en la mano.

—No lo sé. Todavía siento que está jodiendo.

—Ha pasado tanto tiempo, sí. De aquí en adelante...

—Por favor, quita la marca.

—¿Qué?

La cara de Jeong Jihyeok se distorsionó mientras él trataba de calmarme de alguna manera.

—Quería la marca para escapar del ciclo de calor y de las feromonas Alfa. Pensé en Jeong Jihyeok porque me odiaba y me trataba como un objeto. Dijiste que no me buscarías tan pronto como terminara el contrato. Por eso quería que tú fueras quien me marcara.

—¡Min Seojun, yo te...!

Crucé los brazos. Entonces, ¿qué pensó de mí? Esperé a que dijera algo, pero no pudo decir nada. No me impresionó porque sabía que sería así de todos modos.

Difuminó el final de una oración y da espacio. Le animé a terminar su oración. Pero así es como habla Jeong Jihyeok. Cobarde y despreciable.

—Me convertiste en un esclavo sexual y en una madre subrogada. No, más bien pensaste que solo era una cosa que se podía embarazar.

—...

—Pensé que no tenía fin, pero es realmente patético. No sé qué tiene de diferente usar una marca como esta. Por favor, libérame de la marca de inmediato.

—¿Qué vas a hacer si te libero de la marca? ¿Estás diciendo que vas a vivir como un Omega otra vez?

—Necesito obtener una nueva marca.

—¡Quieres acostarte con otro bastardo!

Cuando vi el rostro distorsionado de Jeong Jihyeok, sentí una ira fría. No pude ver un guiño de disculpa por usar la marca para atar mi cuerpo. Estaba furioso de solo pensar que tendría que acostarme con otra persona

—Quienquiera que sea de quien obtenga la marca será más seguro que contigo.

Los ojos de Jeong Jihyeok eran agudos.

—No lo obtendrás de Lee Hyeonho, ¿verdad?

—¿Hye, Hyeon, Hyeonho? ¡Nunca me atrevería...!

Mi rostro se calientó con las ridículas palabras. Ni siquiera podía imaginarme teniendo sexo con Hyeonoh.

'Seojun, ¿no puedo hacerlo yo?'

De repente, recordé lo que dijo Hyeonho en el pasado. Fue hace mucho tiempo, así que si lo digo ahora, será muy vergonzoso. Debe ser la oscura historia de Hyeonho, supongo.

—¡"Atrévete" solo "atrévete"! Debe ser asombroso Lee Hyeonho

—Es asombroso. ¡Hyeonho es el mejor pianista de la historia coreana! Y si no fuera por Hyeonho, Hosu y yo estaríamos sin hogar en la calle. Hyeonho es mi benefactor. Lo respeto.

Es en serio. Estoy tan orgulloso de ser su amigo. Me agrada y confío en él.

—¿Siempre es bueno si eres un buen pianista?

—No seas sarcástico. ¡Respeto y confío en él como benefactor y amigo! ¡Me ha ayudado!

Tracé la línea con resolución. Jeong Jihyeok está obsesionado conmigo. Será un gran problema si me malinterpretaste con Hyeonho. Tenía miedo de que dañara a Hyeonho como lo hizo con Heo Chanwoo.

—...¡hmp!

De repente, atrapó mi nuca y los labios de Jeong Jihyeok se posaron sobre los míos. Apresuradamente cerré la boca, pero empujó su lengua hacía dentro, obligándome a abrir los labios. Traté de empujarlo, pero Jeong Jihyeok me tomó firmemente del cuello y la cintura y se negó a soltarme.

Intenté morder su lengua. Sin embargo, la reverberación de las feromonas y el aroma corporal de Jeong Jihyeok sacudieron mi cuerpo. Mientras me cruzaba por la mente la idea de que debería eliminar la marca rápidamente, la lengua de Jeong Jihyeok penetró bruscamente en el interior.

He tenido docenas de sexo. Pero nada de experiencia en besos. La idea de morder desapareció, pero me congelé porque no sabía cómo lidiar con la lengua que se me clavaba.

La lengua de Jeong Jihyeok frotaba mi lengua. Quería escapar a toda prisa, pero él persistentemente envolvía su lengua con la mía. El aliento caliente de Jeong Jihyeok entró en mi boca. Me asfixiaba. No sabía qué hacer, pero luego los labios de Jeong Jihyeok se separaron de los míos.

—Nunca besarás a ese imbécil.

Me froté apresuradamente los labios temblando en un dulce regusto.

—¿Te dije que es amigo! ¿Y te olvidaste que te dije que no me besaras? ¡¿Mis palabras son divertidas!?

—¡No son divertidas, te quiero! ¿No sabes cómo me siento?

—¿Cómo voy a saberlo?

Me levanté de un salto. Después de siete años sin sexo, sentí como si mi espalda estuviera a punto de romperse, y mis piernas temblaban, pero no podía quedarme sentado aquí incómodamente.

Saqué una caja que esta en la esquina de la habitación y se la di a Jeong Jihyeok.

—Toma esto.

—¿Qué es esto?

Jeong Jihyeok dudó un poco y abrió la caja.

—Esto es...

—Es la ropa con la que estaba vestido ese día. Iba a devolverlo, pero como sabes, estaba siendo perseguido por ti, así que tuve que quedármelo.

—... quédatelo. Es tuyo.

—No lo necesito. Y dime tu número de cuenta. Te enviaré los 100 millones tan pronto como el banco abra mañana.

El edificio Myeong-dong nunca ha estado en mis manos, y la cafetería, el coche extranjero y la casa estaban prácticamente en posesión de mi hermano. Jeong Jihyeok no se lo quitó a pesar de que lo sabía. Después de siete años, era un problema de dos personas.

Pero quería devolver los 100 millones que había recibido mi hermano en efectivo. Iba a devolverlo cada vez que tuviera la oportunidad.

El dinero era escaso cuando establecí la academia de piano. Pero no toqué tanto dinero. Es cierto que mi corazón estaba sacudido, pero pensé que era bueno no usarlo.

—Olvídalo.

—Es el dinero que recibí como dote. Al menos pagaré el capital. Nunca estuvimos realmente casados, así que es correcto devolverlo.

—Estamos realmente casados.

—Estoy hablando de una relación marital real, no de una relación por un documento.

—No lo acepto. Eres mi compañero.

—No quiero seguir discutiendo inútilmente. Son las 11 en punto ahora. Por favor vete. ¡Y ni siquiera te acerques por una semana!

Jeong Jihyeok recogió mansamente la caja y se levantó.

—No necesito el dinero, y llevaré esto a casa. Para cuando estés en nuestra casa.

—¡Jeong Jihyeok, aún no lo he decidido!

Estallé en ira, pero Jeong Jihyeok sonrió tranquilamente y me besó en la frente.

—Solo voy a esperar una semana. Una semana..

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