M. P. C. S

Capítulo 10.8

—No.

Era la pregunta esperada. Fingí estar tranquilo y lo negué con la mayor naturalidad posible.

—Oye, tú eres un Omega. ¿Estás saliendo con Jeong Jihyeok cuando tienes un niño? El talento también es bueno. ¡Felicidades!

—No es así.

Me apresuré a negarlo, pero escuché un grito histérico detrás de mí.

—¿Qué? ¡¿Es un Omega!?

La mujer que vi antes en el estacionamiento me estaba mirando.

Mantengamos la calma. Estoy marcado. Además no perciben feromonas. No sólo los alumnos, sino también los padres, los profesores. Pasaré desapercibido, como lo he hecho durante siete años.

—... no.

Iba a enojarme, diciéndole que era absurdo, pero mi voz tembló.

Al mismo tiempo, las comisuras de la boca de la mujer se elevaron de manera extraña y escuché a los niños parlotear saliendo del jardín de niños.

—¡Hay un Omega! ¡Un Omega!

Ella gritó como si hubiera encontrado un monstruo y corrió hacia al jardín de niños.

Los ojos de los padres que esperaban a sus hijos se abrieron desconcertados, y los niños y maestros también quedaron confundidos. Todos se quedaron congelados por un rato sin entender la situación, y la mujer empujó a Hosu entre los niños.

—¡Vete! ¿A quién estás tratando de transmitir enfermedades?

Por un momento, mis ojos se tornaron negros. Todo estaba oscuro, y no podía escuchar nada. Solo la vista de Hosu bajando se desplegó lentamente. Corrí hacia Hosu.

Entonces alguien se interpuso en el camino.

—Cálmese, señora.

Un hombre de traje negro susurró cortésmente. A juzgar por el hecho de que me llama "señora", debe ser un guardaespaldas de Taekang.

Lo ignoré y traté de correr hacia Hosu, pero un hombre de complexión robusta con un atuendo similar agarró rápidamente a Hosu y me lo trajo.

—Hosu, Hosu, ¿estás bien?

—Sí.

Mientras abrazaba rápidamente a Hosu, el sedán negro se detuvo justo frente a nosotros.

—Señora, por favor, suba al coche.

—No, está bien. Iré a mi casa...

Cuando estaba a punto de llegar a la casa, comencé a escuchar voces a mi alrededor.

—¡¿Cómo que es un Omega!? ¿Puede un Omega masculino enseñarle a los chicos? ¡¿Qué es lo que le enseña a los estudiantes?! ¡¿Qué pasa si transmite enfermedades venéreas?!

—¿El maestro Kim, es un Omega?

—Oh mi Dios, me transferiré a otra academia.

—¿Estará bien?

—¿Qué tipo de manejo hace realmente?

—¿Será seguro?

—Es repugnante.

No solo ella, sino también otros me miraban a mí y a Hosu como si fuéramos unos monstruos. Incluso el estudiante que subía a la academia se detuvo y me miró.

Subí al sedán negro, tapando los oídos de Hosu.

Cuando subimos al coche, el guardaespaldas se disculpó. Dijo que lo sentía por no haberlo controlado la situación correctamente. Sin embargo no mencionó nada sobre la vigilancia. Tampoco me molesté en señalarlo. De todos modos, estoy seguro de que recibieron órdenes. Me preocupaba si lo había enviado Jeong Jihyeok, o el presidente, o tal vez el secretario Kwon, pero mantuve la boca cerrada. Mi cabeza se llenó de pensamientos sobre Hosu, así que no tenía tiempo para preocuparme por otros problemas. ¿Qué debería decirle? ¿Cómo debo explicarle esto? No pude decir una palabra y miré el codo arañado de Hosu.