Extra 2 (parte 2)

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Después de que el secretario Kwon se fue, volví a mi habitación y toqué en un piano electrónico. Cuando tomé un descanso debido a las náuseas matutinas, mis dedos se sentían rígidos. Mientras golpeaba ligeramente sobre el escritorio, como si golpeara las teclas del piano y mirara el monitor, Jeong Jihyeok entró y besó ligeramente mi nuca.

—¿Por qué tocar en un piano electrónico?

—Quise practicar en mi habitación.

—Puedes hacerlo con el que está en la sala de estar.

—Me sentí presionado.

—¿Por qué? Puedes simplemente tocar. Me encantaría escucharte tocar.

—Te dije que no era lo suficientemente bueno.

Después de que Chaegun, el tutor de Hosu, me elogiara emocionado cuando escuchó mi actuación, Jeong Jihyeok de repente comenzó a rogarme para escucharme tocar. Atrayendo también al secretario Kwon.

—Chaegun te escuchó.

—Porque estaba junto a Hosu.

—Incluso si yo estoy con Hosu, no te puedo escuchar tocar.

—Es sólo que no soy bueno en esto. Te reirás de mí cuando lo escuches. Haa~, no puedo tocar así por el resto de mi vida, pero enseñé a otras personas con esta habilidad.

Cerre la ventana de Internet.

—... ¿Antes te dije que no quería escucharlo?

—... Bueno, en ese entonces era un poco mejor que ahora. No pasó mucho tiempo después de que renuncié y también tenía un trabajo de medio tiempo como músico.

En el pasado, no quería dejar que lo escuchara, no porque sus palabras fueran duras, sino porque realmente soy malo.

—Es un desperdicio de lo que he aprendido hasta ahora, así que solo estoy tocando como un pasatiempo, así que no lo pidas más.

Me levanté y quité su mano. Por alguna razón, estaba un poco resentido con Jeong Jihyeok. Parecía que era su culpa que mis habilidades con el piano se estuvieran oxidando.

—Es hora de que asista a la fiesta benéfica.

—¿La fiesta organizada por Lee Hyeonho?

Aunque ya le había dicho que asistiría hace una semana, Jeong Jihyeok levantó las cejas.

—Sí. Lo hago todos los años.

Perdí contacto con Hyeonho después del día que fui a la isla Jeju. Era suficiente para verificar si Jeong Jihyeok seguía bloqueando su teléfono celular. Pero no fue así. Hyeonho no recibía ninguna llamada mía. Decía que estaba ocupado cuando enviaba un mensaje de texto o cuando yo llamaba, el manager respondía. Recordé la fecha de esta fiesta y pregunté si podía asistir.

Pensé que sería rechazado, pero afortunadamente me lo permitieron.

—Yo también iré.

—Te dije que no fueras. Acordaste respetar mi voluntad y no cuestionarme ni interferir.

—...está bien.

Jeong Jihyeok asintió con la cabeza con una cara descontenta. Me quité la ropa holgada de maternidad y me puse un traje por primera vez en mucho tiempo. Llevaba una camisa de punto blanco y un reloj de pulsera. Fue un poco decepcionante tener que usar pantalones de maternidad para hombre Omega porque mi estómago sobresalía un poco, pero el abrigo largo me cubrió.

—¿Qué es lo que te importa tanto?

Jeong Jihyeok se quejó a pesar de que solo estaba revisando mi ropa en el espejo.

M. P. C. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora