DORIAN
Una pócima de amor.
Está bien, obviamente debí suponerlo por el color, pero...
—Creí que... —hipeo y me tambaleo hasta llegar a Brooke. Sin saber qué hacer, ella solo se limita a mirarme con una expresión alarmada—. Creí que se tomaban. No que se tienen que olfatear.
Me llevo una mano al pecho y me masajeo la zona donde se encuentra ubicado el corazón. Siento algo raro dentro de mí. Algo sobrenatural sí, pero también algo más... Estoy a nada de hablarle respecto al tema a Brooke cuando la noto.
Ladeo la cabeza y la contemplo como nunca antes.
Eso que sentía en mi pecho se detiene. Ahora salta como loco al contemplar a una bella dama frente a mis ojos.
Brooke... Es como un sol. Duele si la miras por mucho rato, pero es inevitable no volver a mirar en su dirección. Un aura blanca desprende de ella y sus ojos verdes como un manzano brillan tanto como un día de verano. No me gusta el verano, siempre he preferido el frío y la oscuridad. No obstante, Brooke es luz. Y me gusta esa luz.
Me acerco más en su dirección, sintiendo una necesidad extraña de protegerla y de acercarme a ella.
Estoy...
Sí, estoy hipnotizado por ella.
Nunca me había sentido tan así: atraído por alguien.
Brooke, en un gesto nervioso, se echa para atrás cuando llego a su lado. Lo único que nos separa es el mostrador.
—Humm, sí —responde ella, esquivándome cuando llego al otro lado del mueble.
Brooke da pasos hacia atrás con ambas manos alzadas de forma inocente. Suelta un resoplido cuando choca con la esquina la pared, lo que provoca el movimiento de uno de los cuadros colgados. Alzo un brazo preocupado, pero ella vuelve a esquivarme.
Eso me pone triste.
¿Por qué se aleja de mí? Solo quiero cuidarla. No quiero que nada malo le pase. Quiero quererla, tenerla entre mis brazos.
—Entonces... —digo, intentando no seguir espantándola. Sacudo la cabeza. De repente siento muchas chispas en mi mente—. ¿Estas pócimas no se beben?
Vuelvo a mover mi cabeza de un lado a otro. Me siento mareado, pero no mal.
Mis ojos se alzan hasta el rostro de Brooke.
Aguanto la respiración.
Por Hécate, se ve tan hermosa hoy con ese suéter estilo vintage color azul oscuro. Y su cabello... su cabello pelirrojo resalta todavía más.
—Bueno —responde—, ayer estaban inventando nuevas cosas. Con este brebaje lo único que necesitas hacer es olerlo para enamorarte de la primera persona que veas.
—No deberían vender... —parpadeo varias veces soltando una risa. Me siento tan feliz—. No deberían vender esto.
—No están a la venta —se aclara la garganta, limpiando el polvo inexistente del mueble—. Te fuiste al estante de los productos que no se venden.
Entre mis dedos, tomo una mecha de su cabello. Es tan suave, tan sedoso... Lo acerco a mi nariz. Por Hécate, huele de maravilla. Como a naranja, almendra, canela y sándalo. Ya sé que estoy nombrando muchos olores, pero así se siente. Como un día cálido de otoño. Un olor reconfortante.
—¿Qué haces? —murmura, sin moverse de su sitio.
—Nada.
Mentira.
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TRUCO, TRATO, AMOR Y MALDICIONES
Novela JuvenilBROOKE Se supone que los dieciséis años debería ser normal para una chica. Salvo que, esta chica, no es nada normal. Mi familia y yo somos brujos. Solo tengo que decir aquella palabra para dar por confirmado que mi vida es... mágica. Y también anorm...